SANTIAGO.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó en 1,2 puntos sus perspectivas de crecimiento para la economía chilena en 2019 debido a las protestas sociales y a la inestabilidad de la región.
Así, en su informe semestral publicado este jueves, la OCDE redujo sus estimaciones de expansión para este año desde el 3,4% proyectado en mayo, hasta un 2,2%. Además, para 2020 bajó nueve décimas sus proyecciones y las ubicó en 2,4%., mientras que para 2021 auguró que el PIB de Chile crecerá 3,5%.
Cabe recordar que la economía nacional registró un crecimiento de 4% en 2019, la mayor subida en cinco años. Tras esos datos, la entidad internacional indicó en su informe que prevé que la actividad se reforzará en los próximos años de forma gradual gracias a la reforma tributaria y las financieras que respaldarán la inversión, mientras se mantiene el consumo interno por el aumento de salarios y bajas en la tasas de interés.
La OCDE consideró además que la política fiscal necesita encontrar un equilibrio entre la necesidad de un mayor gasto social y la prudencia para poder cumplir con las reglas fiscales.
La crisis social y su efecto en las proyecciones
En cuanto al estallido social que vive el país desde hace más de un mes, la entidad apuntó que una política fiscal sostenible y los "sólidos fundamentos macroeconómicos deberían respaldar el crecimiento pese al impacto negativo de las protestas en el último trimestre de 2019 y las condiciones adversas".
"El fracaso o la demora en implementar las necesarias y ambiciosas reformas sociales conduciría a un crecimiento más débil que el proyectado actualmente"
OCDE
"Sin embargo, las proyecciones están sujetas a una considerable incertidumbre debido a los actuales disturbios. Las causas del estallido deben ser abordadas para impulsar el bienestar de los hogares y fortalecer la confianza empresarial", recomendó.
Apuntó además que "el fracaso o la demora en implementar las necesarias y ambiciosas reformas sociales conduciría a un crecimiento más débil que el proyectado actualmente".
"El ambiente externo sometido, impulsado por las tensiones comerciales y las inestabilidades regionales, también es un riesgo a la baja. Por el lado positivo, la implementación completa de la ambiciosa agenda de reformas estructurales podría aumentar la inversión más de lo previsto", concluyó el informe.