Un megapuerto es el que se inaugurará hoy en Chancay, a 80 kilómetros de la capital de Perú, Lima. La estructura fue construida por la empresa china Cosco Shipping Ports. Será una de las más grandes del Pacífico Sudamericano y conectará de manera directa con Shangái. El hito es de tal importancia que será el propio presidente del país asiático, Xi Jinping, quien cortara las cintas, junto a la mandataria del vecino País, Dina Boluarte, en el marco de la cumbre de la Apec.
La nueva estructura es vista con optimismo por el empresariado peruano, pues se trata de un proyecto revolucionario en Sudamérica, con una inversión de US$ 1.300 millones. "De Chancay a Shanghai", dice la campaña con la que se ha publicitado el puerto. La frase no solo hace referencia a la conexión directa que habrá entre las dos ciudades, sino que también a la drástica reducción de los tiempos de exportación, de 40 a entre 21 y 23 días.
La superficie será de 141 hectáreas y podrá recibir buques de hasta 24.000 contenedores. Según estimaciones de Cosco Shipping Ports, recogidas por la prensa peruana, solo el primer año llegarían un millón de estos. La estructura, asimismo, contará con quince muelles, gruas especializadas y vehículos autónomos. Funcionará en su totalidad con energía eléctrica y reducirá en un 40% el consumo, en relación a otros puertos.
Las autoridades peruanas comentan con ambición lo que esperan de esta nueva etapa. "Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina", dijo a la agencia AFP el ministro de Transporte, Raúl Pérez, en una visita a las obras. "Tendremos rutas directas a Asia, en particular a China, lo que reducirá en 10, 15 e incluso 20 días, dependiendo de la ruta, lo que hoy se hace", indicó también.
En tanto, el subdirector general de Cosco Shipping Ports Perú, Gonzalo Ríos, señaló creer que "con el aporte del puerto, esta región del Pacífico y Perú en particular pueden convertirse en el centro logístico clave de la región sudamericana para el comercio".
"Chancay atraerá muchísima carga"
Las rutas marítimas sufrirán modificaciones cuando comience a operar el nuevo megapuerto. Hoy muchas de las navieras que viajan a China pasan por el puerto de Manzanillo, en México, mientras que otras por California. Según información recogida por CNN España, la obra en Chancay permitiría que países como Ecuador, Colombia y Chile lleven sus mercancías desde Perú, sin tener que agregar escalas.
Según comentó al Diario Financiero el presidente del directorio de la Autoridad Portuaría Nacional de Perú, Juan Carlos Paz, "Chancay va a poder atraer muchísima carga". En esa línea, explicó también que "se puede decir que Callao está atendiendo a Chile y está siendo fundamental para que el país vecino reciba importaciones y pueda exportar, porque estamos hablando de una cantidad significativa. Esto se va a reforzar aún más con Chancay. El megapuerto va a facilitar la logística y le dará competitividad a la región".
Paz, además, pone un énfasis en lo que observan para la década que viene. "Esperamos en unos cinco a diez años tener consolidado el eje Chancay-Callao, que será un hub logístico gracias al nuevo sistema de cabotaje; además de potenciar nuestros puertos regionales".
El temor de Estados Unidos
No es un secreto: el Puerto de Chancay potencia la influencia china en Sudamérica y podría tener cierto protagonismo de agudizarse la guerra comercial con Estados Unidos, sobre todo tras la elección de Donald Trump como presidente.
La Casa Blanca, de hecho, ya está alerta. Según información recopilada por The Financial Times, la jefa del Comando Sur de la Armada de Estados Unidos, Laura Richardson, lanzó una advertencia sobre la nueva operación. En concreto, la autoridad expresó preocupación por la posibilidad de que el puerto reciba buques militares chinos, contrariando los intereses norteamericanos en la región.
La estrategia del país asiático -"Franja y la ruta"- es precisamente construir infraestructura alrededor del mundo. Esta ha sido promovida con fuerza por el presidente Xi Jinping. Y de a poco se consolida: más de 20 países en América Latina y el Caribe ya están involucrados.
Desde Perú intentaron atraer también inversión norteamericana para sus puertos. Incluso, a mediados de este año, advirtieron a Estados Unidos de que si no se involucran en un proyecto portuario, China terminará dominando el comercio marítimo del país. En concreto, las autoridades del país vecino piensan en el Puerto de Corío. Pero aún está en una fase incipiente.
¿Preocupación para Chile?
Julio Villalobos, director del Centro de Transporte y Logística de la Facultad de Ingeniería de la UNAB, el puerto de Chancay sí agrega una ventaja a los productos peruanos. Pero -sostiene- "Chile en su agroindustria y en su minería ha competido históricamente con esto. Entonces, no observo que sea una amenaza tan relevante a la economía chilena".
Lo que observa, en cambio, es la apertura de la posibilidad de un corredor bioceánico que constituiría una oportunidad para toda la región. "Le da flexibilidad a ciertos despachos", explica. Y agrega que "agrega una capacidad logística a nuestra región que antes no teníamos".
Desde la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Uandes, en tanto, Nicolás Román explica que Chancay se puede llegar a econtrar en una "inmejorable situación de captar clientes y potenciar estrategias, como la de convertirse en el puerto del Pacifico de un corredor bioceanico".
Asimismo, adelanta uno de los restos que enfrentará. "Un desafío particular de estos puertos -dice- es evitar los cortes por marejadas. Y el año 2023 en San Antonio hubo algo más de 40 días sin operación, por lo que durante el 2025 tendremos información de la capacidad de Chancay para sortear esta dificultad".
"Esperemos que, dadas las óptimas condiciones de San Antonio para tener el liderazgo de los puertos de la costa este de Sudamerica, esto termine siendo un aliciente para pronto cumplir y aprobar las observaciones del sistema de evaluación ambiental en curso", sostiene.
Luis Llanos, profesor de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, por su parte, ve oportunidades y amenazas. "Chancay debería reducir costos (de) transporte para Chile en sus exportaciones e importaciones al Pacifico", sostiene. Pero dice que habrá que observar que pasará con la competencia por cargas provenientes de Brasil.
"Aquí es importante abrir el cabotaje a navieras extranjeras, además de mejorar la infraestructura de los puertos y su conectividad vial y ferroviaria", asegura.
El mundo exportador chileno, por su parte, ve con buenos ojos el inicio de operaciones del nuevo megapuerto. Así al menos lo manifiesta Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile. "Nos parece que un nuevo puerto en la costa Pacífico Sur es una oportunidad porque va a significar que van a transitar más barcos y que vamos a disponer de una mayor oferta de servicios navieros", sostiene.
" Dicho lo anterior -agrega en todo caso- es deseable también que avancemos en la ampliación de los puertos de San Antonio y Valparaíso".