Este lunes 01 de agosto comenzará el uso obligatorio del sistema de facturas electrónicas. Pero no todo es malo. A pesar que muchas pequeñas y medianas empresas urbanas todavía no implementan esta tecnología, quienes ya lo han hecho han empezado a aprovechar su uso y ver sus beneficios.
¿Cómo tener estos buenos resultados? La clave está en aprovechar esta tecnología al máximo. Por ejemplo, este sistema significará para muchas empresas un menor costo al momento de emitir facturas. Con esta plataforma, obviamente ya no será necesario que una persona vaya a dejar este documento y otro deba recibirlo. Además, se puede saber automáticamente su estado y existe un respaldo en línea de cada una de ellas, ahorrando costos en impresión, distribución y seguimiento de las facturas.
Por otro lado, esta tecnología puede funcionar especialmente para cada pyme. Dependiendo de la opción de factura electrónica que se elija, el sistema puede permitir desde emitir y recibir documentos electrónicos, hasta hacer seguimiento de éstos y ver cuándo son recibidos, aceptados o rechazados.
Es por esto que al momento de elegir una solución de factura electrónica, es necesario que las pymes sepan del todo cuáles son sus opciones. La mejor alternativa para sacar provecho de esta tecnología es optar por una que sea autoinstalable y con enrolamiento asistido, de así su adopción será más fácil y transparente. Una característica que además, puede prevenir de mejor manera que ocurran fraudes con estos documentos.
Finalmente, algo que debes tener en cuenta es si realmente debes tener facturación electrónica. De acuerdo a la Ley 20.727 todas las pymes ubicadas en sectores urbanos, con ingresos mayores a 2.400 UF y menores a 100.000 UF, deben contar con facturación electrónica.
No obstante, aquellos contribuyentes que desarrollen su actividad económica en un lugar sin cobertura de internet, sin acceso a energía eléctrica o estén dentro de las zonas decretadas como de catástrofe podrán seguir usando documentos tributarios en papel.