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Superaron a la dupla N°1 en dobles y a varios Top 5.... Así fue el increíble camino al oro olímpico de Massú y González en Atenas 2004

Los tenistas hicieron historia en Grecia.

21 de Agosto de 2024 | 09:22 | Redactado por Felipe Lagos B., Emol
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Massú y González celebrando y Fish lamentándose.

Agencias/Emol
Se cumplen 20 años de una de las hazañas más grandes de la historia del deporte chileno. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2024, Nicolás Massú y Fernando González le dieron las primeras medallas de oro en una cita de los cinco anillos a nuestro país.

El "Vampiro" y "Mano de Piedra" tuvieron que superar a poderosos rivales en el cemento ateniense, incluyendo a la mejor dupla de la historia en dobles y varios tenistas ubicados en el Top 5. Repasa lo mejor de esa semana soñada en Emol.

El bronce en singles de González


El "Bombardero", de 24 años en ese momento, llegó como 21 del mundo a Atenas en una temporada irregular con buenos resultados (campeón en el ATP de Viña del Mar y en la Copa del Mundo por equipos en Düsseldorf) y con eliminaciones tempraneras en Grand Slams. Aún así, era de los tenistas que en un buen día era capaz de ganarle a cualquiera, y de allí su condición de 16° cabeza de serie.


González golpeando su derecha en Grecia.

- Primera ronda - vence a Konstantinos Economidis (239°, Grecia) por 7-6 (6) y 6-2.

El debut fue ante un local, invitado por la organización de los Juegos y que no tenía mucho currículum en el circuito. González se extremó para ganar en dos sets, sin jugar su mejor tenis, pero comenzaba a tomar ritmo en la cancha dura de la capital griega.

- Segunda ronda - vence a Hyung-Taik Lee (78°, Corea del Sur) por 7-5 y 6-2.

González se midió ante un complicado jugador asiático, especialista en superficies duras, y tras un primer set apretado que quedó del lado del chileno, el segundo fue más fácil y así se metió sin mayor problema entre los 16 mejores del torneo.


Andy Roddick, eliminado por González

- Octavos de final - vence a Andy Roddick (2°, Estados Unidos) por 6-4 y 6-4.

La primera gran prueba de fuego para el "Bombardero". Se enfrentó al mejor sacador del mundo en ese momento y dos del planeta en su superficie preferida. Roddick venía en su "peak" y llegaba como favorito al certamen, pero el chileno jugó uno de los partidos más memorables de su carrera para eliminar al estadounidense por un doble 6-4 sin mayores problemas.

- Cuartos de final - vence a Sebastien Grosjean (12°, Francia) por 6-2, 2-6 y 6-4.

Tras eliminar a uno de los favoritos a medalla, González buscó el paso a la lucha por el podio ante el octavo favorito del cuadro y uno de los escollos más complicados del circuito. El talentoso Grosjean era un hueso duro de roer para todos, pero el dirigido por Horacio de la Peña supo recuperarse tras perder su primer set del torneo y se llevó un triunfo brillante que lo metió entre los cuatro mejores.



- Semifinal - perdió con Mardy Fish (35°, Estados Unidos) por 6-3, 3-6 y 4-6.

Parecía una tarea fácil para González tras ganar el primer set sin problemas y luego quebrar el servicio del estadounidense en el arranque del segundo. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada al chileno, que sufrió la torcedura de un tobillo y desde entonces no fue el mismo.


El dolor de González por su lesión.

De allí, Fish tomó la iniciativa, dio vuelta el partido y al final le propinó una de las derrotas más duras de su carrera, dejándolo fuera de la pelea por el oro.



- Partido por el bronce - vence a Taylor Dent (28°, Estados Unidos) por 6-4, 2-6 y 16-14.

