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Musk versus Zuckerberg: Los estilos opuestos que han cultivado dos de los mayores magnates de la historia

Uno ha desperdiciado miles de millones, otro los ha ganado, señala The Economist.

12 de Febrero de 2024 | 10:56 | Emol
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EFE
La rivalidad entre Mark Zuckerberg y Elon Musk data de años. Aunque en términos de quien es más "genial", destaca The Economist, "Musk por lo general gana fácilmente".

El medio norteamericano destaca que como innovador, Zuckerberg, cofundador de Facebook y jefe de Meta, un gigante de las redes sociales, a menudo ha sido descartado como un fanático de la tecnología, siempre de polerón con capucha. Nunca ha recibido los elogios prometeicos que ha tenido Musk por convertir Telsa en un semental de los vehículos eléctricos (VE) y Spce X en la sensación de los cohetes.

Zuckerberg es tristemente célebre por su lema "muévanse rápido y rompan cosas", lo que tal vez ha ayudado a Facebook a conquistar el mundo, pero ha dado licencia para que críticos lo consideren como una amenaza social. Musk es respetado como un inconformista, aprovecha su imagen de niño malo y principalmente se sale con la suya.

Ese era el tenor de su relación -dice The Economist-cuando Musk propuso una lucha en una jaula con Zuckerberg en junio del año pasado, justo antes de que Meta lanzara una aplicación de mensajería breve, Threads, para competir con Twitter (ahora X) de Musk. En términos comerciales, incluso entonces Musk tenía ventaja. Era el hombre más rico de la Tierra. El valor de mercado de Tesla, aunque estaba disminuyendo, era más alto que el de Meta. Sus ingresos estaban aumentando más rápido. Sin embargo, desde entonces, no podría haberse pegado más fuerte en los dientes.

En las últimas semanas, Tesla ha impactado a los inversionistas con una presentación de ganancias terroríficas. El paquete remunerativo de US$56 mil millones de Musk de 2018 fue rescindido por un juez, lo que ha reducido radicalmente su fortuna neta. Desde EE.UU hasta China, sus VE han sufrido retiros.

Mientras tanto -agrega The Economist- Zuckerberg está lanzando sus brazos al aire en señal de triunfo. El 1 de febrero, Meta publicó ganancias que muestran un aumento sorprendente en ventas y márgenes. Su valor de mercado ha alcanzado US$1,2 billones, exactamente el nivel que Tesla alcanzó en su punto máximo en 2021, y más del doble de lo que el fabricante de vehículos eléctricos vale ahora. Sin duda, las medidas a corto plazo del desempeño financiero no lo son todo. Pero si observa factores a más largo plazo, como la forma en que ambos hombres dirigen sus negocios, tratan a sus accionistas y clientes, y responden a sus propias fallas, está claro que la lucha está casi terminada. Zuck ha ganado.

Para entender el por qué -continúa el medio norteamericano- empecemos con la interacción entre la forma en que ambos multimillonarios controlan y dirigen sus empresas. Cada uno de ellos domina sobre estas en un modo que hace palidecer a los defensores del gobierno corporativo: Zuckerberg a través de una estructura de acciones de clase dual que le otorga un control mayoritario de Meta; Musk, al tener a todo el mundo en Tesla bajo su control absoluto. Pero mientras Zuckerberg se ha vuelto más sensible hacia sus asociados accionistas, Musk se ha vuelto menos sensible. Eso ha tenido un gran impacto en el desempeño.

The Economist señala que el cambio total de Zuckerberg partió en 2022 cuando los accionistas se espantaron ante la forma en que estaba despilfarrando el dinero de ellos (como también el suyo) en proyectos innovadores como el metaverso, precisamente cuando el negocio principal de Meta se estaba desacelerando. En lugar de ignorarlos, los escuchó. Desde entonces ha cambiado de tono para centrarse en reducir costos, dar un impulso a las ganancias y utilizar el efectivo para invertir en inteligencia artificial (IA) y el metaverso en una forma que mejore los productos existentes como también financie apuestas futuristas. Además, para convencer a los accionistas de que no está derrochando el dinero de ellos, Meta les devolverá más efectivo a través de las recompras de acciones y pagará el primer dividendo de la compañía.

Musk -añaden el periódico- no ha tenido esa epifanía. En los dos años que han pasado desde que el precio de las acciones de Tesla llegó a un punto máximo, parece haberse empeñado en decepcionar con creces a los otros dueños de acciones de la compañía. Los sensatos anhelan un VE económico y de mercado masivo. En cambio, Tesla, está vendiendo automóviles caros a un descuento que destruye los márgenes. Quieren que él destine más tiempo a Tesla, pero lo divide con Space X y lo desperdicia en (y sobre) X. Desean automóviles completamente autónomos como catalizadores de una revolución de los robotaxis. En cambio, incluso los admiradores más empecinados quedaron estupefactos hace poco cuando Musk amenazó con abandonar sus esfuerzos en IA y robótica en Tesla a menos que le dieran un control de voto del 25%.

Eso lleva a una segunda gran diferencia, arguye The Economist: la motivación, que fue el quid de la decisión del juez en Delaware el 30 de enero de despojar a Musk de su gigantesco cheque de pago. Zuckerberg, como indicaba el fallo, no recibe ningún salario u opciones de acciones. Su participación económica del 13% en Meta es el incentivo principal para ir a trabajar cada día. No obstante, Musk es diferente. Aunque su participación en acciones en Tesla en ese momento significaba que se enriquecería en US$10 mil millones cada vez que el valor de Tesla aumentara US$50 mil millones, eso no fue suficiente. El consejo de Tesla (varios de cuyos miembros, según el fallo del juez, eran demasiado amigos de Musk para ser independientes) convenció a los accionistas de que era necesario un incentivo extra para que siguiera trabajando en forma incesante: es decir, el pago más grande en la historia de los mercados públicos. Ahora que eso se ha anulado, su motivación, supuestamente, está incluso más en deuda.

Luego -subraya el medio- están las actitudes de ambos hombres hacia los clientes, los que también se han movido en direcciones opuestas. Zuckerberg fue vilipendiado por el enfoque rápido y descuidado de Facebook con respecto a los datos de los usuarios, la moderación de contenido y la privacidad. Las preocupaciones siguen siendo intensas, en especial cuando se trata de adolescentes en las redes sociales. Pero Facebook ahora tiene un consejo de supervisión independiente para que resuelva sobre las decisiones de contenido, y Meta afirma que han invertido US$20 mil millones desde 2016 en la seguridad en línea. Sin lugar a dudas, Musk aún tiene algunos clientes leales. Pero considerando cuántos dueños de VE estadounidenses son de tendencia demócrata, mientras más él despotrica en X, más claro está que desprecia las opiniones políticas de ellos.

Los retiros de vehículos más recientes son otra fuente de preocupación. En China, un enorme mercado, enfrenta una dura competencia. Meta, en cambio, atribuye a los avisadores chinos el mérito de ayudar a impulsar un gran aumento en los ingresos publicitarios el año pasado.

Déspota enjaulado


En pocas palabras -concluye The Economist-a medida que Zuckerberg envejece, parece haber aprendido de sus errores. A medida que Musk envejece, se vuelve más infantil y distraído. Su airada reacción ante el fallo del tribunal de Delaware, amenazando con recoger los bártulos y trasladar la constitución de Tesla a Texas, es un caso ilustrativo. Indica que quiere que los accionistas de la compañía tengan incluso menos protección contra su carácter caprichoso que lo habitual. Si alguien debería subir al ring y hacerlo entrar en razón, serían ellos.
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