Las playas de Puchuncaví se preparan para albergar a miles de nuevos vecinos. Esto, porque ayerla Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso (Coeva) dio el visto bueno al megaproyecto "Desarrollo Urbano Maratué", de la inmobiliaria El Refugio, ligada a la familia Lería, tras siete años de tramitación.
Lo anterior, luego de que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) recomendara de manera favorable la aprobación de la iniciativa.
La historia del proyecto se remonta a 2017. Ese año Maratué ingresó a tramitación ambiental. Dos años después, en 2019, la Coeva otorgó una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable. No obstante, opositores a la iniciativa intentaron frenarlo, por medio de dos recursos de reclamación, que en 2023 fueron declarados inadmisibles por la Corte Suprema.
El proceso continuó. Y en julio del presente año la inmobiliaria presentó su Adenda, con el fin de responder las observaciones levantadas por el Comité de Ministros para la Sustentabilidad el 2021, y que significó retrotraer la Resolución de Calificación Ambiental obtenida ese año. Entonces, llegó la aprobación de la Coeva.
Los detalles de la iniciativa
En concreto, Maratué colindará con Maitencillo por el norte, Campiche por el sur, Puchuncaví por el este y el borde costero por el oeste. En específico, con la playa Quirilluca.
La superficie total del terreno proyectado asciende a 1.045 hectáreas de suelo urbano emplazado en el conocido como Fundo de Quirilluca. Y se proyectan, específicamente, 14.180 viviendas para construir en 45 años.
De ellas, 2.000 se convertirán en solución habitacional con subsidio. Esto, según la compañía, en un terreno urbano y que ya cuenta con factibilidad eléctrica y sanitaria.
También habría departamentos, de máximo nueve pisos de altura, y casas de primera y segundo vivienda. Un 70% correspondería a primera viviendas, es decir, unas 9.800 unidades, según publicó el Diario Financiero hace un tiempo.
El proyecto también considera un área de conservación de 125 hectáreas, casi el doble del Parque O´Higgins. Asimismo, planifica un 50% de áreas verdes incorporadas en el proyecto.
Sector de Quirilluca, donde se emplazará el proyecto.
"Maratué es un proyecto de integración social que responde al desafío de avanzar en un crecimiento sustentable, ordenado, y planificado, al servicio de las personas. Para esto Maratué combina una vocación en primera vivienda y de protección ambiental que lo hace ser un proyecto pionero", señaló Claudia Lería, directora del proyecto Maratué.
Entre los vecinos, hay quienes apoyan la iniciativa. Rossana Pérez, dirigente del comité Los Médanos de Campiche, por ejemplo, señaló estar feliz. "Dimos un paso gigante para que más de mil personas que llevan esperando su vivienda por más de 15 años, puedan aspirar a una solución", apuntó.
"Seguiremos trabajando, para que los miembros de los comités de vivienda puedan acceder a una casa propia y digna, y para que puedan quedarse en su comuna de siempre, que es Puchuncavi", indicó también.
Opositores al proyecto
Pero no todos están de acuerdo con la iniciativa. La organización Salvemos Quirilluca, por ejemplo, criticó la aprobación. "Esta decisión, que avala la destrucción de un territorio clave para la biodiversidad y el bienestar de la comunidad, no responde a las necesidades reales de la zona ni a los principios básicos de protección ambiental que tanto hemos defendido", indicó en un comunicado.
Asimismo, aseveró: "El rechazo del MOP, Salud y Desarrollo Social evidencia serias falencias del proyecto en cuanto a la gestión del recurso hídrico, los riesgos sanitarios y el impacto negativo para las comunidades locales. Lamentamos que estas advertencias no hayan sido suficientes para impedir la aprobación de Maratué".
Mientras, el Gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, apuntó que Quirilluca "alberga flora y fauna nativa necesaria de ser protegida y conservada. Esto me parece una muy mala decisión". Asimismo, indicó que Puchuncaví "ya es zona de sacrificio".
Otra postal de Quirilluca.
Desde el Congreso, en tanto, también hay quienes se oponen. Ayer, antes de la aprobación de la iniciativa, fue el diputado Diego Ibáñez quien se refirió al proyecto.
"Hacemos un llamado a las autoridades de gobierno, a ser consecuentes a rechazar este proyecto, a ser coherentes con la estrategia regional de biodiversidad, escuchar la recomendación de los trabajadores de la ciencia de nuestra región. Los suelos siguen contaminados con arsénico y plomo ¿De dónde van a sacar agua en plena zona de escasez hídrica?", planteó.
Otras organizaciones medioambientales también manifestaron su rechazo a la iniciativa.
