Las isapres enfrentan un delicado panorama. Esto, debido a dos fallos de la justicia que pusieron a sus finanzas en la cuerda floja. El primero, por tabla de factores, mandató a las aseguradoras a realizar masivas devoluciones por cobros en exceso. La discución acerca de su implementación, a través de una ley corta, se retomará en las próximas semanas en el Congreso. El segundo, en tanto, ordenó anular las alzas realizadas por GES, lo que ya fue implementado y que significaría una disminución de un 12% en los ingresos de las compañías.
En medio de este escenario, algunos actores han sorprendido al dar señales de querer entrar a la industria. Es el caso de la Red de Salud UC Christus, ligada a la Universidad Católica (UC) y la firma estadounidense Christus Health. Ejecutivos de la compañía -reportó hoy el Diario Financiero- concurrieron a la Superintendencia de Salud para reunirse con Osvaldo Varas, intendente de Fondos y Seguros Previsionales de Salud, con el objetivo de avanzar en una nueva aseguradora de salud que pertenezca al grupo.
Con anterioridad, el Grupo Andes Salud, que gestiona clínicas en Calama, Ñuble, Biobío y Los Lagos, también había manifestado su interés en dar vida a una nueva isapre. En diciembre de 2023 su gerente general, Gonzalo Grebe, de hecho, señaló a El Mercurio que "según nuestros cálculos, con el 7% podríamos poner a disposición de la población planes atractivos, con coberturas entre el 50% y el 80% de nuestra red. La idea es que sean pocos planes y simples, tres o cuatro máximo, con bajos costos de administración".
Las intenciones de incursionar en el negocio de las isapres genera dudas en muchos de los afiliados: ¿No es una industria que está crisis? Lo es, y es justamente eso lo que parece atractivo a los nuevos inversionista. Es que, según explican ex autoridades, los nuevos actores entrarían sin cargar con la deuda que sus competidores tienen por los fallos de la justicia y con un marco regulario beneficioso. Además, de estar ligados a prestadoras, podrían fidelizar a los afiliados con su red de Salud, como en el caso de Christus.
El gran problema, sin embargo, sería para los afiliados riesgosos, quienes no calificarían en los radares de los nuevos actores de la industria.
Mientras, desde dentro de la industria, los movimientos para entrar al negocio no sorprenden, pues hace rato saben que, dadas las condiciones actuales, la posibilidad es atractiva.
Atractivo negocio, pero no para los afiliados riesgosos
En 2022 Grupo Alemana anunció, con bombos y platillos, su nueva apuesta: la isapre Esencial. La aseguradora hoy corre con ventaja frente a sus competidores: al haberse creado recientemente, no está afectada por los fallos y, por lo tanto, no tiene cobros en exceso que devolver. Sus finanzas, al menos en ese sentido, están sanas.
Pero eso no es todo. Y es que al tratarse de una aseguradora vinculada a una red de salud, cuenta con el beneficio de poder llevar a sus afiliados a atenderse en sus propias prestadoras, lo que también podrían hacer UC Christus y Grupo Andes Salud de concretar sus planes.
"Tanto isapre Esencial, como una isapre que creara Christus u otra, tienen como sentido fundamental fidelizar sus clientes, pacientes o cotizantes a su red de prestación, porque hay que recordar que Chritus con la Católica es una gigantesca red de atención de salud, no es una aseguradora. Pero usa este vehículo, igual como lo usa la isapre Esencial para la Clínica Alemana, para fidelizar a sus pacientes a esa red de prestación", explica el ex ministro de Salud Jaime Mañalich.
Por su parte, el también ex titular de la Cartera de Salud, Emilio Santelices, indica que las eventuales nuevas isapres "están en el mejor de los mundos". Esto -señala- porque "van a poder recibir personas jóvenes, sin preexistencias, con baja siniestralidad. A su vez no van a tener que cubrir costos asociados a los fallos, y por lo tanto van a tener primas mucho más bajas y van a ser competitivas".
Eso hace -añade- que "a pesar de la incertidumbre, se vea como una oportunidad".
La ex subsecretaria de Salud Pública y directora ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e innovación en Salud de la UDD, Paula Daza, en tanto, señala que, de no hacerse ciertos cambios en la ley corta de isapres que se tramita en el Congreso, "probablemente las nuevas isapres van a mantener las mismas reglas que hoy día, donde se mantiene la declaración de salud, es decir, las isapres podrían rechazar que las personas entren a un asegurador privado".
"Y por otro lado -añade- en las isapres antiguas, que tienen la carga de los fallos de la Corte Suprema, van a quedar cautivas las personas con enfermedades de alto riesgo".
En ese sentido, recalca que "esto haría que tuviéramos isapres donde estarían las personas mayores, los enfermos crónicos. Probablemente esas isapres tendrían que subir sus precios y las isapres nuevas estarían con las personas más jóvenes y más sanas".
El ex superintendete de Salud Héctor Sánchez, agrega un punto. "Las isapres nuevas podrían captar toda aquella población que quede de aquellas isapres que eventualmente quiebren o que la gente se tenga que ir por efecto de las soluciones que está planteando el Ejecutivo y el Parlamento, de aumentar precios", explica.
Añade, en esa línea, que "estas empresas, como van a tener la posibilidad de seleccionar al ingreso, van a seleccionar a aquellas personas de altos ingresos, sanos y que tengan bajo nivel de gastos. Durante un tiempo no menor, podrían tener una cartera seleccionada de afiliados. Y eso es altamente rentable".
Alejandro Ferreiro, quien se desempeñó como superintendente de Isapres, en tanto, recalca que "si una isapre hoy ingresa al mercado, pueden hacerlo con tablas de factores que no van a estar cuestionadas. Y por tanto van a cobrar el precio que quieran cobrar".
Isapres: Se veía venir
Desde la industria de las isapres llevan meses batallando para que la ley corta establezca condiciones que les posibiliten seguir existiendo. Aunque reconocen que la situación, por ahora no es la óptima.
En ese contexo, dentro de la industria ya venían venir el nacimiento de nuevas isapres.
"Es un negocio muy rentable", comentó a Emol un alto ejecutivo de una de las aseguradoras, quien destacó, también, la ventaja que significa no estar afectado por los fallos.