SANTIAGO.- Emotiva, conmovedora y llena de lágrimas. Así fue la ceremonia donde este sábado los sobrevivientes del Chapecoense levantaron la Copa Sudamericana, en la que además se homenajearon a las víctimas de las tragedia aérea.
Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto fueron los encargados de alzar el trofeo continental, el cual les fue entregado como gesto de solidaridad por parte de la Conmebol y por iniciativa del club colombiano Atlético Nacional, con quien debían disputar la final de dicho certamen.
El ex portero fue uno de los que más se emocionó durante la ceremonia, y no pudo aguantar las lágrimas a la hora de izar la copa en sus brazos junto a sus compañeros.
Las otras protagonistas de la ceremonia fueron las esposas de los jugadores fallecidos, quienes recibieron las medallas de campeones de la Sudamericana y posaron con las camisetas de sus maridos.
El homenaje se realizó en la previa del partido amistoso entre el Chapecoense y el Palmeiras, el último club contra el que se había enfrentado antes de embarcar en el avión donde se desataría la tragedia.
Además, el cuadro de Chapecó estrenó a su nuevo plantel, para el cual realizaron 23 contrataciones y subieron a 11 jugadores al Primer Equipo desde las inferiores.
El resultado final fue un empate 2-2, que sirvió también para que el público volviera a gritar un gol con su equipo y para que nuevamente se ilusionen con otra hazaña futbolística.