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Mathias Riquero, el uruguayo-chileno que fue desechado por Iquique y que ahora es el héroe de Temuco en la Sudamericana

El experimentado volante de 35 años es el segundo goleador del torneo continental y en su carrera tiene dos particulares historias con árbitros.

27 de Julio de 2018 | 11:28 | Redactado por Leonardo Vallejos, Emol
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El "héroe" de Temuco.

Reuters
SANTIAGO.- El hombre que silenció el Nuevo Gasómetro. En Argentina aún no pueden creer que Deportes Temuco venciera 2-1 a San Lorenzo por la ida de la segunda fecha de la Copa Sudamericana.

Y las dos conquistas nacionales fueron obra de Mathias Damián Riquero Beretta. La figura de la cancha y el segundo goleador del torneo continental con tres dianas, sólo una menos que Diomar Díaz de Caracas.

El volante tiene 35 años y los últimos siete los ha vivido en Chile. Tanto es su apego por el país que en 2016 consiguió la nacionalización. Pese a que lleva mucho tiempo, sólo ha defendido tres camisetas: Ñublense de 2011 a 2015, Deportes Iquique de 2015 a 2017 y desde el año pasado la del "Indio Pije".

Su llegada al cuadro sureño no estuvo exenta de polémica. En junio del 2017 se fue de vacaciones. Había terminado recién el Torneo Clausura con Iquique y su viaje fue con la tranquilidad de que sería renovado su vínculo. Pero no.

Los dirigentes le avisaron que no seguiría. "Me sorprendió esto, porque Jaime Vera (DT en ese entonces de los nortinos) antes de terminar el campeonato me dijo que le había pedido a los dirigentes que me quedara. Entonces, yo estaba esperando que me hicieran una oferta. Por eso me sorprendió, pero bueno no sé quién habrá tomado la decisión. Supongo que los dirigentes. Jaime habló conmigo y me dijo que me quedaría en el club", se lamentó.

Chao Iquique, hola Temuco. Rápidamente dio vuelta la página y encontró club en la Región de La Araucanía. Y este 2018 ha sido el encargado de comandar la histórica participación en la Copa Sudamericana.

Incluso, fue destacado en todo el mundo por su festejo tras un gol a Mérida en la primera fase de la Sudamericana. Se dirigió hacia la barra de los "Albiverdes" y festejó su anotación con una bandera mapuche.

Sus sabrosas historias con los árbitros


A lo largo de su carrera, Riquero ha vivido buenas y malas experiencias con los árbitros.

En Uruguay, su país natal, fue la agradable. El 1 de noviembre del 2009, defendiendo los colores de Liverpool de Uruguay, jugó contra Central Español. Un triunfo dejaba a su club en la cima del torneo charrúa.

Y él fue protagonista. A los 90 minutos sacó un violento zapatazo que ingresó en el arco y fue cobrado como gol. El juez de línea y el árbitro lo validaron. Pero era ilícito. La pelota ingresó por un costado de la malla, no traspasando la línea de meta. Y si bien Riquero corrió a festejar, los rivales alegaron. El juez cambió su decisión y el volante celebró esta medida. "Me alegró que el árbitro no lo validara. Por él y los jugadores de Central. No fue gol, esa es la verdad". por esto, fue premiado por la asociación de árbitros le entregó un premio. Fue apodado "el honesto".

Muy distinto a lo que experimentó en Chile. El 26 de septiembre del 2016, mientras estaba en Iquique, protagonizó un entrevero con Roberto Tobar en un duelo contra Unión Española.

"Nos cobra un penal inexistente y nos vamos perjudicados nuevamente. Todavía estamos calientes con el árbitro. Después del segundo gol de ellos, me invita a pelear. Me dijo que afuera nos veíamos. Le reclamé fuerte y Tobar me dijo eso. Le contesté que no estaba hablando fuerte y siguió con que 'afuera nos vemos'".

El juez lo negó. "Lo que sucedió fue un llamado de atención. Nunca se me pasó por la mente incitarlo a pelear. Nunca lo amenacé ni le ofrecí combos".
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