Baja acumulación de nieve, ausencia de precipitaciones de agua y temperaturas inestables. Esto es parte del complejo escenario que hoy vive el sector agrícola del país, y que está directamente relacionado con el cambio climático que está ocurriendo a nivel mundial.
En ese marco, uno de los temas que ha tomado fuerza recientemente tiene que ver con la profunda
crisis hídrica que ha afectado a Chile durante los últimos catorce años.
Tal ha sido el impacto, que julio de 2021 se convirtió en uno de los meses más secos de la historia en la zona central, a lo que se suma la Alerta Temprana Preventiva (ATP) que activó Aguas Andinas la semana pasada para las zonas abastecidas por los ríos Maipo y Mapocho, ante la compleja situación por la que atraviesa la Región Metropolitana.
Así, desde el agro miran con preocupación la sequía, no solo por la menor disponibilidad de agua, sino que también se suman otros factores como que esta situación eleva las probabilidades de incendios forestales.
Esto ha motivado a ciertos parlamentarios, como es el caso del diputado Jorge Rathgeb (RN) por La Araucanía, a interpelar al Ejecutivo para que "no se olvide de los agricultores" ante este fenómeno, con el fin de que otorgue herramientas para mitigar las consecuencias económicas que los afectan, al menos, hasta que las condiciones de tiempo muestren mejoras.
Pero hoy en día el problema va más allá, según la ministra de Agricultura (Minagri), María Emilia Undurraga, quien aseguró a Emol que pese a que la escasez de aguas en un principio fue "una emergencia puntual, hoy pasó a ser una condición estructural".
En esa línea, la secretaria de Estado subrayó que hasta julio, "las regiones entre Atacama y Maule registran déficits de precipitaciones entre un 62% y 80% comparado con el promedio histórico de 1981-2010. A este panorama se suman las alzas de temperatura, baja acumulación de nieve y menor recarga de acuíferos y caudales que convierten".
Además, Undurraga se refirió al último reporte elaborado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de Minagri, según el cual, entre el 26 de junio y el 11 de julio, "la sequía agrícola se presentó de manera severa en las regiones de
Coquimbo a Metropolitana, y parte de O’Higgins, con algunas comunas en
sequía agrícola extrema", y acotó que si bien "en el caso de Magallanes ha mejorado la situación general, pero la comuna de
San Gregorio está en sequía severa".
A lo anterior se suman los datos de una minuta conferida a este medio por el Ministerio de Agricultura, la cual reveló que actualmente existen 168 comunas en ocho regiones distintas del país que han sido declaradas con emergencia agrícola por déficit hídrico.
Similar es el diagnóstico que hace la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), desde donde indican que "las zonas más afectadas son la zona centro-norte y centro, desde Copiapó a Curicó, donde el déficit de agua y de nieve, que es el reservorio natural que tenemos de agua, es superior al 80%", y según mencionaron a este medio "esto se acumula con el déficit hídrico durante la década, por lo que se hace muy difícil el riego esta temporada".
"Las regiones entre Atacama y Maule registran déficits de precipitaciones entre un 62% y 80% comparado con el promedio histórico de 1981-2010. A este panorama se suman las alzas de temperatura, baja acumulación de nieve y menor recarga de acuíferos y caudales que convierten"
Ministra de Agricultura
De esta forma, el gremio explicó que entre los desafíos con los que tienen que lidiar destacan "
el desplazamiento de la fruticultura chilena hacia el sur y las adaptaciones del sector a la disponibilidad hídrica y la incertidumbre por la inestabilidad de las temperaturas". Asimismo advierten que "si esto se sigue dando, va a ser desastroso, tanto en producción, como en desocupación laboral,
va a ser un desastre para la nuestra zona rural y para el país".
Con todo, para hacer frente a la crisis, el gremio también dijo que los agricultores hoy en día "privilegian los cultivos con mayor inversión, que son con frutales y disminuye el área de siembra de cultivos".
Cultivos dañados y proyecciones para la temporada
Ahora bien, bajo este complejo escenario, ¿cuáles son los cultivos que se están viendo principalmente afectados? Y ¿cuáles son las proyecciones para la próxima temporada ante el déficit hídrico?.
Geográficamente lidera la Región de Coquimbo, y según Minagri, los rubros más afectados son la ganadería, la apicultura, los frutales y las hortalizas. En se sentido, se espera que disminuya la pradera natural y que el desecamiento alcance un 50% de la masa herbácea, arbustiva y arbórea del territorio, a lo que se suma la reducción en un 80% de la floración de especias nativas y exóticas. Por último, se anticipa un pérdida de producción, tanto en cantidad y calidad, de la oferta hortofrutícola, y también deterioro en la calidad de nutrición.
