Apuntalar el empleo, atraer la inversión y recuperar el equilibrio fiscal. Estos son algunos de los puntos que, a juicio de expertos consultados por Emol, debiesen estar en el corazón de las políticas económicas que a futuro implemente el Presidente electo, Gabriel Boric, quien asumirá en marzo de 2022.
Esto, porque si bien el Banco Central reveló en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) que la actividad económica se expandirá entre
11,5% y 12% este año (versus el 10,5% y 11,5% estimado en septiembre), y el último sondeo del Centro de Encuestas de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica da cuenta de
una recuperación del 89% de los empleos perdidos tras el golpe del covid-19, lo cierto es que, de cara a los próximos años, el próximo Gobierno enfrentará un complejo periodo de bajo crecimiento.
Así lo proyectó el ente rector en su IPoM, en el cual destacó que entre 2022 y el 2023 "las tasas de expansión anual de la economía tendrán una importante reducción, coherente con el cambio previsto en el impulso macroeconómico y el cierre de la brecha de actividad". De este modo, para el 2022 se proyecta una expansión de entre 1,5% y 2,5%, y ya para 2023 el pronóstico es prácticamente nulo: entre 0,0% y 1,0%.
Asimismo, el instituto emisor advirtió que "en esta trayectoria es posible que se registren tasas de variación trimestral desestacionalizada negativas".
Frente a estas luces amarillas, Rodrigo Fuentes, académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica, zanjó "la economía ya ha sobrepasado el nivel de actividad pre pandemia. No se puede seguir hablando de reactivación para el próximo año, sino que hay que pensar en el crecimiento de largo plazo y eso está dado por elementos que afecten la inversión y la productividad".
"Además no hay espacio para pensar en hacer políticas fiscales expansivas y menos monetarias. El Banco Central está tomando las decisiones correctas y mandando las señales de que va a luchar por re establecer la meta inflacionaria. En este contexto, es prioritario transmitir mayor certidumbre acerca de lo que se entiende por gradualidad, cosas de permitir que la inversión juegue un rol más activo en el crecimiento de la economía. La dificultad radica en las presiones que tendrá el nuevo gobierno en apurar las promesas programáticas, muchas de las cuales van en el sentido contrario", agregó.
Empleo e inversión
"Debe ser el empleo como elemento central y luego lo otro que está alrededor". Esta fue una de las conclusiones a las que llegó el economista David Bravo, director del Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, al ser consultado por los desafíos y los focos de la próxima administración, considerando que algunas de las propuestas de Boric apuntan a incrementar con fuerza el salario mínimo (para llegar a $500 mil hacia el final del Gobierno) e incluso rebajar gradualmente la jornada laboral a 40 horas, lo que podría ir en sentido contrario respecto a consolidar la recuperación del mercado laboral.
Sobre este punto,
Michelle Labbé, economista jefe de Dominus Capital, manifestó "la principal prioridad debería se recuperar el empleo", afirmando que "es lo que permite que las personas salgan de la pobreza en el largo plazo, porque tú no puedes hacer salir a las personas de la pobreza a través de transferencias, porque esas no son de largo plazo".
"Tienes que darle a la gente la capacidad de poder autosustentarse, entonces lo primero que necesitas es que aumente el empleo, y para que aumente el empleo debe haber crecimiento económico, y para que haya crecimiento económico sostenible en el tiempo, es necesario que haya inversión", añadió.
Por su parte, el decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, Rodrigo Montero, expresó que un aspecto importante es "avanzar con cautela en términos de las reformas que se desean impulsar en el mercado laboral, como la jornada de 40 horas. El mercado laboral aún está convaleciente del enorme shock que sufrió como consecuencia de la pandemia".
Así, además de hacer hincapié en que "se precisa prudencia" a fin de "no quitarle dinamismo a este mercado", comentó que "un elemento fundamental para lo que viene es definir qué haremos para atraer la inversión de largo plazo. Cuáles son las certezas que estamos en condiciones de entregar para que los inversionistas se decidan a apostar por nuestra economía. Acá hay mucha incertidumbre y hay cosas que ya podemos empezar a hacer, como por ejemplo, definir el equipo económico, especialmente el jefe de las finanzas fiscales".
