A sus 18 años la tenista británica Emma Raducanu venció a la canadiense Leylah Fernández en la final del Abierto de Estados Unidos, convirtiéndose en la primera campeona de un Grand Slam partiendo desde la fase previa.
Raducanu superó a Fernández, de 19 años por 6-4 y 6-3 en una hora y 51 minutos en la pista central de Flushing Meadows.
Número 150 del ranking mundial, Raducanu es también la ganadora de un Grand Slam más joven desde Maria Sharapova en 2004 y la primera en vencer en el US Open sin ceder un set desde Serena Williams en 2014.
Talentosas, osadas y multiculturales, Raducanu y Fernández jugaron la final más joven en Nueva York desde 1999, en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando ninguna de ellas había nacido.
En el torneo, Raducanu ha ganado 20 sets y no ha perdido ninguno en sus 10 partidos (tres de la fase previa) hasta convertirse en la ganadora de un Grand Slam más joven desde Sharapova en el Wimbledon de 2004.
Tras darse a conocer en el pasado Wimbledon, Raducanu ha explotado en su segundo Grand Slam hasta ser la primera británica en lograr un trofeo grande desde que lo logró en 1977 Virginia Wade, quien presenció la victoria desde la grada.
Con un tenis sin aparentes fisuras, Raducanu puso el partido de su lado desde el arranque de la final. La británica rompió el servicio de su rival para avanzarse 2-0 en un feroz juego de más de 10 minutos, en el que tuvo que luchar hasta quebrar al quinto intento. Mostrando cierta precipitación, la audaz Fernández no mostraba todavía el instinto resolutivo con el que despidió a doss ex número uno mundiales (Osaka y Angelique Kerber), pero encontró resquicio para devolverle en seguida el quiebre a Raducanu.
El set siguió igualado con Raducanu dominando sus juegos desde el servicio y una extrema fiabilidad en el juego defensivo. Del otro lado de la red, Fernández compensaba su menor potencia de fuego con dinamismo y una variedad de envenenados golpes. Raducanu se embolsó primera manga después de 58 minutos y lo celebró pidiendo el apoyo de la grada, que en esta ocasión estaba respaldando más a la canadiense.
Flushing Meadows volvió a vibrar cuando Fernández resurgió salvando tres pelotas de quiebre en el segundo juego y rompiendo ella el saque de Raducanu en el tercero. Pero Raducanu, inexpugnable en el aspecto mental, se esmeró en la devolución y recuperó el servicio.
Atascada en el saque, Fernández vio como Raducanu aceleraba hacia la meta y gozaba de dos pelotas de partido con 5-2. Fernández salvó la situación, pero luego la británica no perdonó y le endosó un 6-3.
Raducanu, con el trofeo, será la nueva 24 del mundo. La canadiense, la 27.