BLOOMBERG.- Hace cinco años, Matthew Moody murió cuando la avioneta en la que viajaba se estrelló durante un vuelo de observación en un cañón en California.
Su padre, Michael Moody, sabía que su hijo de 26 años había estado minando Bitcoins -cada uno de los cuales vale hoy miles de dólares-pero no tenía idea de cuántos tenía ni cómo encontrarlos. Michael Moody ha pasado los últimos tres años buscando las respuestas.
"Mi hijo fue, en realidad, una de las primeras personas en minar Bitcoins", dijo Moody, ingeniero de software retirado. "Usaba su computadora en casa para minar Bitcoins cuando realmente se podía hacer de esa manera... y tenía varios, pensamos".
La naturaleza descentralizada y no regulada de Bitcoin significa que sin las claves para acceder a la billetera virtual de su hijo, alojada por blockchain.info, Moody no tiene forma de acceder a los fondos.
Y es casi imposible saber si una persona está sentada sobre una fortuna o solo unos cuantos centavos, ya que las billeteras pueden contener una cantidad ilimitada de direcciones únicas o identificadores, con Bitcoins asignados a cada una. Sin conocer todas las direcciones, no es posible localizar cada moneda.
Blockchain.info no respondió a las solicitudes de comentarios sobre esta historia."No hay ninguna autoridad a la que se pueda apelar para arreglar esto", dijo Nolan Bauerle, director de investigación en el sitio web de análisis de criptomonedas CoinDesk, acerca del hecho de que las reservas de Bitcoin de una persona se vuelven inaccesibles después de fallecer. "Esas monedas estarían abandonadas".
Moody dice que los jóvenes emprendedores, que no están familiarizados con las monedas digitales emergentes, deben estar mejor informados sobre las medidas necesarias a tomar para asegurar que sus inversiones estén adecuadamente garantizadas, tanto para ellos mismos como para sus futuros herederos.
Las ofertas de monedas
En la década de los noventa, el legado digital de alguien podría sólo haber significado cuentas de correo electrónico, pero hoy eso se extiende a contraseñas, copias de seguridad cifradas de dispositivos, archivos de fotos, datos personales que guardan los buscadores, anunciantes y redes sociales, y ahora, criptomonedas.
En el joven mercado, las preguntas sobre lo que le sucede a las fichas legítimas de una persona al morir son numerosas. Pero luego de una serie de demandas, los legisladores estadounidenses pronto decidirán si una divisa digital adquirida en se considerará igual que una acción comprada.