La pandemia del COVID-19 obligó a millones de trabajadores en todo el mundo a adaptarse al teletrabajo de forma repentina, un modelo que, en muchos casos, se mantuvo incluso después de la crisis sanitaria. Amazon, uno de los gigantes tecnológicos y un referente en la promoción del trabajo remoto, hace unos días anunció que “se despide” de esta modalidad. A través de un comunicado, la compañía exigió a sus empleados retornar a la presencialidad a partir de enero de 2025.
Desde el próximo año, el home office solo se les permitirá en “circunstancias especiales”, como el cuidado de un hijo enfermo o emergencias domésticas. Este cambio en las políticas de una empresa tan influyente ha despertado dudas sobre el futuro del teletrabajo en otros mercados, incluyendo Chile, donde muchas empresas siguen observando con atención las decisiones de grandes compañías.
Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon, comunicó a sus empleados que la empresa ha decidido priorizar el regreso al trabajo presencial. “Seguimos creyendo que las ventajas de estar juntos en el lugar de trabajo son importantes”, expresó Jassy, según consignan medios globales como la BBC y Forbes.
Pero antes de entender si este escenario tendrá alguna repercusión en Chile, es pertinente conocer cuáles son las razones detrás de la decisión de este gigante. De acuerdo con Romina Diepa, People Manager de WeWork Cono Sur, “aunque el teletrabajo fue fundamental durante la pandemia, muchas empresas han observado que la interacción presencial y el trabajo en un entorno compartido impulsan la innovación, la creatividad y la resolución rápida de problemas”.
Según el estudio “Retos y perspectivas del trabajo”, realizado por WeWork y Michael Page, el 55% de los trabajadores va a la oficina para colaborar mejor con sus equipos. “Sin embargo, esto no implica abandonar la flexibilidad laboral. Lo que las organizaciones deben buscar es equilibrar ambos modelos para aprovechar sus ventajas”, agregó Romina Diepa.
Este fenómeno se debe a varios factores, asegura Rodrigo Gorostiza, gerente de marketing de Trabajando.com. En primer lugar, dice que el trabajo presencial contribuye al fortalecimiento de una cultura organizacional saludable, ya que la interacción en persona refuerza los vínculos entre los miembros del equipo, ayuda a mitigar la soledad y el aislamiento, y facilita la integración de nuevos colaboradores. Además, “muchas empresas han notado una disminución en la eficiencia con el teletrabajo debido a las mayores distracciones que enfrentan los empleados en sus hogares”, agrega Gorostiza.
La situación en Chile: ¿un cambio de tendencia?
La pregunta que muchos se hacen ahora es si la decisión de Amazon marcará una tendencia en el mundo, y por qué no en Chile. Según Gorostiza, en el país las empresas han adoptado enfoques más flexibles, optando en su mayoría por modelos híbridos. "Aunque el teletrabajo predominó durante la pandemia, la tendencia ha cambiado y un número creciente de compañías está eligiendo un modelo híbrido o, en algunos casos, un sistema totalmente presencial", señala. Este fenómeno, según el experto, se debe principalmente a la necesidad de recuperar la sinergia perdida durante el aislamiento, un aspecto que muchas empresas consideran clave para su éxito.
Esto se hace evidente en un estudio publicado por firma JLL -empresa de consultoría de propiedades- a inicios de año, donde se reveló que el trabajo híbrido se ha triplicado en Latinoamérica respecto a la época prepandemia. Chile y Argentina lideran esta tendencia, donde solo una de cada cinco empresas exige asistencia presencial todos los días, comparado con dos de cada tres antes del Covid-19.
El mismo sondeo indicó que el modelo más común es el de dos días presenciales y tres remotos, especialmente en empresas tecnológicas, financieras y multinacionales. La modalidad es más frecuente en compañías con menos de 100 empleados y en sectores como tecnología, seguros y telecomunicaciones.
Por su parte, Diepa señala que es probable que algunas empresas adopten este enfoque, especialmente si perciben mejoras concretas en productividad o cultura organizacional.
“No obstante, en Chile y otras regiones, muchas compañías están optando por modelos híbridos que integran lo mejor del trabajo remoto y presencial. La clave es mantener la flexibilidad. Nosotros, por ejemplo, hemos observado que los espacios flexibles permiten a las empresas ofrecer a sus colaboradores la libertad de decidir cuándo y cómo trabajar en la oficina, optimizando la eficiencia sin perder la flexibilidad que los empleados valoran”.
Romina Diepa, People Manager de WeWork Cono Sur
El impacto en los trabajadores
Romina Diepa afirmó que el regreso a la oficina puede tener beneficios en términos de colaboración y desarrollo profesional, pero también destacó la importancia de mantener cierta flexibilidad. “Si bien el teletrabajo fue esencial durante la pandemia, muchas empresas han notado que la interacción cara a cara y el trabajo en un entorno compartido fomenta la innovación, la creatividad y la resolución de problemas de manera más ágil. No obstante, el regreso a la oficina no significa que se esté abandonando la flexibilidad laboral, sino que las organizaciones están explorando nuevas formas de equilibrar lo mejor de ambos mundos”, aseguró Diepa.
Por otro lado, Gorostiza advirtió que un retorno masivo al trabajo presencial podría consolidar una cultura laboral más tradicional, desincentivando la flexibilidad que ha ganado popularidad y adhesión entre los colaboradores. “Esto también podría estimular un desplazamiento de trabajadores, quienes, al preferir el teletrabajo, tenderían a buscar oportunidades en empresas que ofrezcan modelos híbridos o completamente remotos, generando alta rotación de personal en sectores más rígidos. Por otro lado, el aumento en la presencialidad podría beneficiar a negocios locales, como cafeterías y restaurantes, estimulando la economía de áreas urbanas”, explicó.
Además, el vocero de Trabajando.com advierte que las empresas que estén considerando el retorno a la presencialidad deben hacerlo de manera gradual. "Para quienes se han adaptado al teletrabajo, la transición podría generar ansiedad y resistencia, afectando su salud mental y satisfacción laboral. La pérdida de flexibilidad podría dificultar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, aumentando el estrés. También existe el riesgo de incrementar la rotación de personal si el regreso a la oficina no se gestiona adecuadamente, lo que podría desestabilizar al equipo y afectar la cultura organizacional", concluyó el experto.
