Con el objetivo de fortalecer a las entidades fiscales, duramente presionadas por el inédito gasto para ir en ayuda de las familias en medio de la pandemia e impulsar la reactivación económica, es que el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, anunció el lunes que solicitará al Consejo Fiscal Autónomo que elabore propuestas para perfeccionar "la regla fiscal chilena".
En palabras del jefe de la billetera fiscal, a futuro será necesario que el país tenga "instituciones fiscales más robustas", con el objetivo de financiar el salto que dio la deuda pública tras el arribo de la pandemia en marzo de 2020.
Según el ministerio, fue a partir del 2001, durante el Gobierno de Ricardo Lagos, que la política fiscal chilena comenzó a guiarse por una regla basada en un indicador llamado balance estructural del Gobierno Central.
A grandes rasgos, esta se centra en evaluar la situación del fisco desde una perspectiva de mediano plazo, en vez de basarse en los puntos coyunturales. Así, al aislar el efecto de los movimientos cíclicos del precio del cobre y de la actividad económica sobre los ingresos fiscales, esta medida entrega una noción de la sostenibilidad de los niveles de gastos incorporados en el presupuesto.
Sus principales lineamientos
En ese marco, algunos expertos explicaron a Emol cuál es el mecanismo aplicado actualmente y resaltaron el rol clave que ha jugado la responsabilidad fiscal de los gobiernos pasados en esta materia para poder financiar las actuales ayudas.
Según Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros en ESE Business School de la U. de los Andes, lo que busca la regla es que "el gasto público esté determinado no por los ingresos que el fisco recibe cada año, sino que por ingresos tendenciales o de mediano plazo". Esto dado que en Chile, los ingresos "dependen mucho de si la economía está bien o está mal, porque cuando hay mayor crecimiento económico, el Gobierno recauda más impuestos, y lo contrario cuando la economía está mal".
En este sentido, Hermann González, economista de Clapes UC, afirmó que el funcionamiento actual de la política fiscal chilena se basa principalmente en dos parámetros:"En el precio referencial del cobre y el Producto Interno Bruto (PIB) tendencial, los cuales son puntos de referencia para analizar cuáles serán los ingresos estructurales - permanentes- del país, que, conceptualmente, se mueven con la actividad económica relacionada al precio del cobre".
Sumado a esto, González expresó que "lo que trata de hacer la regla fiscal, desde sus inicios en el año 2001, es aislar el ingreso económico de las fluctuaciones cíclicas de la economía, esto se hace definiendo una variable que se denomina ingresos estructurales". Este concepto apunta a las ganancias proyectadas al mediano o largo plazo que obtendría el país, lo que se calcula suponiendo que la economía creciera conforme a su máximo potencial -de acuerdo al PIB tendencial- y que el metal rojo se mantuvieran en su nivel estimado de largo plazo.
"Lo que trata de hacer la regla fiscal, desde sus inicios en el año 2001, es aislar el ingreso económico de las fluctuaciones cíclicas de la economía, esto se hace definiendo una variable que se denomina ingresos estructurales"
Hermann Gonzalez, economista de Clapes UC
De esta forma, corresponde a un comité de expertos ajenos al Ministerio de Hacienda elaborar estos supuestos de ingresos estructurales, los cuales, posteriormente, son evaluados en conjunto con las metas de política fiscal que debe establecer cada Gobierno dentro de los primeros noventa días de mandato, conforme a lo expuesto por la Ley de Responsabilidad Fiscal del año 2006. Por lo tanto, de esta sumatoria, se obtiene como resultado el monto de gasto público.
Los cambios necesarios
De acuerdo al último análisis de Finanzas Públicas del año 2020, presentado por el Consejo Fiscal Autónomo en marzo de este año, el cálculo del balance estructural para el año pasado arrojó preliminarmente un déficit de 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB), el cual se construye a partir de los ingresos estructurales de 24,9% del PIB y los gastos del 27,6% del PIB.
Por otra parte, la Dirección de Presupuestos (Dipres) constató que el saldo de la deuda bruta, a diciembre de 2020, totalizó $65.167.262 millones, cifra que equivale al 33% del PIB estimado para ese año. A su vez, el organismo apuntó que, para este 2021, proyecta un déficit efectivo equivalente a 3,3% del PIB.
