El Barcelona de Arturo Vidal debía afrontar el último partido de Liga. Con el recuerdo vivo de haber perdido el torneo con el Real Madrid, el duelo ante el Alavés servía para al menos cerrar con una victoria.
Y así fue.
Los culés configuraron un expresivo 5-0 en un lance en el que Vidal volvió a ser titular y fue importante. El chileno comenzó en la mitad de la cancha, junto a Sergio Busquets y Riqui Puig, pero en el complemento jugó de central y exhibió un gran nivel.
Ya antes en el trascurso de la Liga había jugado en todas las posiciones del mediocampo, como delantero centro e incluso de extremo.
En el primer tiempo, incluso, tuvo dos chances para anotar: Primero elevó un derechazo dentro del área que rozó el travesaño y después cabeceó solo y se lo atajó el portero Roberto Jiménez.
Los catalanes no tuvieron problemas. Ansu Fati (24'), Lionel Messi (33') y Luis Suárez (43') marcaron en el primer tiempo que fue un monólogo. Así se fueron al descanso.
A los 50' vino el momento de Vidal. Clement Lenglet exhibió molestias físicas y el DT Enrique Setién no lo quiso arriesgar. Metió mano en el equipo y fue el chileno el que quedó como central junto a Ronald Araujo. En esa posición, estuvo seguro, con buena salida y con poco trabajo debido al timorato planteo del Alavés.
El Barcelona bajó considerablemente el ritmo en el segundo tiempo, pero aún así pudo aumentar la cuenta gracias a Nelson Semedo (57') y otro de Messi (75').
Ahora, con la Liga terminada, solo queda esperar a agosto para la vuelta ante Napoli en octavos de Champions. Vidal está suspendido y no podrá actuar.
