Caos y largas filas es el escenario que se ha visto hoy en el aeropuerto de Santiago, producto de la movilización de sindicatos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
La manifestación ha obligado a retrasar e incluso suspender algunos vuelos, situación que ha generado preocupación en gremios empresariales que advierten del fuerte impacto que este paro puede generar en el país.
Al respecto, la presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Mónica Zalaquett, indicó que el sector que representa será uno de los más afectados en caso de que la manifestación se siga prolongando.
"Es inaceptable lo que está sucediendo con esta movilización de funcionarios de la DGAC, porque se está afectando gravemente el funcionamiento del Aeropuerto de Santiago, la principal puerta de entrada y salida de Chile, y esto también está impactando la operación del resto de los terminales aéreos a lo largo del país, registrándose retrasos y reprogramación de vuelos en distintas regiones", señala Zalaquett.
Agrega que "estas situaciones no se pueden seguir repitiendo en un país que aspira al desarrollo. Se trata de infraestructura crítica que es fundamental para la conectividad aérea y para un sector económico estratégico como es el turismo, que resulta gravemente perjudicado por estos episodios, que afectan también la imagen y reputación de Chile".
"Es fundamental avanzar con sentido de urgencia en un cambio radical de la gobernanza y la forma como se gestionan actualmente los aeropuertos, y así contar con una institucionalidad que resuelva de manera eficiente y definitiva todos los problemas que se registran en los aeropuertos de Chile", complementa.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés), en tanto, hizo un llamado al Gobierno a que, por medio de su ministerios de Defensa y Hacienda, "tome las medidas inmediatas y necesarias que permitan poner fin a las movilizaciones que iniciaron hoy -y de manera indefinida- más de una decena de sindicatos de la DGAC en todos los aeropuertos de Chile, que estaría impactando, con demoras e incluso cancelaciones y solo durante esta jornada, unos 350 vuelos y en consecuencia, pudiendo llegar a afectar a unos 60 mil pasajeros al término del día".
"La ralentización de los procesos aumentó de manera considerable los tiempos de separación entre vuelos, provocando demoras de en promedio tres horas, de los cuales 60 por ciento son pasajeros de vuelos nacionales y el 40 por ciento restante de internacionales", añade la asociación a través de un comunicado.
Mientras que el vicepresidente regional de IATA, Peter Cerdá, subraya que "ante estas disrupciones, que son ajenas a la responsabilidad de las aerolíneas, a fin de evitar que más pasajeros, el turismo y el comercio del país continúen siendo afectados por acciones que atentan contra el normal desenvolvimiento de las operaciones aéreas, esperamos que este conflicto se resuelva lo antes posible".
"La aviación es un medio de transporte esencial para la movilidad de las personas, la conectividad y el desarrollo social y económico de Chile y medidas de fuerza como estas tienen un incalculable efecto negativo en las personas y en el país", acota.