La inquietud sobre qué tan próximo estaría el país de entrar en una recesión se ha avivado en el último tiempo, en medio de cifras que no hacen más que corroborar la profunda desaceleración por la que atraviesa la economía chilena.
Después de la expansión récord de
11,7% que registró el Producto Interno Bruto (PIB) en 2021, impulsado por la reapertura tras la pandemia y un exceso de liquidez en los hogares -producto de las transferencias fiscales y los retiros de los fondos previsionales-, la actividad comenzó a ralentizarse con el pasar de los meses.
De hecho, el Imacec de junio dio cuenta de un incremento interanual de 3,7%, el nivel más bajo desde inicios del año pasado.
Y al revisar el Informe de Cuentas Nacionales publicado este jueves por el Banco Central, en el segundo trimestre de 2022, el PIB nacional creció 5,4% al comparar con igual periodo del año anterior, evidenciando una moderación desde el 7,4% que logró expandirse la economía entre enero y marzo, revisada al alza en dos décimas en este ejercicio.
En detalle, lo anterior supone que el crecimiento económico en abril-junio fue menor en tres décimas a lo que se estimaba a partir del cierre preliminar de los Imacec de dichos meses. Y si se miran los registros desestacionalizados, se exhibe que la caída del Producto en el primer trimestre fue de 0,8%, mientras que en el segundo el dato fue de 0,0%.
En rigor, un país se encuentra en recesión técnica cuando se registran contracciones del PIB nacional durante dos trimestres consecutivos, lo que se visibiliza con el debilitamiento de los principales indicadores macroeconómicos, como el empleo, el nivel de precios, el consumo interno, la capacidad de pago y el nivel de producción.
¿En recesión técnica?
De esta forma, con las cuentas nacionales sobre la mesa, Capital Economics expuso en un informe que "la economía chilena no hizo más que estancarse en el segundo trimestre y las probabilidades de que caiga en recesión durante el segundo semestre del año son elevadas".
Junto con ello, se refirió a la reducción del crecimiento, que pasó del 7,2% anual en primer trimestre a 5,4% en el segundo, afirmando que estos datos "implican que la economía seguía funcionando por encima de su tendencia pre pandémica en el segundo trimestre".
"Estos factores, junto con el descenso de los precios del cobre, probablemente empujen a la economía a una recesión durante el segundo semestre de este año. Esto implicaría que la economía volviera a caer por debajo de su tendencia anterior a la pandemia", previó la empresa con sede en Londres.
Para otros, como el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, ya estamos en recesión técnica. No obstante, en su análisis extiende a dos décimas el registro del PIB del segundo trimestre -desde el 0,0%-, con lo cual la cifra que aparece es -0,01%. "Se acentúa la desaceleración y el segundo semestre viene algo peor", apuntó en su cuenta de Twitter.
En ese sentido,
Tomás Izquierdo, economista y gerente general de Gemines, señaló a
Emol que "si uno se ciñe directamente a los datos y toma la variación trimestral del PIB desestacionalizado, estamos en la quemada, pero no alcanza a ser recesión técnica porque, efectivamente, el primer trimestre hubo una caída respecto del cuarto del año pasado en la serie desestacionalizada. Y en este segundo trimestre, los datos también mostraron una caída respecto del primero en la serie desestacionalizada, pero fue cero".
Añadió que "si es que en vez de ser cero la variación, hubiera sido -0,1 en el segundo trimestre, sí estaríamos técnicamente en una recesión, porque tendríamos dos trimestres consecutivos de caídas. Ahora, lo que sí es cierto, es que si tú tomas la demanda interna, el gasto de la economía, ahí sí tenemos dos trimestres consecutivos de caídas. Tenemos un -0,6% en el primero y un -0,9% en el segundo".
En efecto, si se observan los registros de la demanda interna desestacionalizada, esta retrocedió 0,6% entre enero y marzo; para luego desplomarse 0,9% los tres meses siguientes."Uno podría decir que, por la trayectoria de la demanda interna, estamos entrando en una fase recesiva, técnicamente", dijo Izquierdo.
En esa línea, comentó además que "las cifras, o las estadísticas, sirven para corroborar que la actividad del país dejó de crecer, y que empieza a contraerse. De sostenerse eso, y va a ser así, porque vamos a estar en recesión todo el segundo semestre, y muy probablemente el primer semestre del próximo año también, los efectos son penosos sobre el empleo, particularmente".
A juicio de Jorge Berríos, docente de Unegocios FEN Uchile, "claramente se puede apreciar que existe una disminución clara del PIB incluso más allá de los dos trimestres e incluso un preocupante empeoramiento de algunos indicadores económicos".
"Todos los indicadores o variables que pudieran analizarse como elementos de referencia son negativos y algunos definitivamente con 'red flag', sobre todo el nivel de Deuda Externa. Estamos realmente en una 'tormenta perfecta' que junta una debilidad económica interna y problemas a nivel internacional, y si a eso agregamos indicadores de riesgo subyacente como el riesgo e incertidumbre política, definitivamente la combinación no es muy buena que digamos", añadió.
"Dados los indicadores que se presentaron y la secuencia de los trimestres anteriores, sin lugar a dudas estamos en una 'recesión técnica' e incluso como cara de entrar definitivamente en 'recesión'"
Jorge Berríos, docente de Unegocios FEN Uchile
Junto con ello, Berríos aseveró que
"dados los indicadores que se presentaron y la secuencia de los trimestres anteriores, sin lugar a dudas estamos en una 'recesión técnica' e incluso como cara de entrar definitivamente en 'recesión'".
Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, por su parte, recalcó que "los resultados no son tan sorpresivos, tarde o temprano ya sabíamos que el crecimiento iba a bajar y probablemente llegará a cifras negativas. Además, no hay una única definición de recesión".
"Hay que separar dos cosas, por un lado, la economía creció un 5,4% en el segundo trimestre de 2022 con respecto al mismo periodo del 2021. Sin embargo, la economía tuvo un crecimiento nulo con respecto al primer trimestre de este año", acotó.
Con todo, manifestó que "más allá de si estamos o no en recesión, lo importante es que estas cifras de crecimiento son preocupantes porque significan menores recursos para las personas. Salarios, empleo, recaudación fiscal, todos dependen finalmente de las cifras de crecimiento. Otro efecto podría ser una mayor tasa de interés para la deuda soberana chilena, en periodos donde va a haber presión para aumentar esta deuda".