Esta semana Santiago se vio golpeada por una de las temperaturas más altas registrada en su historia, con 37,3° a las 16.07 hrs. del miércoles, según datos del Servicio Oficial de Meteorología de Chile. Se trata de un récord que, en la capital, solo ha sido superado en dos oportunidades: en enero de 2019, cuando los termómetros llegaron a los 38,3° y en el mismo mes de 2017 con 37,4°.
En otras ciudades, en todo caso, la situación ha llegado a ser más extrema. En 2017, por ejemplo, Los Ángeles llegó a ser azotada por una temperatura de hasta 42,2°, mientras, el mismo año, Chillán llegó a los 41,5°.
Pero el abrasador calor que se ha dejado sentir durante los últimos días, no ha dejado indiferente a nadie. Y algunos datos pueden dar cuenta de cómo los chilenos lo han comenzado a enfrentar. Hace unos días, Mercado Libre informó que la comercialización de aires acondicionados y ventiladores, durante enero, se dispararon 194% y 69% respectivamente, en comparación con el año pasado.
Asimismo, de acuerdo a las cifras de la plataforma online, la búsqueda de aires acondicionados durante enero aumentó en un 100%, mientras que la de ventiladores en un 64%.
Las altas temperaturas, no obstante, no solo pueden ser enfrentadas con climatización. Y menos cuando se trata del mundo laboral, en el que muchas veces las condiciones, de un trabajo a otro, cambian considerablemente.
Es por eso que en algunas industrias, como la de la agricultura y la construcción, ya se han comenzado a entregar ciertos lineamientos para enfrentar la situación. Aunque, es necesario señalar, hay otras que se ven favorecidas, por clientelas que, intentando capear la ola de calor, se inclinan por el turimos o una cerveza bien helada.
El calor y el rendimiento laboral
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para 2023 se perderá el 2% del total de horas de trabajo debido al calor extremo. Y es que las altas temperaturas mandatan al cuerpo a destinar energía para regular su propia temperatura, lo que termina por afectar áreas como la atención, la concentración y también la memoria.
"Nuestro flujo sanguíneo ante el calor está siendo redistribuido y, por tanto, el cerebro prioriza los mecanismos de sostén vitaly de compensación. Entonces, los otros procesos quedan como prioridad secundaria, incluidas la atención, concentración o tareas neuronales más complejas", explica a El Mercurio Susana Olate, directora médica de ACHS Seguro Laboral.
"Nuestro flujo sanguíneo ante el calor está siendo redistribuido y, por tanto, el cerebro prioriza los mecanismos de sostén vitaly de compensación. Entonces, los otros procesos quedan como prioridad secundaria, incluidas la atención, concentración o tareas neuronales más complejas"
Susana Olate, directora médica de ACHS Seguro Laboral
Pero la exposición a altas temperaturas también puede desembocar en infortunios. Así lo constató un estudio liderado por la U. de Cantbaria (España), según el cual, a partir del tercer día de exposición a una situación de calor extremo, se incrementan los riesgos de sufrir un accidente laboral.
Y es justamente por esto que algunos de los sectores más expuestos han comenzado trazar ciertas líneas que, tanto para hoy como pensando en lo que vendrá más adelante, ya se han comenzado a tomar en cuenta.
Agricultura y construcción: Los que tendrían que adaptarse
Luis Llanos, profesor de Ingeniería Industrial de la U. de Chile explica que "los rubros más afectados son aquellos que requieren faenas a la interperie, como por ejemplo, la agricultura y la constrcción".
En relación a la primera, señala que "los incendios, las sequías o eventos climáticos extremos más frecuentes son lo más visible de esto y lo que de alguna manera puede ser más fácil de constatar".
Asimismo, indica que "hay bastante investigación que demuestra que temperaturas extremas reducen la productividad laboral y provocan menos rendimientos en los cultivos".
Las olas de calor "tienen un efecto sobre la produccion agrícola, y también aceleran la pérdida de agua. Por otra parte, disminuyen la productividad", destaca, por su parte, Juan Nagel, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes.
Desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) vienen hace un tiempo tomando nota de esto. Y ya han elaborado una serie de recomendaciones para que el rubro pueda enfrentar de la mejor manera posible las olas de calor.
Según explica Antonio Walker, presidente de la entidad, "tenemos que tratar de adaptar la jornada laboral para que las personas que trabajan en el campo se sientan lo más cómodas posibles".
"tenemos que tratar de adaptar la jornada laboral para que las personas que trabajan en el campo se sientan lo más cómodas posibles"
Antonio Walker, presidente de la SNA
En concreto, señala que lo ideal es "partir muy temprano: 6:15 o 6:00, en una jornada única que termine un poco después de medio día".
Recalca, también, que entre lo que hay que tener en cuenta se encuentran "gorros legionarios, gafas y bloqueadores solares".
Subraya, asimismo, que "el como regar, el cuanto regar y la frecuencia de riego, son muy importantes para mantener los cultivos hidratados y no afectar los rendimientos de producción de alimentos".
Tal como la SNA, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) también elaboró una serie de recomendaciones para hacer frente al calor.
En un documento, que se difundió por distintos canales, la entidad recomienda la implementación de pausas laborales posterior a 45 minutos de trabajo continuo; la incorporación de ayudas mecánicas para aquellas tareas que requieran mayor esfuerzo físico; y la ejecución de trabajos con mayor esfuerzo físico para las horas del día donde las temperaturas sean más bajas, entre varias otras.
"Gran parte de las actividades laborales que se desarrollan en la construcción requieren de un exigente esfuerzo físico, el que, sumado a la exposición de las personas al calor, puede derivar en eventos de
estrés por calor, ocasionando episodios de agotamiento o golpe de calor, lo que puede afectar gravemente la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras", señala el documento de la entidad.
Y añade: "De ahí la importancia de la implementación de una metodología oficial que permita planificar e implementar acciones tendientes a reducir los riesgos", señala el documento de la entidad".
Quienes ganan: "Mejor el calor que el frío"
Entre quienes se ven "favorecidos" por las altas temperaturas se encuentra el rubro gastronómico. Así, al menos, lo explica el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo.
"Si los locales están preparados, tienen aire acondicionado, tienen terrazas que son razonables, el calor es un elemento más positivo que negativo, mejor el calor que el frío", indica.
Asmismo, añade que "en el caso de la venta de cerveza, por ejemplo, el calor es un elemento que incide postivamente en la venta".
Así, redondea señalando que "cuando no se trata de eventos excesivamente peligrosos, el calor es un aliado para la gastronomía. Potencia las terrazas, potencia el hecho de que las personas hagan un break para tomar algún refresco en los restaurantes. No lo vemos como algo extremadamente negativo".
Desde el sector turístico, la visión es similar. "El calor es más bien un aliado del turismo, ya que las personas tienden a buscar lugares donde capear las altas temperaturas de esta época del año, siendo los balnearios, centros vacacionales y turísticos opciones muy cotizadas por las personas para pasar estos días u olas de calor como la que se está dando", dice Jaime Guazzini, Presidente de Fedetur.