El efecto en cadena que implicaría el agravamiento de la crisis financiera que enfrentan las isapres sobre el sistema prestador privado es un tema que varios personeros de la industria vienen advirtiendo hace años, y que en el último tiempo ha tomado mayor fuerza.
Desde que comenzó a agudizarse la crisis sanitaria en Chile, por decisión legislativa, las isapres tuvieron que frenar el alza de precios durante casi dos años debido a la pandemia, lo que sumado al aumento de las licencias médicas y atenciones de salud, las ha llevado a acumular pérdidas cercanas a los $300 mil millones, según datos de la Asociación de Isapres.
Adicionalmente, causó revuelo el último golpe de la Corte Suprema, que les ordenó aplicar la nueva tabla de factores, dictada en diciembre de 2019, a todos sus afiliados, y además restituirles los cobros en exceso tras su implementación. Esto, aparte del fallo del máximo tribunal que dejó sin efecto el primer proceso de adecuación precio base de los planes de salud.
Pero, ¿quiénes están detrás de estas entidades y se podrían ver afectados por la eventual quiebra de alguna de ellas? Según datos de la Superintendencia de Salud, actualmente hay siete isapres abiertas en Chile: Banmédica, Colmena, Consalud, Cruz Blanca, Esencial, Nueva Masvida y Vida Tres.
De las siete mencionadas, hay dos que tienen el mismo dueño: UnitedHealth Group, conglomerado estadounidense controlador de Banmédica y Vida Tres.
Este holding ha hecho noticia en el último tiempo, pues mediante una carta formalizó su solicitud de iniciar la primera fase de un potencial litigio internacional -a través de los mecanismos de resolución de controversias establecidos en el Tratado de Libre Comercio- por lo que califica como falta de certeza jurídica para las isapres.
Otro grupo extranjero es el inglés
Bupa, dueño de
Cruz Blanca, una de las empresas en el ojo del huracán debido a las millonarias pérdidas que mantiene, el incumplimiento del contrato con Clínica Indisa por reajuste de los valores de servicios según el IPC, y los masivos despidos que efectúo hacia fines del año pasado.
Desde 2017 que Nexus Chile, firma de salud ligada al fondo estadounidense Nexus Partners, controla la isapre Nueva Masvida, y pese a que intentó adquirir Colmena, la Fiscalía Nacional Economica (FNE) prohibió la operación tras concluir que ella reduciría sustancialmente la competencia en el mercado. En la práctica, ello se traduciría en mayores precios en los planes de salud de actuales o nuevos afiliados, e incluso podría afectar la calidad de dichos planes, según explicó la entidad.
En 2013 Colmena, cuyo accionista mayoritario era Carlos Trucco, fue comprada por un fondo de inversión gestionado por LarrainVial y que entre sus principales aportantes se encontraba el holding Bethia.
Consalud, en tanto, es la isapre controlada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), por medio de su brazo de inversiones ILC.
La última isapre que entró al mercado lo hizo en enero de 2022. Se trata de Esencial, vinculada con la Corporación Chileno Alemana de Beneficencia (CCAB), que aprobó un aumento de capital por un monto de $24 mil millones, operación que realizó a través de Grupo Alemana, la división que reúne a sus actividades en el área de la salud.
Según el último reporte de la Superintendencia de Salud, entre julio y septiembre la industria registró mermas por $53.786 millones. En el desglose, Cruz Blanca anotó pérdidas por $44.873; mientras que en segundo lugar se ubicó Consalud, con -$38.544 millones.
Le siguió Banmédica, con una baja de $33.846 millones; luego se situó Colmena, con -$14.059 millones; en el quinto puesto estuvo Esencial, con -$1.356 millones. En tal contexto, hubo solo dos isapres que anotaron ganancias al tercer trimestre: Nueva Masvida ($2.823 millones) y Vida Tres ($1.930 millones).