La Sala del Senado despachó ayer el proyecto de estabilización de tarifas eléctricas, que busca proponer un calendario de pago de los más de US$6 mil millones que se adeudan a las generadoras, por el congelamiento de tarifas desde 2019. La iniciativa, si bien subsidiará a un millón de hogares, del 40% más vulnerable de la población, con una mitigación del orden del 40% de la cuenta, dejaría a más de la mitad de los clientes con alzas considerables.
Así, de hecho, lo hizo ver ayer el senador José Miguel Insulza, quien indicó que "más de las mitad de la población va a pagar unos $16 mil mensuales promedio. Esto va a ser un impacto político fuerte. Entiendo que hay que hacerlo, pero hay que estimar los costos que esto tiene desde todos los puntos de vista".
La iniciativa pasa ahora a la Cámara de Diputados, en donde se encuentra la denominada
"bancada eléctrica", grupo transversal de diputados que busca que no aumente el precio de la electricidad a la clase media y a quienes no les gustó la iniciativa que patrocina el Ejecutivo.
Las críticas de la bancada
"Es un proyecto poco transparente. Desde el Ministerio de Energía nos dicen que es para hacerse cargo de la deuda que se generó con los proyectos de estabilización anteriores: PEC 1 y PEC 2, pero no explicitan que es a costa de subir considerablemente la cuenta de la luz de la ciudadanía", señala el diputado Miguel Ángel Calisto (Ind).
El parlamentario agrega, en esa línea, que "el subsidio que se propone es la parte buena del proyecto, pero definitivamente hay que analizarlo mejor, pues tal como está, el 83% lo financian los propios consumidores, y el 17% restante el Estado. Además, se trata de un subsidio que tiene una duración de tres años, no como sucede con el agua potable que es permanente".
El diputado Jaime Araya (Ind-PPD), en tanto, recalca que se trata de "un mal proyecto, en forma y fondo, que espero sea corregido en favor de los consumidores durante su tramitación en la Cámara. El ministro faltó al compromiso que hizo con el Presidente de la Cámara y se le hizo saber que lo que acordara en el Senado, no tiene efecto en la Cámara. Me cuesta imaginar que esta iniciativa no vaya a tener cambios sustanciales en favor de la clase media y de la gente más vulnerable".
Por su parte, la diputada Marlene Pérez (UDI), sostiene que "es un proyecto engañoso, pues si bien se hace cargo de la deuda que tenemos con las generadoras a propósito de las leyes PEC 1 y PEC 2, el Ministerio de Energía no es capaz de transparentar el gran aumento en la cuenta de la luz que esto significa".
Asimismo, asegura que "definitivamente existirá un problema político si se aprueba este proyecto tal como está, pues el aumento en la tarifa en el corto plazo será muy grande. En la propia comisión de energía del Senado los expertos advirtieron de un aumento para este año de un 38%, y a esto le sumamos que para el 2025 existirá un cargo extra que corresponde a un 15% más".
El parlamentario Rubén Oyarzo (PDG), también integrante de la bancada, es igualmente de crítico. A su jucio, "es un subsidio insuficiente, el Gobierno no escucha. Y aquí la solución es renegociar los contratos con las compañías eléctricas. Chile es el país donde más altas son las tarifas de electricidad".
Por último, la diputada Yovana Ahumada (Ind) indicó que "aquí la oportunidad que se tiene es poder buscar otras alternativas, otros elementos que permitan que los cambios y las rebajas sean permanentes en el tiempo".
Cabe destacar que la "bancada eléctrica" transversal esta compuesta por los diputados Marlene Pérez (UDI), Karol Cariola (PC), Jaime Araya (Ind-PPD), Rubén Oyarzo (PDG), Miguel Ángel Calisto (Ind), Yovana Ahumada (Ind), Marcela Riquelme (Ind-FA), Natalia Romero (Ind-UDI) y Erika Olivera (Demócratas).