El verano está a la vuelta de la esquina y son varios los que están pensando en teletrabajar desde la playa, el campo o en medio de algún viaje. Pedro es uno de ellos. En la fundación en la que se desempeña tiene un modelo híbrido. Pero ya está en conversaciones para ejercer sus funciones de manera remota durante todo enero, pues pretende irse todo el mes al sur de Chile.
"El año pasado lo hice dos semanas y funcionó bien", comenta. Y agrega que en el lugar en el que se quedará tiene una oficina totalmente equipada para cumplir con sus labores.
Se trata de una tendencia que -según varios especialistas- se consolida. Y no solo en Chile, sino que también alrededor del mundo. De hecho, según un estudio de ManpowerGroup, el 70% de los trabajadores en España planeaban teletrabajar durante las vacaciones. La mitad de ellos desde sus lugares de descanso.
El "teletraviajo", como lo han denominado algunos, parece avanzar a paso firme.
Práctica que se consolida
Carolina Varela, directora de Servicio y Calidad de la empresa de recursos humanos Adecco Chile, dice que se trata de una tendencia que se está dando cada vez con mayor fuerza. Y que la costumbre de teletrabajar desde sitios como la playa o durante viajes está cobrando cada vez más relevancia. "Parece que esta tendencia se consolida a largo plazo", explica. Y agrega que "el desafío para las compañías consistirá en proporcionar un esquema laboral versátil sin sacrificar la unidad del equipo o la excelencia en la entrega de resultados".
Claudia Medina, jefa de Gerencia de Personas del Grupo de Empresas Teamwork coincide. Explica que la tendencia "refleja un cambio en la manera en que las personas priorizan su bienestar mientras cumplen con sus responsabilidades laborales". En todo caso, recalca que aún falta algo de apertura para aceptar este tipo de modalidad en empresas más tradicionales. Y que "la factibilidad dependerá de si el rubro o sector productivo en el que trabaja la persona tiene la capacidad de dar esta facilidad, ya que hay rubros en que la presencialidad es vital".
Por su parte, Isaias Sharon, psicólogo organizacional y fundador de Innzpira, también sostiene que "es una tendencia que parece consolidarse". Y se aventura a señalar que "trabajar desde destinos vacacionales será cada vez más común en roles que lo permitan, especialmente en trabajos digitales o basados en el conocimiento".
Pero no todos tienen la misma perspectiva. Brunno Cavaletto, de la reclutadora de talentos para cargos estratégicos LHH Recruitment Solutions, señala que "no hemos observado que esta práctica sea una solicitud recurrente por parte de los trabajadores" y que "más que una tendencia impulsada por los colaboradores, lo vemos como una práctica que algunas empresas promueven para generar valor agregado y fidelización".
"Sin embargo -agrega- la flexibilidad durante estos periodos es muy valorada porque permite a las familias planificar mejor y compartir momentos, sin descuidar el ritmo laboral".
"Más que una tendencia impulsada por los colaboradores, lo vemos como una práctica que algunas empresas promueven para generar valor agregado y fidelización"
Brunno Cavaletto, de la reclutadora de talentos para cargos estratégicos LHH Recruitment
¿Cómo deben adaptarse las empresas?
Una duda que surge de manera natural en las organizaciones es la de cómo adaptarse a esta realidad. "Las empresas pueden definir políticas que permitan trabajar desde destinos vacacionales, siempre que se cumplan requisitos básicos como horarios flexibles alineados a los objetivos y acceso a buena conectividad", comenta Claudia Medina.
"Por su parte -agrega- los trabajadores deben comprometerse a mantener su desempeño y evitar que el entorno afecte su productividad. Además, ambas partes pueden pactar 'bloques de desconexión', para que los colaboradores aprovechen el entorno sin descuidar el trabajo".
Carolina Varela, en tanto, dice que "es vital que los trabajadores se comprometan a conservar sus grados de rendimiento y a asumir la responsabilidad en la administración de su tiempo" y que "es necesario que las compañías sean claras respecto a la disponibilidad de recursos y las expectativas".
Sharon, por su parte, explica que "los empleados deben demostrar que su desempeño no se ve afectado por el lugar desde donde trabajan". Mientras que Cavaletto asegura que "con una buena asesoría en gestión de talento, las empresas pueden encontrar maneras innovadoras de implementar estas prácticas. Por ejemplo, establecer políticas claras y personalizarlas según las necesidades del equipo puede transformar esta dinámica en una oportunidad de mejorar la productividad y el compromiso".
Beneficios y perjuicios
Este los especialistas hay consenso: existen riesgo y oportunidades. Medina, de Teamwork, sostiene que entre los beneficios se encuentran el aumento de la motivación y la creatividad; junto con una mejora en la conciliación entre vida personal y profesional.
Advierte, no obstante, que los riesgos incluyen distracciones o problemas de conectividad que podrían afectar los resultados. "Además -dice- si no se gestionan correctamente, pueden surgir tensiones entre colaboradores que no tienen esta posibilidad, generando inequidades percibidas".
Varela, de Adecco, por su parte, dice que las ventajas "son evidentes". "Para los trabajadores -especifica- la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar les facilita un mejor balance entre su vida personal y laboral. Adicionalmente, el acceso a ambientes relajados, como la playa, puede potenciar la creatividad, disminuir el estrés y potenciar la motivación".
"Desde la perspectiva de la compañía -complementa- el trabajo remoto puede disminuir gastos operativos, como el de administración y transporte, y captar talento que aprecia la adaptabilidad".
En lugar de perjuicios, prefiere hablar de retos. "La separación social puede transformarse en un inconveniente, dado que el trabajo a distancia disminuye las interacciones presenciales que son fundamentales para promover la cultura de la organización y el trabajo colaborativo", sostiene.
"Además, puede surgir un peligro de seguridad informática si los trabajadores no poseen las medidas necesarias para salvaguardar la información delicada mientras laboran desde sitios de escasa seguridad", concluye.