El peso se deprecia en un 20%. El Banco Central eleva la tasa de interés a un 40% anual.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprueba un préstamo que se eleva a los 50.000 millones de dólares.
Se produce una huelga general en rechazo al acuerdo logrado con el FMI.
Protestas se observan en Buenos Aires y otras cuidades del país.
El gobierno de Mauricio Macri adopta medidas de austeridad para reducir el déficit fiscal.
El FMI aumenta su paquete de ayuda a 57.000 millones de dólares. El Banco Mundial concede crédito por 950 millones de dólares.
Decenas de miles de personas se manifiestan en Buenos Aires en contra de las medidas de austeridad.
El gobierno congela los precios de los alimentos básicos y las tarifas de los servicios públicos.
Nueva huelga general.
El peronista Alberto Fernández consigue el 48% de los votos en las primarias, acompañado en el ticket por Cristina Fernández como vicepresidenta.
Macri aumenta el salario mínimo, reduce el IVA para alimentos y el impuesto a la renta, y congela los precios de los combustibles.
Renuncia el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Argentina plantea al FMI un reperfilamiento que le permita postergar vencimientos de deuda.
Se impone control cambiario que limita a 10.000 dólares mensuales la adquisición de divisas para particulares y restringe las transferencias al exterior de las empresas.
Se decreta una ley de emergencia alimentaria.
Alberto Fernández gana las elecciones presidenciales, derrotando al Presidente Mauricio Macri.
Un día después de perder las elecciones, Macri endurece el control cambiario.
Fernández anuncia que no solicitará el desembolso del último tramo del préstamo del FMI.
Se decretan medidas de emergencia económica.
Fernández confirma que Argentina está en "virtual default".
Entra en vigencia la ley que declara la emergencia económica en Argentina.