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El debate que abrió Fernando Barros en el mundo empresarial chileno por sus fuertes reparos a la COP25

Gremios, altos ejecutivos y el mismo Gobierno comentaron las declaraciones del abogado y consejero de la Sofofa que cuestionó la cumbre climática que se realizará en diciembre en Chile.

10 de Septiembre de 2019 | 08:00 | Por Patricia Marchetti Michels, Emol
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Terreno en la comuna de Cerrillos donde se albergará la mayor cumbre mundial de la crisis climática y que se realizará entre el 2 y el 13 de diciembre. Se espera que asistan entre 20 mil y 25 mil personas.

El Mercurio
SANTIAGO.- Las posiciones al interior del mundo empresarial chileno respecto a la COP25 y su realización en el país parecen estar divididas. Al menos así quedó de manifiesto después de que el abogado y consejero de la Sofofa, Fernando Barros, criticara desde el debate en torno al cambio climático, hasta el hecho de que el mundo empresarial esté, en parte, financiando el evento de diciembre.

Es que las declaraciones del presidente del directorio de Oxiquim y ex vicepresidente de Icare, no encontraron apoyo ni en los principales gremios empresariales ni en el Gobierno. Sin embargo, según constató Emol, otros empresarios y algunos altos ejecutivos lo calificaron de "valiente" y, en definitiva, coincidieron en sus críticas respecto a la cumbre internacional.


Primero, Barros deslizó su postura el viernes pasado a través de una columna en el Diario Financiero. Allí acusó que el debate en torno a la crisis climática "ha sido capturado por intereses comerciales e ideológicos y por presentaciones más bien propias de un teatro del terror".

"Es lamentable que el mundo empresarial aparezca validando la COP25, un encuentro donde ya se anticipa un discurso contrario al modelo de desarrollo y el libre emprendimiento", agregó el socio fundador del reputado bufete de abogados Barros & Errázuriz.

Esas mismas opiniones las profundizó el sábado en una entrevista con El Mercurio y reveló la división que hay dentro del mundo empresarial: "Yo sé de muchas empresas que no han querido concurrir, porque se dan cuenta que esto es un tema que, en términos vulgares, se está chacreando. Claramente tiene un sentido ideológico, la última de las preocupaciones es el tema climático, sino más bien es una postura ideológica".

De inmediato el mundo empresarial chileno reaccionó, pues Barros no es una voz que pase desapercibida dentro del sector. Egresado con máxima distinción de la Universidad de Chile (1982), el abogado se especializó en materias tributarias en Harvard y en el London School of Economics y, desde hace más de 20 años, se le conoce por ser parte del círculo cercano del actual Presidente Sebastian Piñera.

De hecho, en 2007 Barros estuvo a cargo de su defensa por los cargo que levantó la SVS en contra del entonces empresario a raíz de la cuestionada operación en Lan. Y también se encargó personalmente de elaborar los dos fideicomisos de Piñera cuando fue candidato a La Moneda.


Otro de los eventos que ha marcado su carrera fue cuando en 1998 defendió a Augusto Pinochet en Londres, después de haber sido detenido. Barros se encontraba viviendo en la capital inglesa durante un año sabático con su familia cuando se dieron los hechos y se le solicitó asumir el manejo comunicacional del caso.

Hoy, además de su trabajo en Barros & Errázuriz, es también parte de la Fundación Pro Bono donde asesora a los Legionarios de Cristo, movimiento católico al que llegó a través de su rol como apoderado de sus 13 hijos en el Colegio Cumbres y que cuenta entre sus filas a empresarios como Eliodoro Matte y Guillermo Luksic.

Empresarios responden: las dos posturas

El primero en reaccionar ante las críticas de Barros fue el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte. Algo esperable, ya que el tributarista es actualmente consejero del gremio empresarial. Así, en entrevista con El Mercurio, Larraín le respondió directamente este domingo: "(El calentamiento global) se funda en análisis científicos serios y rigurosos, y no como cree Fernando, en intereses ideológicos o económicos".

Hoy lunes, amplió su análisis en una columna conjunta con el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino. "Se nos critica porque al ser protagonistas, pasaremos a ser cómplices de las conclusiones de esta COP25. Esas críticas parecen ignorar que en el contexto del desafío de enfrentar el cambio climático, temáticas como descarbonización, energías renovables, bosques sumideros, electrificación o gasificación de transporte (...) no sólo serán protagonistas de los debates de esa semana en diciembre, sino que, más importante, están cambiando la economía del mundo".

"La activa presencia del sector empresarial en la COP25 es una oportunidad única de aprender, contribuir, dar contenido e incluso tensionar la discusión sobre una serie de temas que a ratos se tratan sin la objetividad y profundidad científica requerida"

Bernardo Larraín y Joaquín Villarino, columna en El Mercurio

Y remató recalcando que sumarse a la cumbre climática "no hipoteca el legítimo derecho a discrepar, antes, durante y después del evento".

A las palabras de Larraín Matte y Villarino se sumó el líder del gran empresariado, Alfonso Swett, quien dijo a Emol que "el cambio climático es un riesgo, sin lugar a dudas. Hoy día nadie ni ningún sector tiene dudas sobre sus riesgos (...) lo que yo puedo decir, es que la Confederación para la Producción y el Comercio y sus seis ramas estamos absolutamente comprometidos".

