La pérdida de impulso en la recuperación de empleos y la efectividad de los apoyos que ha entregado el Gobierno en materia laboral son algunos de los puntos que analizó el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la U. Católica, David Bravo.
En esa línea, los últimos resultados revelados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) exhibieron una desaceleración del mercado laboral, puesto que la tasa de desempleo correspondiente al trimestre móvil noviembre 2020 – enero 2021 se situó en un 10,2%, mostrando una mínima baja de 0,1 puntos porcentuales (pp), en comparación al periodo interior (10,3%). Durante el periodo, además, se crearon sólo 95 mil puestos de trabajo.
Uno de los motivos que, según Bravo, influyó en las cifras tiene directa relación con el aumento de los contagios por covid- 19 registrados durante el mes de diciembre, lo que derivó en retrocesos para las distintas comunas, en el marco del plan Paso a Paso.
"En diciembre la recuperación del empleo se estancó y eso tiene directa relación con lo que ocurrió con la pandemia durante ese mes, especialmente en la Región Metropolitana", aclaró Bravo.
Y añadió "esta situación se puede comparar con el mes más de mayor crisis en términos de empleo, que fue en el mes de julio, justamente el último periodo en el que tuvimos las cuarentenas más estrictas. Así, se puede comprobar que el empleo está bastante asociado a los grados de movilidad posible, por eso fue bastante inmediato lo que pasó en diciembre".
En lo que respecta al futuro del mercado laboral, Bravo prevé cierto optimismo, debido al inicio del proceso de vacunación y el levantamiento de las restricciones. Desde su perspectiva, "en la medida que pueda haber interacción, el país podrá retomar ciertos niveles de funcionamiento para el segundo semestre de este año".
No obstante, muchos sectores de la economía se han visto fuertemente afectados por la pandemia, por lo que existe incertidumbre de si los empleos estarán de vuelta, junto con la recuperación del país.
"La proporción de la restitución que tengamos se puede ver perjudicada porque es posible que, cuando retomemos cierto grado de normalidad, no sabemos si los empleos van a estar", expuso el economista.
En esa línea, explicó que esto puede ser consecuencia de "quiebres de empresas, o simplemente muchas de ellas van a desaparecer. También existe la posibilidad de que todas las compañías se empiecen a mover hacia un esquema donde tal vez hay menos empleos asociados, por un tema de supervivencia o para obtener mayor flexibilidad".
Empleo por género y apoyos del gobierno
David Bravo afirmó que, a la fecha, se ha recuperado el 48% de la caída en la tasa de empleo desde julio del año pasado. Pero este proceso ha sido distinto según sexo, porque, mientras los hombres han logrado recuperar el 55% de lo perdido, la cifra de reparación para las mujeres es de un 39%.
Al analizar estos datos, el académico de la Universidad Católica anticipó que es probable que para el género femenino sea más complejo volver al mundo laboral.
"Los hechos son fuertes en indicar que, si bien las mujeres y los hombres deberían poseen las mismas responsabilidades y la misma distribución de tareas, en la práctica eso no ocurre. Esta es una situación que no tendríamos que estar enfrentando", aseveró.
Este es un tema preocupante para el economista, y que, por cierto, debe estar considerado en los proceso de recuperación de este año.
Relacionado a esto último, Bravo analizó los diversos apoyos y subsidios que el Gobierno ha entregado para estimular la contratación, y para que las empresas se puedan mantenerse a flote. En ese marco, el economista declaró que es necesario monitorear los beneficios constantemente.
"La pregunta es si el subsidio al empleo no se ha usado más porque tiene problemas de diseño y cosas que hay que corregir, por lo que las autoridades tendrían que estar muy atentas para poder mejorarlo. Por ejemplo, será que las mujeres requieren que el subsidio sea más grande, entonces habría que ajustarlo", esgrimió el profesor de la Universidad Católica.
Y añadió: "O bien, no se está usando más porque se requiere que la actividad económica se impulse más, y puede ser que el subsidio esté bien diseñado, pero las empresas no lo usarán hasta que se justifique que tengan más contratación".
Si bien aún no existe información concreta respecto a la efectividad de la asistencia del Ejecutivo, David Bravo apuntó que, en general, las compañías no suelen recurrir a los subsidios al empleo juvenil y tampoco al subsidio al empleo femenino.
"Pienso que en general no hay que contentarse con lo que se tiene, sino que estar encima supervisando qué es necesario añadir a las políticas, y en el caso de las mujeres, evaluar si requieren algún ajuste adicional. A lo mejor puede ser un buen momento para establecer enfoques de género en los subsidios, con la vida que tenemos ahora", cerró.
