António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
AFP
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió este martes que el organismo mundial enfrenta su peor crisis de efectivo en aproximadamente una década, por lo que corre el riesgo de incumplir los pagos al personal y a los proveedores.
El problema pasa principalmente porque muchos miembros están atrasados en sus pagos, lo que ha obligado a la ONU a recortar viajes, compras de bienes y servicios y conferencias, según explicó Guterres. La crisis monetaria está "socavando la implementación de los mandatos decididos por los órganos intergubernamentales", agregó en un comunicado.
Para este año, 129 de los Estados miembro de la ONU deberían pagar un total de US$2.000 millones para el presupuesto regular de la organización. Sin embargo, alrededor de US$1.400 millones siguen pendientes.
Entre los 64 países que aún no han pagado sus cuotas de 2019 en su totalidad se encuentran Argentina, Corea del Sur, Israel, Arabia Saudita, Senegal y Estados Unidos.
A principios de este año, Guterres advirtió que la ONU estaba luchando con un déficit de financiamiento cada vez peor para las operaciones de mantenimiento de la paz, así como en su presupuesto regular, debido a que los Estados miembro no pagan lo que deben y las normas presupuestarias bizantinas limitan la capacidad de la ONU para mover su dinero entre cuentas.
La ONU ya ha estado haciendo recortes desde principios de año, retrasando la contratación y conteniendo los gastos a nivel mundial para evitar que crezca el déficit de efectivo.
Sin esas medidas, afirma Guterres, la escasez en octubre podría haber alcanzado los US$600 millones y la organización no habría tenido la liquidez para apoyar la apertura del debate de la Asamblea General y las reuniones de alto nivel el mes pasado.