El Estudio de Percepción de Clientes de la Calidad de Servicios de las Empresas Sanitarias de 2020, reveló que por primera vez en Chile el consumo de agua de la llave, sin procesamiento, no constituye una preferencia entre los habitantes de los hogares al momento de hidratarse. El año pasado, quienes bebieron agua de la cañería representaron el 46,5% de los casos, mientras el porcentaje restante se repartió en consumo de agua embotellada (37,8%), hervida (10,2%) o desde purificador (5,3%)
Más detalles en
"El Mercurio".