De acuerdo a Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, otra prioridad radica en "crear estos procesos de cambios y ajustes en políticas sociales y de redistribución en forma armónica, gradual, que no genere cambios demasiado violentos en las reglas del juego para el desarrollo de la actividad productiva, de las pequeñas y medianas empresas, de las empresas grandes también, de la inversión en general. Incluyendo la inversión residencial de los hogares, que por razones de tasas de interés está transitando hacia escenarios adversos".
En línea con ello, sostuvo "otro desafío también va a ser mantener los equilibrios externos de la economía chilena que funcionan no solo en base al comercio internacional, y no solamente también en base al riesgo país, y a las variables de riesgo, sino que también a la percepción que tengan los inversionistas internacionales respecto de la credibilidad, la razonabilidad y la cordura de las políticas que se están implementando".
A su juicio, lo que hace falta para atraer la inversión, y evitar con ello la fuga de capitales, son "certezas, falta menor percepción de riesgo de lo que van a ser las condiciones de inversión de aquí en adelante, porque la gran inversión tiene horizontes de planificación largos, dos, tres o cuatro décadas. Entonces, depende de cómo cambien las reglas del juego con la nueva Constitución, y también con las reformas que se implementen en el próximo Gobierno en particular".
Y ejemplificó "si se materializa esto de desarmar el sistema de pensiones, va a ser un efecto muy adverso seguramente para la inversión de largo plazo en Chile, y, nuevamente, para nuestras posibilidades de crecimiento".
Equilibrio fiscal
En el IPoM de diciembre, el Banco Central también dio a conocer los principales escenarios de riesgo en los cuales los cambios de la economía serían "más significativos" y donde la reacción de la política monetaria sobrepasaría los límites del corredor para la Tasa de Política Monetaria (TPM).
A este respecto, a nivel interno la mayor contingencia sigue siendo que "la evolución de las finanzas públicas no sea clara sobre su estabilización en el largo plazo. En una situación como esa, se observarían mayores presiones de gasto que las previstas en el escenario central, junto con un deterioro más significativo del mercado financiero local y del valor del peso", indicó.
"En esa situación, las mayores presiones inflacionarias llevarían a la necesidad de un aumento de la TPM por sobre lo que indica el límite superior del corredor, pese a lo cual es posible que la inflación no alcance a converger a la meta de política dentro del horizonte de dos años", aseguró el instituto emisor.
En ese sentido, Montero subrayó que, además de la relevancia de saber quiénes serán los designados para conformar el primer gabinete de Gabriel Boric, -sobre todo en lo que refiere a cargos clave, como el de Hacienda o Economía- "se requiere un compromiso firme y explícito en cuanto a la importancia de la consolidación de las cuenta fiscales. Eso es crucial".
Mientras que Echeverría aseveró "en el escenario actual de la economía chilena, que es muy bajas proyecciones de crecimiento para este año 2022 y prácticamente una economía estancada para 2023, impone severas restricciones para la ejecución de un programa muy ambicioso de políticas sociales, así es que yo diría que una prioridad va a ser cuidar el equilibrio fiscal. Tratar de que no siga creciendo a la tasa que lo ha hecho con la pandemia, más el estallido social, y a la vez administrar una agenda ambiciosa y expectativas también que se han generado en la población, especialmente en la base de apoyo del gobierno entrante".
Finalmente, Fuentes, académico de la Universidad Católica, concluyó "los programas sociales deben ser financiables y el principal camino en el corto plazo es la eliminación de las exenciones tributarias. Alzas de impuestos a la renta aparecen ser menos efectivas para el crecimiento en el contexto actual. Luego, pensar bien y anunciar una reforma tributaria gradual ayudaría a bajar los niveles de incertidumbre".