Un rebrote de covid-19 en Chile no debería frenar la producción de las minas de cobre locales de Anglo American este año, ni es probable que plantee problemas a corto plazo en la cadena de suministro, dijo a Reuters el principal ejecutivo de la firma en el país.
Aaron Puna, quien asumió como presidente ejecutivo de Anglo American Chile en 2019, sostuvo que las operaciones locales habían resistido la pandemia de buena forma y afirmó que estaban preparadas para enfrentar el último aumento de casos y nuevas restricciones.
"No hay preocupaciones en este momento", expresó Puna a Reuters en una entrevista, donde proyectó que estarán "exactamente según lo presupuestado".
Los casos de Chile se dispararon esta semana a máximos desde la llegada del virus en marzo 2020, lo que ha saturado hospitales y llevó a las autoridades a confinar la capital y la mayor parte del país, además de cerrar las fronteras a viajeros.
Puna dijo que no ve problemas a corto plazo con la producción, envíos o la cadena de suministro. "No tenemos señales de alerta o preocupaciones sobre lo que veremos en las próximas cuatro semanas, las próximas ocho semanas más o menos", acotó.
Anglo fue la más afectada entre sus pares por los bloqueos por coronavirus, incluso en países como Sudáfrica y Botswana, aunque sus operaciones en Chile han salido prácticamente ilesas.
Collahuasi, sociedad entre Anglo, Glencore y la japonesa Mitsui & Co, aumentó su producción en 2020 un 11% interanual, a 629.100 toneladas, según cifras oficiales, mientras que la división Sur, que incluye Los Bronces, registró una caída en la producción de solo un 5%.
Anglo American también se mantuvo en línea en el proceso de los permisos de continuidad operativa de Los Bronces de 3.000 millones de dólares, así como en Collahuasi, agregó el ejecutivo.
Puna dijo que la firma se preparaba para enviar datos adicionales en abril para garantizar la "transparencia" sobre sus afirmaciones de que la continuidad de Los Bronces no afectaría glaciares o el suministro de agua de la cercana Santiago, preocupaciones clave de las comunidades y activistas.
"El agua fresca debería ser para consumo humano", afirmó Puna. La compañía dijo que pondría los toques finales este año a un plan para "hacer la transición a mediados de esta década a fuentes no dulces para Los Bronces".
"No veo que usemos agua fresca más allá del 2027", dijo.