Arturo Vidal otra vez demostró por qué merece ser titular. El chileno fue de los mejores, sobre todo en el primer tiempo,
e incluso jugó de delantero. Muy polifuncional como siempre.
Pero la buena actuación del chileno no bastó.
El Barcelona empató sin goles en su visita al Sevilla y puso en riesgo el liderato de la Liga española.
Si el domingo el Real Madrid, su archirrival, vence a la Real Sociedad, ambos quedaron igualados en la cima con 65 puntos. Peor aún, los merengues serían punteros, pues en duelos entre ambos tienen la ventaja.
Vidal volvió este viernes a la estelaridad tras ser suplente el pasado martes ante el Leganés e ingresar en la segunda parte. El seleccionado nacional fue de los mejores del primer tiempo.
Mostró su garra, fuerza física y capacidad para multiplicarse en el campo. Siempre activo, pidiendo la pelota para generar ataques y buscando el balón siempre punzante en el corazón del área.
En el arranque del complemento el cuadro catalán bajó la intensidad y perdió la pelota. Ahí el técnico Quique Setién metió mano y sacó a Martin Braithwaite, enviando a Vidal al ataque.
El criollo pasó a la delantera junto a Luis Suárez y Lionel Messi. Tuvo nuevamente protagonismo, pero a los 77' se fue reemplazado. El gran desgaste físico le pasó la cuenta.
En tanto, Messi, que tuvo un fuerte entrevero en el cierre del primer tiempo y se salvó de la tarjeta, deberá esperar por su gol 700 que no llegó en esta jornada.
Ahora el Barcelona queda atento a lo que pase el domingo con el Real Madrid y mientras comienza a preparar el duelo del martes ante el Athletic de Bilbao en el Camp Nou.