Pese al sistema frontal que afectó a la zona centro y sur, las aguas estaban relativamente tranquilas en la Región del Biobío hasta que la Compañía Siderúrgica Huachipato, controlada por el grupo CAP, las agitó, al anunciar -nuevamente- la suspensión indefinida de sus operaciones.
La compañía acusó una situación financiera "insostenible" como la causa principal, apuntando a múltiples factores que "no se podrán revertir en el corto y mediano plazo", pese a las sobretasas impuestas por el Gobierno a las importaciones de acero chino que la misma firma solicitó para sostener su negocio.
Solo tres meses y 15 días pasaron luego de que acerera que entrega unos 20 mil empleos -entre director e inderectos- en el Biobío retomara sus operaciones tras una crisis que parecía relativamente controlada. Sin embargo, la firma argumentó
-en un comunicado hoy-
la imposibilidad de traspasar a precios las sobretasas recomendadas por la Comisión Antidistorsiones al acero chino, la "intensificación" del dumping del gigante asiático y la compleja situación financiera que enfrenta hace años como las razones que explicaron su repentina decisión.
Todo, sin entrar al fondo del asunto, sobre lo cual el ministro de Economía, Nicolás Grau, sacó sus conclusiones y sostuvo que esta decisión "devastadora" para la Región del Biobío se debe a la "incapacidad de Huachipato y de Molycop de ponerse de acuerdo respecto a un nivel de ventas y un precio que era posible lograr dadas las nuevas condicones de mercado que generaron las sobretasas definidas por la Comisión Antidistorsiones".
"Es una decisión que es consecuencia, insisto, de una acción irresponsable de estas dos empresas", subrayó.
Molycop es una de las pocas empresas que fabrican bolas de molienda en Chile -fundamental para la minería- y su principal proveedor es Huachipato. Un relación recíproca, pues el cliente número uno de Huachipato es precisamente Molycop al representar cerca del 70% de sus ventas. Entonces, la imposiblidad de llegar a un acuerdo en precios con su principal cliente es ciertamente complejo.
"Lo único que tenían que hacer las empresas, Huachipato y Molycop, es ponerse de acuerdo y lograr un acuerdo de mutuo beneficio para ambas partes, que les permitiera justamente aprovechar estas condiciones que había generado el país para que se mantuvieran esos puestos de empleo", reprochó Grau. "Eso es lo que ha fracasado: la conversación entre las empresas y de esa manera, a mi juicio, han fallado en su responsabilidad social".
Héctor Medina, presidente del sindicato N°1 de Huachipato, consideró que "es un golpe violento a todo el trabajo que hicieron nuestros compañeros de trabajo, que hizo la gerente y el directorio de Huachipato para mantener nuestra empresa".
"Vamos a seguir en producción hasta septiembre producto de que hay una orden de compra que se tiene que entregar a los clientes", añadió.
No obstante, aseguró que "por su supuesto que vamos a trabajar de revertir esto. Ahora, esto depende de CAP, cuyos accionistas dicen que no pueden seguir perdiendo más plata. Esa es la razón del por qué hacen esto y cierran Huachipato".
Al ser consultado si la decisión está fundamentada, Medina contestó que "claro, si debemos como US$400 millones. Sí, está fundamentada".
Desde 2019, cuando comenzaron las masivas importaciones de acero chino al país, la compañía ha registrado pérdidas superiores a los US$700 millones ante la dificultad de competir con los bajos precios que ofrece el gigante asiático.
Tras la sobretasas aplicadas al acero chino hace unos meses -cuya posible permanencia y magnitud está siendo discutida por la Comisión Antidistorsiones- , y las oportunidad que esto reprentaba para Huachipato de mejores precios para sus productos, la suderúrgica y Molycop comenzaron a negociar nuevos precios y plazos para sus contratos.
Según consignó La Tercera, Molycop comentó ayer en una nueva audiencia de la Comisión Antidistorsiones que "las medidas provisionales sobre las importaciones de bolas recomendadas por la CNDP lamentablemente han sido insuficientes, ya que los importadores acumularon inventarios adelantándose a la decisión de la CNDP. Algunos de ellos importaron en los primeros cinco meses de este año un volumen equivalente al de todo el año pasado y las importaciones han seguido subiendo. A esto se suma que otros importadores han sido capaces de absorber la sobretasa impuesta, atendido que esta es inferior al margen de dumping calculado".
En resumen, los importadores chinos de bolas de acero tuvieron un sobrestock en el periodo en que aún no se aplicaba sobretasas para abastecer al mercado chileno con productos más baratos durante 2024. Por eso cuando la compañía estadounidense intentaba licitar con las mineras, se topaba con que los precios de las bolas chinas eran menores. Por lo tanto, no podía competir y le pedía a su proveedor Huachipato precios menores, cuando lo que pretendía la sederúrgica de Talcahuano para sobrevivir era lo contrario: vender a mayores precios.
Y esta última advirtió en la negociación -según La Tercera- que, si Huachipato no bajaba los precios, tenía otras opciones donde adquirir las barras de acero requeridas. La oficina de compras de Molycop está en Singapur, donde puede obtener mejores precios de acero, pese a que no vengan de China, dado que el mercado de acero es amplio y podría comprar en otro mercado asiático, Turquía, México o el mismo Estados Unidos.
Así, y ante el sombrío panorama de estas negociaciones -que habrían continuado hasta ayer-, es que la Siderúgica Huachipato informó este miércoles el inicio de su proceso de cierre, consciente de las dificultades políticas y sociales que esto generará.