También el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Ricardo Ariztía, tuvo palabras para Barros y, en radio Duna, tomó bando: "Leí a Fernando, me informé de todos los antecedentes, vi la respuesta de la Sofofa y de Bernardo Larraín, y yo, la verdad, es que estoy por la línea de la Sofofa".

"La COP25 viene y si viene, aquí había dos alternativas, o hacer la de Fernando Barros y tomar precauciones, en fin, o simplemente tomarlo como una oportunidad para Chile para explicar al mundo y a los medioambientalistas que vienen del extranjero que nosotros sí estamos haciendo todos los esfuerzos para cumplir en la mejor forma posible con el medioambiente y eso es lo que queremos demostrar, y hablo por la agricultura", dijo.

"Ya se pasó de lo científico a un fanatismo ecológico casi religioso e ideológico, donde cualquier opinión discordante hace que te caricaturicen y tilden automáticamente de 'negacionista'. Las anteriores COP no han servido para mucho, mejor gastar plata en ciencia pura y objetiva y no en el 'bla bla' de estas mega reuniones que muchas veces son más circo que nada"

Empresario chileno
Pero dentro del mundo empresarial no todos discrepan con el abogado. Según constató Emol, el tributarista sí cuenta con apoyo dentro del sector privado, aunque los que comparten su postura prefieren no manifestar su opinión en público.

"Se agradece su valentía y el que haya alguien que pueda ir en contra de la corriente imperante que muchas veces es irreflexiva. Él expuso todo de una manera al menos coherente y se podrá discrepar, pero no cabe la caricatura", dijo un alto ejecutivo en medio del debate generado.

Otro empresario nacional agradeció las palabras de Barros y su advertencia respecto al conflicto que generará para las empresas el evento y disparó contra la columna de Larraín Matte y Villarino, tildándola de "la obra maestra de la corrección política. ¡De manual!".

También otro gerente defendió que el abogado "en ninguna parte niega nada respecto al cambio climático, sino que alude directamente a lo ideológico de la discusión y a lo manejado mediáticamente de todo lo que rodea el debate".

La respuesta del Gobierno y de la organización de la COP25

Las palabras de Barros llegaron hasta La Moneda y el primero en salir al paso de sus críticas fue el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, quien en El Mercurio opinó que "pretender que la discusión sobre cómo abordamos el problema se tenga entre cuatro paredes, entre solamente los expertos, es no entender el mundo en que vivimos".

"La recepción que ha habido del mundo privado en su inmensa mayoría ha sido muy positiva, tanto del financiamiento como de otros aportes. La disposición del empresariado ha sido siempre positiva pese a no estar de acuerdo siempre"

Juan Carlos Jobet, ministro de Energía

Por su parte, el titular de Agricultura, Antonio Walker, recalcó en radio Duna que la crisis climática "llegó para quedarse y hay que enfrentarla". "El empresario que no se sume a esta producción sustentable no puede seguir produciendo y el mercado lo va a castigar (...) el que se sume a esta sustentabilidad le va a ir bien desde el punto de vista económico".

La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, principal encargada de la COP25, recalcó ante las declaraciones de Barros que "el cambio climático es una realidad innegable, así lo ha demostrado la ciencia de manera contundente (...) Lo que corresponde es actuar, la COP25 es una gran oportunidad para actuar unidos".

Consultada específicamente por las críticas del abogado -quien fue socio de su esposo, Gonzalo Molina, por 17 años en Barros & Errázuriz-, Schmidt se limitó a enfatizar que "las declaraciones de todos los dirigentes empresariales, de la Sofofa, la CPC, la SNA y el Consejo minero, han sido categóricas en ser parte de la solución. El sector privado está participando con fuerza y de manera transversal para ser parte de la solución y por eso se han sumado de manera mayoritaria a la COP".

Durante la jornada del lunes, también la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, y el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, se refirieron a las declaraciones de Barros, defendieron que el cambio climático es algo que no se puede negar y recalcaron la importancia de la cumbre de diciembre.

Asimismo, el gerente general de la COP25, Cristián Varela, defendió que "nosotros hemos estado reunidos constantemente con el mundo empresarial en este año y el apoyo es transversal. El compromiso con la causa de la acción climática, la importancia de la acción que tiene que ejercer el sector privado es algo que todos reconocen".

"Siempre van a haber algunos que se manifiesten en contra, tenemos algunos científicos y algunos empresarios, y es algo que va a ocurrir de aquí hacia adelante y tenemos que estar preparados para esto, pero estamos muy tranquilos porque vemos que es abrumador el apoyo que recibe esta causa en el mundo privado", agregó.

En ese sentido, Varela detalló que el objetivo del Gobierno es que el mundo empresarial chileno aporte con US$20 millones para la realización de la cumbre. De dicha suma, "faltan entre US$6 y US$7 millones adicionales todavía", reveló comentando que algunas compañías han manifestado sus intenciones de donar bajo el anonimato para que no sea crea que buscan "influir o hacer greenwashing" al estar aportando.
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