Son dos mil contratos los que en el Ministerio de Vivienda mantienen actualmente en ejecución para la construcción de un total de 94.449 viviendas sociales en todo el país, lo que significa una inversión fiscal de US$3.600 millones y 117 mil puestos de trabajo. Por eso, ante las inminentes paralizaciones de obras producto de la crisis del Covid-19 en el país, desde la cartera miran con atención la evolución de la enfermedad.
La cifra de contagiados en el país ya superó la barrera de los mil y, de acuerdo al último balance del Ministerio de Salud, son tres las personas fallecidas producto del virus en Chile. Así, cada días las medidas del Gobierno para disminuir su propagación van aumentando y, junto con ello, el freno en distintos sectores económicos, como la construcción.
En medio de ello, en conversación con Emol, el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, aseguró, respecto al levantamiento de obras de viviendas sociales, que "nosotros sabemos que en situaciones extremas de paralización, de ralentización de la economía, es evidente que se puede producir una baja en los proyectos nuevos que se vayan a iniciar. Y eso es un tema que se ha visto, que se ha analizado".
Dicho eso, sostuvo, en lo que respecta a su cartera, que aún "no ha habido suspensiones masivas de obras ni mucho menos", pero "evidentemente", añadió, "estamos buscando el apoyo necesario para que la continuidad de las obras se produzcan, siempre teniendo en vista la seguridad de los trabajadores en el tema sanitario y buscando proteger el empleo".
De hecho, recalcó que actualmente el foco está puesto en la salud y en la seguridad de empleo de los trabajadores, sumado a evitar el "abandono" de proyectos.
"Lo peor que le puede pasar a un proyecto es que una vez que se suspenda la obra, ésta quede abandonada. Eso es lo peor que puede pasar, porque eso retrasa la entrega de vivienda a las familias y genera una pérdida de empleo gigante. Y evidentemente produce un costo mayor para el Ministerio de Vivienda, que es el mandante, el que encarga la obra", sostuvo Monckeberg.
Así, para evitar aquello, dio cuenta de un plan que está impulsando la cartera -y contemplado en el paquete de casi US$12 mil millones anunciado por el Ejecutivo para combatir los efectos del Covid-19- para garantizar pagos con miras a velar por la continuidad en la construcción de viviendas sociales.
"Si se producen suspensiones de obra que nosotros encargamos porque, por ejemplo, un trabajador se contagió y se suspendió la obra por un mes, por 20 días, por una cuarentena o porque se decreta cuarentena en algún lugar, en ese caso lo que vamos a hacer es ir en ayuda y en apoyo de esa empresa, porque finalmente estamos yendo en apoyo también de las personas que están trabajando ahí", dijo el secretario de Estado.
¿Y en qué consistirá la ayuda? "Por ejemplo, acelerar el pago si es que teníamos deudas pendientes, generar anticipos, postergar el término de la obra, la entrega y no proceder con multas cuando se producen suspensiones por fuerza mayor".
Sumado a ello, "estamos haciendo una serie de acciones que permitan generar una mayor liquidez a las empresas" y así tengan para pagar a sus trabajadores, evitando despidos. "Por ejemplo que se paguen a 30 días o menos cuando hay facturas listas para pagarse", acotó.
También, continuó, respecto a los avances de obra, los cuales las compañías necesitan comprobar para que el ministerio vaya soltando fondos, "hemos creado sistemas remotos para verificar avances de obra, por ejemplo, con fotografías que el jefe de obra de un determinado proyecto nos manda y eso sirve de prueba suficiente para ir viendo el nivel de avance que se va produciendo".
"Nosotros sabemos que en situaciones extremas de paralización, de ralentización de la economía, es evidente que se puede producir una baja en los proyectos nuevos que se vayan a iniciar. Y eso es un tema que se ha visto, que se ha analizado".
Cristián Monckeberg
"Hay que apoyar al máximo que las obras se terminen, porque eso significa que las viviendas el día de mañana se pueden entregar de manera oportuna a las personas que las están esperando", subrayó, insistiendo en que el ministerio debe apoyar que los proyectos mandatados por la cartera "sigan adelante, porque las consecuencias de su abandono hacen mucho más caro retomar la obra posteriormente".
En términos sanitarios, Monckeberg afirmó que han compartido un protocolo de "higiene, seguridad, salubridad y preocupación por la salud de los trabajadores" a todas las obras "donde nosotros estamos involucrados".
Y por último, el ministro se refirió a la "seguridad de los beneficiarios", señalando que en medio de la crisis sanitaria "lo que hemos estado haciendo es postergar los llamados o ampliar los plazos de llamado a subsidios. Por ejemplo, el llamado a subsidios de arriendo para el adulto mayor los suspendimos y lo vamos a reabrir en mayo. Evidentemente tenemos que ver qué es lo que pasa de aquí a mayo".