Le sigue la
Región de Valparaíso, una de las más perjudicadas, especialmente en lo que respecta a frutales, hortalizas y ganadería. Junto con ello, se estima que el impacto redunde en la seguridad de riego bajo
40% y napas subterráneas deprimidas en frutas y hortalizas. Adicionalmente, se proyecta escaza disponibilidad de agua de bebida animal y forraje, principalmente para la ganadería extensiva.
Bajo el análisis de la ministra Undurraga, y en cuanto a los daños que se pueden dimensionar últimos diez años, "la región de Valparaíso es una de las más expuestas a sufrir los impactos de este cambio climático, en que se aprecia una disminución de 5% en la superficie hortícola regional".
Y respecto a la superficie frutícola, la autoridad apuntó que dicha zona "ha registrado en los últimos doce años una disminución de su superficie de un 3,5%. Las principales especies que han disminuido son palto (-7,7%), y limonero (-18%). Por otro lado, las especies que han registrado alzas en el mismo período son nogal (113%), mandarino (223%), y almendro (34%)".
Bajando hacia la Región Metropolitana, son las hortalizas, los cultivos anuales, frutales y los pequeños y medianos productores los que más han sentido las repercusiones de la falta de agua. Por lo mismo, se espera que los caudales de los canales se reduzcan hasta un 50%, y se proyectan pérdidas de hasta un 20% en la productividad de los cultivos.
"Las zonas más afectadas son la zona centro-norte y centro, desde Copiapó a Curicó, donde el déficit de agua y de nieve, que es el reservorio natural que tenemos de agua, es superior al 80%"
Fedefruta
Más hacia el sur, en la
Región de O'Higgins, los cultivos de horticultura, fruticultura, viticultura, ganadería y apicultura han presentado los mayores daños, por lo que para esta temporada se conciben pérdidas de rendimiento y también en su producción apícola.
Mientras que en la Región del Maule, las frambuesas y los arándanos han recibido todo el impacto, al igual que los cultivos y el sector forestal. Así, las autoridades contemplan que los rendimientos bajarán y que habrá daños en la calidad de las frutas, igualmente se espera que disminuya la productividad frutícola y que aumenten las probabilidades de incendios forestales.
Finalmente en Ñuble, la horticultura, los cereales, las viñas, la fruticultura, los cultivos, la ganadería y la apicultura son los principales rubros afectados, lo que podría incidir en un bajo crecimiento primaveral, en el adelanto de los procesos de maduración, bajas en los rendimientos y un retroceso en la disponibilidad de flora para la alimentación de abejas.
Ante un complejo porvenir, las perspectivas de la ministra de Agricultura, apuntan a que "si se mantiene la ausencia de precipitaciones hacia primavera y verano se crearían las condiciones de sequedad que aumentarían las probabilidades de incendios forestales y la producción agrícola y ganadera se vería afectada por la menor disponibilidad de agua".
"La región de Valparaíso es una de las más expuestas a sufrir los impactos de este cambio climático, en que se aprecia una disminución de 5% en la superficie hortícola regional"
Ministra de Agricultura
Por lo mismo, el ministerio actualmente esta colaborando con una serie de mesas de trabajo para evaluar la declaración de emergencia agrícola en las regiones más afectadas, como
Maule y O' Higgins.
En tanto, para dar respuesta al déficit hídrico, Fedefruta afirma que "se necesita la construcción y habilitación de diferentes fuentes de abastecimientos para el riego, para consumo humano, animal y del ecosistema".
Y enfatizan en que es relevante que "se aborde esta problemática desde distintos puntos de vista, como país debemos trabajar en conjunto entre el Estado y los privados, impulsando los embalses, aumentar la tecnología de riego, con proyectos desalinización, con reutilización de las aguas servidas, etcétera".
A su vez, recalcaron en la necesidad de profundizar en los estudios de manejo de cuenca y también en los proyectos que incluyen concesiones, y carreteras hídricas.
Finalmente, la titular de la cartera de Agricultura puso el acento en que uno de los puntos claves para aprovechar de mejor manera los recursos hídricos tiene que ver con la tecnificación del riego. "En los últimos 12 años, la superficie regada por goteo ha aumentado 26% en la Región de Valparaíso. Además, los riegos por tendido, surco y aspersión, que son de baja eficiencia, han disminuido su superficie",
Y cerró explicando que "la incorporación de riego tecnificado, con un correcto manejo, tiene una eficiencia en el aprovechamiento del agua de un 90%, es decir, se reduce su uso a la mitad en comparación al riego tradicional o gravitacional".