SANTIAGO.-
Arturo Vidal contribuyó con una asistencia en el empate
2-2 del Barcelona ante Girona, duelo que significó su estreno oficial como titular con la camiseta blaugrana.
Pero su debut se vio opacado por una controvertida situación que terminó perjudicando su presencia más allá de la hora de partido. A los 36 minutos, el defensa Clement Lenglet vio la tarjeta roja a instancias del VAR.
El zaguero francés le pegó un codazo al volante Pere Pons. En un primer momento, el árbitro Jesús Gil Manzano no había advertido la situación y desde el VAR le avisaron de la jugada. El juez corrió a revisar en el monitor para después expulsarlo.
Aquella jugada complicó a Barcelona y de paso a Vidal, que tuvo que retroceder de su zona hasta el final del primer tiempo, cuando estaba haciendo un correcto partido y mostrándose muy participativo.
En el complemento, el equipo culé seguía sin encontrar los caminos. Finalmente el segundo tanto del Girona, obra del uruguayo Christian Stuani a los 50 minutos, sentenció la suerte de Vidal.
Con el 1-2 en contra, Valverde determinó el ingreso de Coutinho y Rakitic para dar vuelta el marcador y uno de los damnificados fue el formado en Colo Colo.
Finalmente, el propio DT reconoció en conferencia de prensa que la cartulina roja cambió los planes iniciales. "La expulsión nos ha condicionado un poco", concluyó, mostrándose molesto con la tarjeta mostrada a Lenglet.