Bartomeu y una dirigencia en problemas.
Reuters
Una verdadera crisis interna sacude al Barcelona. Y todo estalló hace unos días tras la
renuncia de seis directivos, dos de ellos con cargo de vicepresidente de la institución.
El timonel del club azulgrana, Josep Maria Bartomeu, había recomendado la salida de cuatro dirigentes, sin embargo, la cifra fue mayor y allí explotó el problema.
Uno de los personeros salientes, el ahora
ex vicepresidente Emili Rousaud, se fue lanzando graves acusaciones.
"Creo que alguien ha metido la mano en la caja", disparó en diálogo con el medio Cadena Ser.
"Se han producido irregularidades que nos impedían mirar hacia otro lado", agregó, aunque sin dar nombres.
El detonante fue la crisis de las redes sociales, donde se destapó el supuesto pago a una empresa para desprestigiar a jugadores de la plantilla mediante cuentas falsas.
Las palabras de Rousaud tuvieron respuesta en el club, que negó cualquier irregularidad y anunció una demanda contra el ex vicepresidente.
El club calificó de "graves" e "infundadas" las acusaciones y advirtió que "no podemos tolerar acusaciones que perjudiquen la imagen de la institución".
Lejos de calmar las aguas, Rousaud volvió este martes a la carga y reiteró sus dichos. Y fue nuevamente duro.
"La existencia de CORRUPCIÓN en el seno del Club queda patente en el hecho ya demostrado que hayan desmenuzado contratos entre compañías vinculadas a fin de evitar los controles internos", dice en un comunicado enviado al medio Mundo Deportivo.
"Las afirmaciones categóricas que he efectuado para con este asunto son absolutamente ciertos y demostrables", sentencia.