Paul Pogba recibió un durísimo castigo. La Fiscalía Antidopaje lo inhabilitó por cuatro años debido al positivo por testosterona que dio el pasado 20 de agosto en el duelo entre la Juventus y el Udinese.
El francés campeón del mundo solicitó un contranálisis en septiembre, pero el test confirmó el positivo. Hoy se conoció el dictamen. Luego de eso, Pogba se manifestó en su cuenta de Instagram.
"Hoy he sido informado de la decisión del Tribunal Nacional Antidopaje y creo que el veredicto es erróneo. Estoy triste, conmocionado y desconsolado porque me han quitado todo lo que construí en mi carrera como jugador profesional", afirmó.
"Cuando esté libre de restricciones legales toda la historia quedará clara, pero nunca he tomado, consciente o deliberadamente, ningún suplemento que viole las normas antidopaje. Como atleta profesional, nunca haría nada para mejorar mi rendimiento mediante el uso de sustancias prohibidas y nunca he faltado el respeto ni he engañado a otros atletas y seguidores de ninguno de los equipos con los que jugué o contra los que jugué. Como consecuencia de la decisión anunciada hoy recurriré ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo", agregó.
La defensa de Pogba se basó en la "no intencionalidad". Claramente no tuvo éxito. Ahora el galo iría al TAS.
Tras un opaco paso por el Manchester United, el jugador volvió a la Juventus en 2022 y firmó hasta 2026. La sanción va más allá de esa fecha. El elenco italiano aún no ha dicho qué hará en este caso.