Tras el golpe de la derrota ante Fish, González disputó el bronce al otro día ante uno de los sacadores más potentes del Tour. Aún disminuido por su tobillo y pensando en la final por el oro en el dobles que se jugaba horas más tarde, el "Bombardero" ganó el primer set sin mayor esfuerzo, pero las cosas comenzaron a complicarse en el segundo parcial, donde bajó mucho su nivel y lo cedió rápidamente, afectado por la dolencia en su pierna.

El tercer set fue un thriller lleno de alternativas y máxima tensión. González se adelantó por 5-3 e incluso sirvió para ganar el bronce, pero no lo pudo cerrar y Dent le quebró para igualar la cuenta. El norteamericano se hacía implacable con su servicio y metía presión a un chileno que casi no tenía fuerzas en un set definitivo sin tie break, pero que aguantaba con lo justo, salvando dos puntos de partido con mucha garra.


La emoción del "Bombardero" ante Dent.

La cuenta llegó a 14 juegos iguales y allí el nacional aprovechó la vacilación de su rival para conseguir el ansiado break, luego no dudó y ganó el partido por un épico 16-14 en tres horas y 25 minutos que le valió subir a un podio olímpico por primera vez al tenis chileno.


El podio del singles con dos chilenos, imagen histórica.

La ruta del oro en dobles de González y Massú


La dupla dorada llegó sin muchas expectativas en el dobles de Atenas 2004, ya que no jugaban mucho en el circuito y solo lo hacían en contadas ocasiones como en la Copa Davis o también si coincidían en los mismos torneos. Pese a ello, tenían experiencia juntos desde juveniles jugando como pareja y las opciones de pelear una medalla no eran tan descabelladas. En aquel momento, Massú era 69 del planeta en dobles, mientras que González se ubicaba 88°.

- Primera ronda - vencen a Mark Knowles/Mark Merklein (Bahamas) por 7-5 y 6-4.

El estreno olímpico se dio ante unos viejos conocidos, la pareja bahameña se había medido a los chilenos en Copa Davis hace unos años atrás y tenia a Knowles (7° del mundo) como uno de los mejores doblistas de la época. Pese a ello, la dupla nacional se impuso en dos sets y puso primera en el cemento heleno.


Los chilenos lucharon con todo en la capital griega.

- Segunda ronda - vencen a Gastón Etlis/Martín Rodríguez (Argentina) por 6-3 y 7-6 (2).

Los chilenos chocaban ante un duro escollo, los trasandinos estaban entre los 20 mejores del orbe en dobles y eran los sextos favoritos del cuadro. Pero eso no importó, González y Massú demostraron que era su semana y se metieron en cuartos de final sin mayor inconveniente, pavimentando una ruta que poco a poco se fue llenando de ilusión.


Los hermanos Bryan, considerados los mejores doblistas de la historia.

- Cuartos de final - vencen a Bob y Mike Bryan (Estados Unidos) por 7-5 y 6-4.

El golpe del torneo. González y Massú habían ganado sus partidos de octavos de final en singles ese mismo día y por la noche tenían que jugar ante la mejor pareja de dobles de la historia (en ese momento eran tres del planeta y primeros favoritos en Atenas 2004). Jugando desde el fondo de la cancha, desdibujaron a los gemelos norteamericanos y se anotaron un triunfo histórico que les valió meterse en la lucha por las medallas del torneo por duplas.


Los croatas Ancic y Ljubicic, en el podio.

- Semifinal - vencen a Mario Ancic/Ivan Ljubicic (Croacia) por 7-5, 4-6 y 6-4.

El cansancio ya agobiaba a los chilenos, pero la gloria estaba a la vuelta de la esquina. Tras ganar sus duelos de cuartos de final en el singles, González y Massú jugaron la semifinal del dobles esa misma noche ante los "bombarderos" croatas Ancic y Ljubicic, dueños de potentes servicios y que venían de eliminar a varias parejas favoritas.

