¿Qué pasaría si el agua pudiera almacenarse en invierno para ser liberada en verano, alargando su disponibilidad y protegiendo ecosistemas vulnerables? Bajo esa idea nació NILUS, una startup chilena que desarrolló una solución basada en la naturaleza para almacenar agua y proteger los recursos que administran y restauran de manera sostenible los ecosistemas precordilleranos, literalmente, con la creación de reservas de hielo artificial en la Cordillera de los Andes.
Fundada en 2020 por los ingenieros Manuel Soto y Sebastián Goldschmidt, la empresa de geoingeniería, se inspiró en las técnicas de los ice-stupas -estupas de hielo- del Himalaya Indio para desarrollar una tecnología adaptada a las necesidades hídricas de Chile. "La sencillez de esta práctica nos cautivó; pensamos inmediatamente en cómo aplicarla en nuestra cordillera", cuenta Sebastián Goldschmidt, CEO de NILUS. Esta modalidad no solo almacena agua, sino también rehabilita ecosistemas precordilleranos mediante soluciones sostenibles y basadas en la naturaleza, explicó.
El proyecto, en fase de prototipo que ha contado con el apoyo de Corfo, opera actualmente en el Parque Arenas, en el Cajón del Maipo, cercano al glaciar El Morado. Con el uso de inteligencia artificial, NILUS analiza datos climáticos y geográficos para implementar estas reservas de hielo de manera eficiente, extendiendo el abastecimiento hídrico de vegas altoandinas hasta por cuatro meses adicionales.
Tecnología que combina tradición e innovación
La propuesta tecnológica de la empresa se basa en la conducción gravitatoria de agua hacia estructuras base, como domos, donde es pulverizada para acelerar su congelamiento. Este hielo toma una forma cónica que reduce la velocidad de derretimiento gracias a su menor exposición al sol. Este diseño permite capturar y acumular agua durante la temporada invernal, garantizando su acceso durante el verano.
“Imagina que estás extendiendo el periodo de abastecimiento en una vega altoandina con un goteo constante de agua durante meses”.
Sebastián Goldschmidt, CEO de NILUS
Aunque los resultados iniciales son cualitativos, la medición y cuantificación del impacto están en desarrollo. Paralelamente, la startup trabaja en colaboración con el Himalayan Institute of Alternatives of Ladakh (HIAL), donde también está probando modelos para entender la interacción de estas reservas con diferentes ecosistemas.
Desde la compañía aseguran que buscan promover un cambio cultural que valore el agua como un recurso sagrado y esencial. "Es un sueño trabajar con comunidades y ver cómo esta tecnología puede ser parte de la recuperación de ecosistemas y glaciares", comenta Goldschmidt.
Expansión y visión de futuro
Para 2025, la empresa planea crear el primer parque hídrico de Chile, que incluirá ocho reservas de hielo y un laboratorio de alta montaña dedicado a la investigación. "Queremos instalar 50 estructuras y continuar avanzando en el desarrollo de esta tecnología", detalló el CEO.
Sin embargo, su ambición va más allá. Los emprendedores ven su proyecto como una oportunidad de colaboración entre gobiernos, empresas y comunidades para enfrentar los efectos del cambio climático y restaurar ecosistemas cordilleranos en todo el país. “Vemos a NILUS como una iniciativa país, uniendo esfuerzos públicos y privados en una misión común”, concluyó Goldschmidt.