La banda pitillo y una imagen que de seguro no se volverá a repetir.
Twitter
Más allá de supuestos, teorías o distintas versiones de un lado u otro, es un hecho que en la generación dorada del fútbol chileno hay un quiebre que parece difícil de que tenga vuelta atrás.
Por un lado el protagonista es Claudio Bravo. Por el otro, nombres como Arturo Vidal y Gary Medel. Y entremedio se suman unos tantos que han decidido alinearse hacia uno de los dos lados.
Pero.... ¿en qué momento se vino todo al piso? ¿en qué instancia se produjo el quiebre? Las distintas versiones apuntan hacia un mismo momento: La previa del partido ante Paraguay, jugado en 2017.
El 31 de agosto de aquel año el elenco nacional era goleado 3-0 por Paraguay en el Momumental y la clasificación al Mundial de Rusia 2018 se enredaba.
En aquel momento comenzaba la debacle deportiva de la "Roja", pues sólo cinco días después el equipo de Juan Antonio Pizzi perdía 1-0 con Bolivia en La Paz.
Hasta allí sólo pesaba lo deportivo, sin embargo, tiempo después salía a la luz una desconocida salida de varios seleccionados. La misma que hoy terminaría con el quiebre en el camarín de la "Roja".
"Bravo siente que la clasificación se perdió por indisciplina, especialmente por el partido ante Paraguay. Muchos jugadores no llegaron, no sólo Vidal, en las condiciones que correspondía", fue parte de lo que supuestamente le contó el meta del City al periodista Juan Cristóbal Guarello.
Antes de estas palabras sólo se sabía que Vidal había acudido al casino la madrugada del 29 de agosto, pero el portero ahora involucraba a más jugadores, aunque sin mencionar nombres.
"El día que tienen que enfrentar a Paraguay cinco jugadores andaban en un casino, no uno, cinco", fueron los otros detalles aportados por Guarello.
Aquella salida terminó por romper las relaciones en el camarín. Y no aquel día, ni semanas después. Fue ya consumado el fracaso en las Clasificatorias en octubre de 2017 tras perder ante Brasil.
Sólo minutos después de quedar fuera de la cita planetaria, la mujer de Bravo, Carla Pardo, publicaba un mensaje que remecía completamente el vestuario.
"Cuando se ponen la camiseta tiene que ser con profesionalismo. Yo sé que la mayoría se pelaron el culo, mientras otros se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban. A quien le quepa el sombrero que se lo ponga y que se deje de andar llorando", fue parte de su mensaje.
Esas palabras fueron el inicio del fin de la banda pitillo. Esa amistad entre Bravo, Vidal, Medel y otros jugadores llegaba abruptamente a su final.
Meses después y en su llegada a la selección, Reinaldo Rueda reconocía el distanciamiento y apelaba a una conversión para solucionar el conflicto. Pero nada, ni siquiera el tiempo curaría las heridas.
Desde aquel entonces hasta hoy todo sigue igual. Incluso, el distanciamiento ahora es más grande tras los dichos de Guarello, los que encontraron respuesta en algunos jugadores.
"Ya que contó lo del casino, entonces contemos todo. Porque sí, unos compañeros fueron al casino y después a la casa de uno de los cinco. ¿Cómo supo él? Porque fue uno de los que llegó a la casa. El sexto fue él", contó un jugador a el diario El Mercurio.
El distanciamiento en la "Roja" es un hecho. Los bandos están claros, incluso de un lado hasta optarían por dejar la selección si Bravo vuelve. Verdad o no, lo cierto es que el quiebre en la generación dorada del fútbol chileno ya no tiene vuelta atrás.