El primer set fue para los chilenos con un quiebre en el undécimo game, pero el segundo fue de los europeos por un estrecho 6-4 con un break en el décimo juego. El tercero fue de infarto, los croatas estaban más enteros y ganaban sus saques sin problemas, mientras que los chilenos sufrían para defender sus turnos de servicio, hasta que llegó el rompimiento en el 4-4 para la dupla criolla y a continuación en un game eterno se llevaron la victoria para meterse en la final por el oro.







- Final - vencen a Nicolas Kiefer/Rainer Schuettler (Alemania) por 6-2, 4-6, 3-6, 7-6 (7) y 6-4.

La historia más soñada tuvo un desarrollo increíble, digno de una película o un documental con un guion casi perfecto. González llegaba a jugar la final del dobles dos horas después de haber disputado el bronce del singles durante tres horas y media, mientras que Massú -ya instalado en la definición del oro que jugaría al otro día- tendría la misión que acarrear a la dupla ante unos alemanes descansados y llenos de confianza tras dejar en el camino a tres duplas preclasificadas.

Sin embargo, el partido -al mejor de cinco sets- parecía allanado para los chilenos. Ganaron el primer set fácilmente y se pusieron 4-2 en el segundo con todo a favor, pero "Mano de Piedra" empezó a perder fuerzas y los germanos remontaron, llevándose el parcial por 6-4 y luego se quedaron con el tercero por 6-3, aprovechando el bajón físico del tenista de La Reina.


Los alemanes Kiefer y Schuettler en la final.

El cuarto fue muy cerrado, no se dieron ventajas y llegaron a un tie break donde los alemanes se pusieron 6-2 arriba con cuatro puntos de partido ante unos nacionales ya sin bencina en el tanque, pero lo increíble ocurrió. González y Massú se quitaron todas las bolas de match en contra, dieron vuelta la cuenta con mucha garra y se adjudicaron el desempate por 9-7 mandando el partido al quinto set definitivo ante la incredulidad de sus oponentes y del público que aún estaba en la cancha ya en la madrugada de Atenas.

La última manga fue de antología, los chilenos quebraron de entrada, pero los alemanes respondieron y se pusieron 3-1 en ventaja. Parecía todo perdido, pero González y Massú sabían que era su historia, su semana, su oportunidad, y ganaron cinco de los últimos games y cerraron su hazaña con un 6-4.


Una imagen para la historia, los chilenos con la bandera nacional.

Servicio de González, devolución larga de Schuettler y locura total para el país, de forma heroica Chile subía por primera vez a lo más alto de un podio olímpico y el himno nacional sonó pasadas las tres de la mañana en Atenas. Inolvidable.


El podio del dobles en Atenas 2004.

La ruta dorada de Massú al oro en el singles


El "Vampiro", de 24 años en ese instante, era el número 14 del mundo y vivía una campaña con muchos altibajos. Muy agobiado por la presión de ser Top 10, desperdiciando muchas chances para hacerlo, el dirigido por Patricio Rodríguez llegaba lleno de dudas a Grecia y sin triunfos fuera de la arcilla hasta ese momento en 2004. De hecho, el récord del viñamarino era 0-7 (0-8 en total) en torneos que no eran en polvo de ladrillo, por lo que nadie podía anticipar lo que vendría.


El brasileño Gustavo Kuerten.

- Primera ronda - vence a Gustavo Kuerten (20°, Brasil) por 6-3, 5-7 y 6-4.

Massú, 10° cabeza de serie del tenis olímpico, tuvo un pésimo sorteo para comenzar su camino en Atenas. Le tocó nada menos que el brasileño "Guga" Kuerten, ex número uno del mundo, y el jugador de mejor ranking que no era preclasificado. Sin embargo, el criollo hizo click y jugó de manera brillante para superar al histórico tenista de Florianópolis en tres sets, obteniendo su primera victoria del año en canchas duras.

- Segunda ronda - vence a Vincent Spadea (23°, Estados Unidos) por 7-6 (3) y 6-2.

