Claudio Bravo estuvo flojo en el tercer tanto "red".
EFE
El partido del semestre en Inglaterra encontró a Claudio Bravo en una inesperada posición. Por la lesión de Ederson, el chileno sería el encargado de defender el arco del Manchester City en su visita al líder Liverpool. Necesitaban ganar los "ciudadanos" para recortar distancias, pero sucumbieron ante la engrasada máquina roja de Jürgen Klopp. Fue 3-1 en la noche de Anfield.
El golero, que había sido figura ante el mismo rival en la final de la Community Shield, no tuvo nada que hacer en los primeros dos goles, pero sí en el tercero. La derrota deja a su equipo en el cuarto lugar con 25 puntos, a nueve de la cima. Conseguir el bicampeonato se ve muy complejo.
Los "sky blues" salieron a imponer un ritmo frenético. Dominaban territorialmente y ahogaban al Liverpool. Pero pese al sufrimiento inicial, el local daría la primera estocada. El City se quedó reclamando un penal por mano de Trent Alexander-Arnold, la jugada continuó y Fabinho sacó un cañonazo desde fuera del área a los 5'. Siete minutos después, un gran centro de Andy Robertson fue rematado de cabeza por Mohamed Salah. Dos voraces transiciones del actual monarca de Europa ponían en jaque al conjunto mancuniano.
La escuadra de Pep Guardiola no renunció al juego de posesión y desperdició varias chanches. Sergio Agüero falló dos que no se le perdonan a un delantero con sus galones y luego el palo se lo negó a Angeliño. Del otro lado, Bravo estuvo notable ante Roberto Firmino y Mohamed Salah.
A la vuelta de camarines, los "reds" volverían a golpear. Centro de Jordan Henderson desde la derecha, Bravo se quedó a medio camino al salir a cortar y luego tuvo una débil reacción para despejar el cabezazo de Sadio Mané en los 50'.
El City parecía perdido. Agüero seguía fallando y Kevin De Bruyne no se hallaba en el duelo. Sin embargo, un ajustado zurdazo de Bernardo Silva a los 78' sacó del aturdimiento a la visita. Dos minutos después, Gabriel Jesus tuvo el segundo. Ese fallo fue clave y selló el triunfo del Liverpool, que dio un paso enorme para conquistar la primera Premier de su historia.