SANTIAGO.- Después del bochornoso fin de semana, la final de la Copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors está en el aire.
No hay certeza cuándo ni dónde se jugará e incluso también está la posibilidad que ni siquiera se realice el encuentro tras el reclamo del cuadro "xeneize". Boca presentó un escrito a la Conmebol en el pidió que se apliquen las sanciones correspondientes y deslizó la opción de que River -como anfitrión- sea castigado, lo que puede significar un triunfo por secretaría.
Pero... ¿Qué opción hay de que el partido se resuelva por escritorio?
La Unidad Disciplinaria del ente rector del fútbol sudamericano analizará el texto "xeneize", aunque la posibilidad de que se le otorguen los puntos parece remota.
Según explica el diario La Nación,
hay un "detalle técnico" en el que la Conmebol se ampararía para no acoger el reclamo del equipo que dirige Guillermo Barros Schelotto.
"Según fuentes de la propia Conmebol, el impacto al bus de Boca ocurrió fuera de los límites de seguridad, delimitado el día anterior en la reunión técnica previa a la final", detalla el medio argentino.
Al mismo tiempo se explica que este "detalle" también fue considerado cuando los presidentes de River y Boca firmaron el escrito para suspender el duelo el día sábado. O sea, había conocimiento de que el conjunto "millonario" no era el responsable de lo sucedido.
"Ese dato, que figura en el 'pacto de caballeros' formado por Daniel Angelici, Rodfol D'Onofrio y Alejandro Domínguez, es el que enterraría la posibilidad de que River sea castigado con la pérdida del partido", describe La Nación.
A todo esto se suma
la firme postura de la Conmebol, que durante el bochorno del fin de semana dejó en claro que
quiere que el partido se juegue sí o sí.
Este martes será un día clave, pues se reunirán todas las partes involucradas para tomar una decisión respecto a la final de vuelta de la Libertadores.