El NFT (non fungible token, o en español, “token no fungible”), es una propiedad digital única que puede comercializarse a través de Internet. William Mougayar, autor del libro “The business blockchain”, define al token como una unidad de valor creada por una organización, destinada a regir su modelo de negocio; esta permite al usuario una mayor interacción con sus productos, así como facilita los repartos de beneficios entre los diferentes socios y accionistas.
A estos se les asigna un certificado digital de autenticidad, el cual registra a su creador, valor inicial y todas las adquisiciones o transacciones que se hayan hecho. Pero, ¿qué lo diferencia de otro tipo de token? Y más importante aún, ¿qué los ha vuelto tan relevantes en el último tiempo?
Lo primero es su cualidad de “no fungibles”, es decir, que no se pueden reemplazar por otro tipo; a diferencia de las criptodivisas fungibles, que son activos digitales que se intercambian por otros similares. Por ejemplo, el Bitcoin, el Ether y las monedas fiduciarias son fungibles, es decir, se puede cambiar un Bitcoin por otro y seguir teniendo el mismo activo.
Lo anterior le otorga otro grado de distinción y, por ende, un gran atractivo, ya que el sistema NFT demuestra el valor de un activo o de un objeto que lo vuelve único. Por eso, como no se pueden intercambiar, poseen un certificado de autenticidad digital que indica quién es su propietario.
En ese sentido, Joel Vainstein, CGO de Orionx, explica que los NFT, al ser únicos, poseen un valor muy subjetivo y especulativo, dependiendo de cómo el entorno aprecia a ese activo. “En el caso de las criptomonedas, que sí son fungibles, es más sencillo: el mercado dicta su precio”, puntualiza.
“Si un departamento cuesta $130 millones, al precio actual podrías pagarlo con 4 bitcoins. Pero esa relación no puede hacerse con un NFT, ya que podría emitirse una colección completa de NFTs, que no cuesten más que unos cuantos dólares, mientras que una obra de un artista reconocido o popular podría encumbrarse por los varios millones de dólares”, menciona Vainstein.
Respecto a su uso, Guillermo Torrealba, cofundador y CEO de Buda.com, menciona que donde es más conocido actualmente es en el mundo del arte digital, donde el NFT se emplea para demostrar la propiedad sobre una determinada obra. “También, a través de NFTs, se podría verificar incluso la propiedad sobre un bien raíz, si la regulación lo permitiese. El potencial es inmenso, pero estamos viendo recién el comienzo de este uso”.
En todos los casos, son objetos intangibles que se ven o admiran, pero no se pueden tocar. Un ejemplo emblemático es el del primer tweet de la historia, que se vendió bajo la modalidad NFT a 2.9 millones de dólares.
NFT y emprendedores
Artistas, deportistas y creadores de contenido hoy encuentran en los NFT una forma rentable de hacer valer sus trabajos, junto con proteger su propiedad intelectual. Lo mismo ocurre con quienes desean emprender en el mercado digital.
Al respecto, el CEO de Buda, explica que en Chile ya hay empresas que están usando esta tecnología, para recaudar fondos para distintas iniciativas, como el proyecto Endangered Tokens, quienes usan NFTs para recaudar fondos con el fin de proteger especies nativas en peligro de extinción; también menciona a Koywe, una plataforma que conecta inversionistas con proyectos de NFT que busquen impactar positivamente al medioambiente.
Como ya se ha explicado anteriormente, el mundo del arte y los videojuegos es donde más se han utilizado los NFT. En esa línea, Joel Vainstein, CGO de Orionx puntualiza que, “si bien, es volátil y riesgoso, un buen análisis y conocimiento permitirá identificar aquellas obras o artistas que a la larga serán mejor valorados y, en consecuencia, que la inversión crezca”, explica.
Dicho esto, las características de los NFT abren toda una gama de posibilidades para emprender. “En un futuro cercano, probablemente surjan plataformas para visibilizar arte nacional, así como comunidades que podrían comercializar skins o artículos de videojuegos” señala el ejecutivo de Orionx.
Con relación a los empleos que podrían surgir en torno a los NFT, Vainstein menciona que a medida que el metaverso se popularice, aparecerán servicios de diseñadores y programadores, para darle más valor a los escenarios virtuales inmersivos. Los tickets para eventos y experiencias (como cines, conciertos, competencias) también podrían convertirse en NFTs, facilitando el control y protección ante la falsificación.
Asimismo, en universidades se podrían montar redes blockchain privadas, para que la propiedad intelectual se proteja a través de NFTs, o que los títulos profesionales se emitan a través de tokens. También, podrían surgir plataformas de coleccionistas que transen productos con un valor especial. Y así, hay una infinidad de posibles caminos para emprender o aplicar en negocios, que harán surgir nuevos productos y startups.
Consideraciones a la hora de invertir
La inversión siempre dependerá del estilo de cada persona y su aversión al riesgo. Los especialistas señalan que los NFTs, al igual que el arte, son una oportunidad interesante en tiempos de alta inflación, por su rareza y unicidad, pero a su vez son altamente especulativos, por lo que hay que evaluar muy bien al artista, su potencial en el tiempo y el tamaño de su comunidad.
En el caso de los videojuegos ocurre lo mismo, incluso muchos jugadores diseñan elementos que pueden usar sus mismos personajes y los comercializan como NFTs. Si es atractivo, se vende. Otros pueden comprar para revender o para usarlos.
“Lo que no se recomienda es poner todos los huevos en una misma canasta, e invertir todo en NFTs. Siempre es importante diversificar entre distintos tipos de criptoactivos, que es justamente lo que hacen exchanges como Orionx, donde puedes comprar desde 500 pesos chilenos”, explica Vainsetin.
Es importante señalar que, como buen activo alternativo de alta especulación, el éxito en la inversión en esta industria está asociado a mucha investigación y análisis, y en ciertos casos, también una cuota de suerte.
Desde Buda, explican que existen los típicos riesgos financieros, tales como invertir en NFTs cuyo precio caiga luego de la compra. Este riesgo existe en la industria del arte convencional también, pero como en todo lo relacionado a criptomonedas, las ganancias y también las pérdidas son sustancialmente mayores que lo normal.
Por último, el CEO de Buda menciona que también existen riesgos de estafa; un ejemplo de esto podría ser el de alguien que no sea el legítimo autor de una obra y venda los derechos de ésta. En este sentido, la regulación es clave porque al día de hoy son pocas las jurisdicciones donde la ley tiene las herramientas necesarias para proteger a un inversionista de NFTs.