Considerando esas cifras, uno de los anuncios que ha marcado la semana dice relación con la intención del Ejecutivo de inyectar US$6.000 millones al Fondo Covid – aumentando su monto total de US$12 mil a US$18 mil millones- con el propósito de otorgar mayores apoyos a la ciudadanía ante el avance de la pandemia. En ese sentido, los métodos de financiamiento que ha esbozado el Gobierno apuntan a las ganancias que se obtendrán gracias al alto precio del cobre, o en su efecto, recurrir al Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), lo que implicaría incrementar la presión sobre los arcas fiscales.
Por lo tanto, es en la línea de optimizar los recursos del Estado que los expertos afirman que el Consejo Fiscal Autónomo debería incluir en sus propuestas medidas que permitan establecer cláusulas de escape, imponer límites a la deuda pública y otorgarle mayor transparencia.
El primer punto fue abordado por Felipe Larraín, miembro del comité ejecutivo de Clapes UC y ex ministro de Hacienda, quien reconoció que la regla fiscal "ha sido crucial para ordenarnos", puesto que tiene la gracia de otorgar cierta predictibilidad a la política económica.
No obstante, indicó a
EmolTV que es necesario aplicar una
"fórmula o mecanismo para poder saltarse la regla bajo determinadas condiciones", y ejemplificó afirmando que los ciclos de recesión económica "pueden ser momentos importantes para hacer ajustes en la regla fiscal, pero un ajuste que debe estar predicho, incorporado dentro del funcionamiento de esta regla".
Aspecto al que se refirió Cecilia Cifuentes, quien hizo un alcance y aseguró a este medio que, además de concordar en que es necesario determinar requisitos para poder abandonar la senda de la regla fiscal, es necesario decretar de qué forma se retiran los estímulos.
"Como nos hemos saltado la regla, los gobiernos han podido implementar políticas fiscales muy expansivas – por ejemplo, en el caso de la crisis financiera del año 2009 y ahora producto de la pandemia- pero no tenemos una forma política que obligue a quitar los estímulos, porque una vez que se gastan los recursos, es muy difícil después retirarlos".
"Necesitamos una fórmula o mecanismo para poder saltarse la regla bajo determinadas condiciones. Los ciclos de recesión económica pueden ser momentos importantes para hacer ajustes en la regla fiscal, pero un ajuste que debe estar predicho, incorporado dentro del funcionamiento de esta regla"
Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda
En ese marco, destacó la ejecución que hasta ahora ha presentado el Gobierno, al quitar los apoyos monetarios del plan de presupuesto, lo que permite que estos sean efectivamente transitorios, y de esta manera, se evita lo que Cifuentes calificó como "una situación fiscal insostenible". De hecho,
Hermann González aclaró que hoy existen demasiados grados de libertad, por lo que se vuelve relevante delimitar cómo se puede retornar a una trayectoria fiscal razonable.
"Como nos hemos saltado la regla, los gobiernos han podido implementar políticas fiscales muy expansivas, como por ejemplo, en el caso de la crisis financiera del año 2009 y ahora producto de la pandemia. Pero no tenemos una forma política que obligue a quitar los estímulos, porque una vez que se gastan los recursos, es muy difícil después retirarlos"
Cecilia Cifuentes, economista U. Andes
Otra materia en la que hubo consenso entre los expertos radica en que se requiere determinar restricciones al endeudamiento. Para González, "dado que la deuda ha crecido durante los últimos años y hemos bajado en la clasificación de riesgo, hoy se discute ampliamente si es necesario poner una limitación adicional a las finanzas públicas".
Si bien, desde la perspectiva del economista, esto se debe a que los distintos gobiernos no han cumplido con la regla fiscal durante los últimos años, "existen quienes piensan que es necesario tener un mandato dual, es decir, no solamente cumplir con la meta del balance estructural, sino que también con un máximo de endeudamiento. No obstante, es algo importante de analizar".
Con todo, Larraín sostuvo que en ningún caso se debiese abandonar la regla fiscal, sino que es necesario "perfeccionarla y hacerla más simple y transparente". Desde esa perspectiva, los economistas aseguraron que es necesario reducir su complejidad y dependencia de factores que no son de fácil acceso para observadores externos. Esto permitiría aumentar tanto su validez como su credibilidad.
Finalmente, los analistas apreciaron la importancia que posee la regla fiscal, como elemento esencial de un manejo fiscal responsable, puesto que constituye "uno de los pilares fundamentales para tener resultados sostenibles de la economía en el mediano plazo", sostuvo Cifuentes.
Y cerró ejemplificando que "el tener responsabilidad fiscal es lo que ha permitido que el país tenga acceso a créditos en esta crisis, para poder financiar todo lo que necesario para llegar con ayuda a las personas, mientras que la irresponsabilidad fiscal se paga muy cara".