Envalentonado por el triunfazo ante Kuerten, el viñamarino se midió en segunda vuelta al complicado estadounidense, que en un buen día le podía amargar la jornada al más linajudo. Pero eso no ocurrió en Grecia, el "Nico" sacó la tarea en dos sets y ya tenía un par de triunfos en otra superficie que no fuera arcilla en 2004.


Massú, emocionado en el piso.

- Octavos de final - vence a Igor Andreev (52°, Rusia) por 6-3, 6-7 (4) y 6-4.

El chileno tenía en frente a un peligroso y joven talento ruso que ya amenazaba en el circuito. Fue una dura batalla de casi tres horas en la que el "Vampiro" se impuso en tres sets y dio el paso a los cuartos de final, a un escalón de luchar por una medalla en individuales.




- Cuartos de final - vence a Carlos Moyá (4°, España) por 6-2 y 7-5.

Duelo estelar en la ronda de los ocho mejores, Massú tenía que medirse ante el legendario jugador español, que estaba cuatro del mundo y era el gran favorito al oro tras las eliminaciones de Roger Federer (1°) y Andy Roddick (2°). El partido se jugó en la cancha central del complejo olímpico ateniense y el chileno estuvo iluminado, jugando un tenis brillante arrolló al hispano en dos sets, incluyendo el match point que ganó con la raqueta con las cuerdas rotas. La ilusión por una presea ya no era un sueño, era real.




- Semifinal - vence a Taylor Dent (28°, Estados Unidos) por 7-6 (5) y 6-1.

El chileno llegaba como favorito ante el estadounidense, dueño de un temible servicio y una gran volea, y que venía de eliminar a la sorpresa del torneo Tomas Berdych, el checo que dio el gran batacazo al derrotar a Federer en segunda vuelta. Massú no se intimidó, lució un tenis preciso y efectivo, y tras ganar el primer parcial en un tie break dramático, aplastó al poderoso Dent y aseguró su puesto en la lucha por el oro. Más tarde, hizo lo propio en el dobles, y en un solo día el tenista viñamarino ya tenía dos medallas en su poder, solo faltaba saber si era la plata o el preciado metal dorado.




- Final - vence a Mardy Fish (35°, Estados Unidos) por 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4.

Massú afrontó el partido más importante de su vida horas después de la emoción increíble del oro en el dobles, que terminó pasadas las tres de la mañana. Casi sin fuerzas, el viñamarino entró a la cancha a disputar lo más alto del podio en Atenas 2004 ante el verdugo de González, que frustró la soñada final chilena. El inicio fue perfecto, prácticamente con piloto automático, el nacional se llevó el primer parcial con comodidad, pero dando evidentes muestras de cansancio.

En el segundo parcial, el "Vampiro" ya no podía más, Fish lo aprovechó e igualó la cuenta. No solo eso, también lo aplastó en el tercero y todo parecía de trámite rápido para el norteamericano. Pero esa semana todo lo malo se daba vuelta a favor de los chilenos y la historia dio un nuevo vuelco inesperado.





El "Nico", muy apoyado por el público, tomó nuevos bríos luego de un polémico cobro de una pelota en su contra en el cuarto set y se repuso para ganarlo por 6-3 ante el asombro de todos.

El quinto episodio fue un resumen de lo que fue Atenas 2004 para Massú. Quebró tempranamente, pero el estadounidense le devolvió la gentileza de inmediato y de vuelta el chileno le rompió a su rival, ventaja que defendió con uñas y dientes hasta conseguir el triunfo por 6-4.


Euforia total.

Una epopeya inigualable hasta hoy, la gloria eterna, el pasaje al olimpo, en cuatro horas de batalla, Nicolás Alejandro Massú Fried llevó al deporte chileno a su más grande hazaña. Una historia irrepetible y se contará hasta la eternidad.


Para la historia.
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