SANTIAGO. El Presidente Mauricio Macri declaró ayer a Argentina "en emergencia" y anunció una política de ajuste para enfrentar la crisis, entre las que considera impuestos a las exportaciones trasandinas.
"En estos meses se desataron todas las tormentas juntas pero no por eso vamos a perder todas las esperanzas", declaró Macri.
El aumento de los impuestos a los envíos y el objetivo de conseguir en 2019 un equilibrio fiscal son algunas de las medidas que el Gobierno presentará este martes en Washington en la reunión con el Fondo Monetario Internacional para renegociar el acuerdo stand-by por US$50.000 millones aprobado en junio.
La idea de la Casa Rosada es conseguir el envío anticipado de los fondos del FMI para garantizar el cumplimiento de los compromisos financieros el año próximo y recuperar la confianza de los mercados.
El vecino país atraviesa una crisis que llevará al país a registrar este año una recesión mayor a la pronosticada, según reconoció el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con un marcado retroceso productivo, fuertes desequilibrios en las balanzas externas y un alza de la inflación que en los primeros siete meses llegó a casi un 20%, pero que podría superar el 40% para fin de año, tras la última corrida cambiaria, de acuerdo a las proyecciones del mercado.
Expertos analizan los impactos de medida contra las exportaciones
"Un aumento de impuesto a las exportaciones, tiene dos objetivos base, la necesidad de fondos públicos y la de estabilizar los precios internos. En este caso, la medida tiene como fin principal, claramente la recaudación de fondos, en el marco de un peso argentino que se ha depreciado más un 100% desde agosto de 2017 a la fecha y más del 50% en lo que va del 2018", indicó Rodolfo Vilches, socio fundador de Velasco, Rioseco & Asociados y ex negociador de la Direcon.
US$6.000 millonessería el ahorro fiscal del próximo año... La meta es llegar a un superávit de 1% en 2020
El
analista argentino del fondo de inversión Vision Aconcagua, Luis Godoy, apuntó que "si bien las retenciones son negativas y uno puede mirar que resta competitividad, lo real es que el salto que ha tenido el tipo de cambio por estos días... no debería afectar los envíos argentinos", ya que el alto retorno compensa el impuesto.
Sobre los impactos, Alejandra Marinovic, académica de la Escuela de Negocios de la U. Adolfo Ibáñez, sostuvo que "en el corto plazo Argentina deberá pagar un alto costo social. Si bien es un golpe negativo a la competitividad directa de los exportadores hoy, es una medida que apunta a recobrar una trayectoria razonable en el mediano plazo, única forma de que sean competitivos en el mediano plazo".
Respecto a los posibles efectos que podría tener la medida en el comercio exterior nacional, Godoy, indicó que "no vemos que haya algo ni que perjudique ni que favorezca al sector exportador chileno, es una medida que no cambia mucho las cosas".
En esa línea, Marinovic complementó que "Argentina es un gran exportador de commodities agrícolas, principalmente soja, maíz y trigo, mientras que Chile exporta otros productos.
Hay algunos mercados en los cuales competimos, pero no son los mercados más importantes a nivel global".
En una mirada más amplia, Vilches expresó que "en el corto plazo, preocupa los efectos que podría tener en Chile y en la región una profundización de la crisis, por ejemplo, ya se habla de una posible renegociación del acuerdo por parte de FMI".
De todas formas, el ex negociador de la Direcon dijo que "si bien existen productos en los cuales ambos países compiten en los mercados globales como vinos, frutas, hortalizas, agroindustria, lácteos, etc., si uno analiza los principales productos de exportación, ambos países poseen entre sus 10 principales productos de exportación relaciones comerciales complementaria". No obstante, Chile al poseer una mayor red de acuerdos comerciales, "le permite entrar en una mayor diversidad de mercados con preferencia arancelaria".
