La propagación del coronavirus a nivel global ha hecho que la economía mundial se vea afectada. La rápida aparición de casos ha generado que diversos países opten por aplicar cuarentena, cerrar comercios e incluso la restricción extrema de cerrar sus fronteras.
Esto hace recordar, en términos económicos, lo ocurrido el año 2007, justo antes de que reventara la burbuja inmobiliaria y se diera la posterior recesión global. En esa oportunidad y tras años de alzas progresivas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) -sumado a la baja en el precio de las viviendas adquiridas- hubo un aumento en la tasa de morosidad y en el nivel de ejecuciones (embargo).
Hoy en día, la deuda en el sector empresarial de Estados Unidos asciende al 75% del PIB del país, rompiendo el récord establecido en el año 2008, tal como lo señaló el inversionista Ruchir Sharma, en una columna para el New York Times.
Por otra parte, los aeropuertos vacíos, los trenes en Europa sin pasajeros y restaurantes sin público, ya están perjudicando gravemente a la economía mundial.
Por lo mismo, cuanto más se propague el coronavirus, mayor es el riesgo de que se entre en una crisis económica. Esto haría que diferentes empresas no puedan pagar sus compromisos financieros, al igual como se vio con las hipotecas de alto riesgo durante la crisis subprime, afirmó Sharma.
A su vez, el mismo especialista, en su columna recalcó que este virus está golpeando a una economía mundial cargada con niveles rércord de deudas.
Con respecto a lo que se vive hoy a nivel mundial, la rápida propagación del virus ha hecho que el desarrollo de esta crisis sea diferente a lo que se vivió hace ya más de una década. Ante esto, el economista chileno de la UDD, Cristián Echeverría, afirmó que las consecuencias económicas pueden ser aún mayores que las que se vieron con la crisis subprime.
"Esto va a ser global y está siendo simultáneo y eso dos aspectos lo convierten ya en órdenes de magnitud de mayor impacto tanto global como para nuestra economía. Esto va a ser en órdenes de magnitud mayor que la crisis subprime", sostuvo.
Además, agregó que "si en la crisis subprime nuestro PIB cayó un 4% ese año, es previsible que producto del virus sea comparable o más, y podría ser el doble de impacto económico. El impacto sobre la actividad económica marzo, abril, mayo, junio, julio, hasta agosto quizás, puede involucrar una caída del PIB de esos 6 meses, de Imacec medidos, del 5% y hasta el 10%, puntualmente en algunos meses".
Cabe señalar que el lunes se registró la mayor caída del IPSA en los últimos treinta años, ya que tuvo un desplome del 14,31%, doblando la que había sido su mayor caída histórica. La baja más fuerte que se había registrado hasta hoy data del 10 de septiembre de 1988, cuando disminuyó un 7,37%.
A su vez, Wall Street el día lunes se desplomó un 12,93%, siendo su peor caída desde 1987. El Dow Jones Industriales, su principal indicador, perdió casi 3.000 puntos en una jornada marcada por el parón de las operaciones y por los estímulos de la Fed.
A estas cifras se suman la caída del cobre, el que ese mismo lunes se desplomó debido a la propagación de coronavirus, cayendo casi un 6% en la Bolsa de Metales de Londres, bajando de los US$2,24 por primera vez en más de tres años. Con eso, el metal rojo cerró en US$2,3636 la libra contado 'grado A'.
Si bien estos números han reflejado lo que se vive actualmente en los mercados, Echeverría ve que a diferencia de lo vivido en la crisis subprime, esto ha provocado una organización diferente a lo ocurrido el 2007, independiente de que esto podría ser mucho peor en lo económico.
"Podría ser mucho peor en términos de la actividad económica. En otro sentido no tan peor, ya que hay lineamientos y hay contexto en que todos sabemos que estamos viviendo y hay recomendaciones del Gobierno, Ministerio, de las asociaciones empresariales, por ejemplo, de la paralización de actividades, el envío de los trabajadores a las casas o los ritmos anormales de actividad no involucran despidos, por ejemplo. En la crisis subprime era una crisis económica y la gente fue despedida y eso puede paliar un poco", apuntó.
Para el también economista, Tomás izquierdo, "hay diferencias importantes" entre lo que está ocurriendo con el coronavirus y la crisis subprime.
"Lo primero es que la crisis subprime tiene su inicio en Estados Unidos, en el mercado financiero y de ahí vino un contagio a Europa y después al resto del mundo. En este caso, en cambio, la crisis tiene un inicio simultáneo prácticamente en el grueso del mundo y eso marca una diferencia muy significativa", afirmó Izquierdo.
Asimismo, agregó que "esto es una crisis que afecta tanto a la oferta como a la demanda. Es un shock de oferta y de demanda".
14,31% Fue lo que cayó el IPSA el lunes, lo que se traduce en su mayor descenso desde el 10 de septiembre de 1988.
A su vez, recalcó que "aquí, a diferencia de esa oportunidad, la efectividad de las políticas fiscales y monetarias es distinta, yo diría que es bastante menor. Cuando tú tienes un colapso del mercado financiero con un ajuste de precios significativo, como fue la crisis subprime, la política monetaria tiene un impacto directo y muy favorable sobre ese tipo de crisis. En este caso el impacto de la política monetaria es más acotado".
Sobre si Chile está bien aspectado para lo que se viene como se vio en la crisis Subprime, Echeverría afirmó que "este es el caso clásico de un riesgo no diversificable. En el caso de la crisis Subprime teníamos la ventaja en el sentido de que si bien somos una economía pequeña y muy abierta al comercio internacional y todo lo que pasa en el resto del mundo nos afecta, pero en esa época la crisis subprime funcionaba escalonadamente y eso nos dio un respiro".
"Cuando estalló la crisis subprime en Estados Unidos, a nosotros no nos pasó nada, cuando irradió a Europa entre el 2009 y el 2010, algo empezamos a sentir. En este caso este es un fenómeno global y de muy rápido desarrollo", concluyó Echeverría.