La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en la madrugada de este miércoles, con 133 votos a favor y gracias al apoyo de parte de la oposición, el proyecto sobre el impuesto a las grandes fortunas, que ahora pasará a ser discutido en el Senado.
A lo largo del debate, los legisladores oficialistas defendieron el proyecto que cuenta con el apoyo del Gobierno de Alberto Fernández, con el argumento de que es necesario reforzar las arcas públicas debido a la caída de la recaudación, y de que se debe asistir al sistema sanitario y productivo, mientras que los parlamentarios de la oposición detractores de la idea sostuvieron que es un "impuesto confiscatorio" y que obstaculizará las inversiones empresarias
El debate, que duró más de 13 horas, estuvo marcado por fuertes cruces y, alrededor de las 3 de la madrugada, comenzaron los discursos de cierre de los jefes de bloque. Tras ello, el oficialismo logró superar la mayoría de 129 votos necesarios para la creación de este nuevo impuesto.
El referente opositor Mario Negri protagonizó un encendido discurso de cierre en el que apuntó contra el proyecto de ley de Aporte Solidario y Extraordinario, que busca imponer un impuesto único de hasta 2,75% para los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos argentinos -US$2,5 millones-. "Es un impuesto de acá a la China", sentenció al comienzo de su exposición.
"Este impuesto es ineficaz, por más que tenga un nombre bonito", lanzó el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, e ironizó: "Somos el país que más ha intoxicado en impuestos al sector privado en la región. Si no generamos riqueza, gobierne quien sea, no va a haber inversión. ¿De dónde van a venir divisas? Y ahora en el sur ponen el impuesto al viento y luego vendrá el impuesto al sol".
El último discurso de cierre fue el de Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista, impulsor de la medida e hijo de los ex presidente Néstor Kichner y Cristina Fernández, señaló que "hay que bajar un poco y entender lo que le está pasando a nuestra sociedad. Entender que los desafíos que tenemos por delante son importantísimos. No se trata de estigmatizar a nadie. Pero los que hablan de esto son los que se han cansado de estigmatizar a los trabajadores y a los que menos tienen".
Se calcula que la medida excepcional alcanzaría a unos 9.000 ciudadanos y con la que se estima recaudar aproximadamente 300.000 millones de pesos -unos US$3.750 millones-, que serían destinados a aplicar medidas para afrontar los efectos de la covid-19 y "apoyar el camino de recuperación económica" del país, sumido en una profunda recesión desde 2018 y con el 40,9 % de la población bajo la línea de pobreza.
Malestar empresarial
La iniciativa ha despertado fuerte malestar entre algunas de las entidades empresarias más importantes de Argentina.
El Foro de Convergencia Empresarial, que reúne a más de 50 entidades empresarias, consideró en un comunicado que se trata de una iniciativa "confiscatoria" porque grava nuevamente activos que "ya son objeto de otros gravámenes" y desconoce la "realidad económica" de los individuos.
"No impactará solo en las 'grandes fortunas', como se pretende hacer creer, dado que este impuesto grava a los activos que también están afectados a la producción, sin tener en cuenta, además, la existencia de deudas generadas para su incorporación al patrimonio", remarcó el organismo, que pidió al Congreso que aparque la discusión y convoque a las organizaciones sociales para discutir políticas de estado.
Por su parte, la Unión Industrial Argentina aseveró que el proyecto no diferencia entre el patrimonio formado por capital productivo -empresas, máquinas y activos tecnológicos- y el compuesto por activos financieros o inmuebles, por lo que las empresas "deberán destinar recursos afectados a la producción al pago de este aporte".
"El sector formal de la economía soporta el incremento de la carga impositiva a costa de una economía informal que le quita recursos al país. Argentina necesita revertir esta tendencia que afecta la capacidad de generar divisas y producción nacional", enfatizó.