Implementar pausas activas en las empresas ha dejado de ser solo una recomendación, para convertirse en una herramienta tendiente a mejorar la salud, el desempeño y el ambiente laboral. Según datos del estudio de ZeroQ -plataforma para la gestión de los tiempos de espera de clientes-, el 67% de los empleados considera que las pausas activas son fundamentales para mantener su rendimiento y bienestar. Sin embargo, solo el 33% de las organizaciones ofrecen programas estructurados para este tipo de descansos, lo que evidencia una brecha significativa en su adopción.
Estas breves interrupciones de entre 5 y 10 minutos, centradas en ejercicios ligeros, estiramientos o prácticas de respiración consciente, han demostrado ser eficaces para combatir el sedentarismo, reducir el estrés y mejorar la concentración, aseguran los expertos.
Actualmente, el Decreto 594 del año 2000 regula ciertas pausas laborales, pero su aplicación no abarca todas las industrias, dejando un vacío en sectores clave. “El impacto de esta falta de regulación es que no todos los empleadores entienden estas pausas como una necesidad para sus trabajadores”, explica Germán Solís, abogado y académico del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Universidad de La Serena.
Según Solís, estas pausas además de incrementar la productividad, sino que también previenen enfermedades ocupacionales y lesiones, reduciendo a largo plazo el ausentismo laboral y las licencias médicas.
Ventajas de las pausas activas para el ecosistema laboral
Numerosos estudios respaldan los efectos positivos de las pausas activas. Por ejemplo, según un informe de Harvard Business Review, las empresas que invierten en bienestar laboral experimentan un aumento del 21% en la productividad y una reducción del 30% en el ausentismo. Además, actividades como estiramientos grupales, yoga breve o caminatas rápidas contribuyen al fortalecimiento físico y mental de los empleados, promoviendo un entorno laboral más saludable.
Isaías Sharon, psicólogo organizacional y fundador de Perzon.AI -startup que facilita plataforma para la gestión automatizada de recursos humanos-, expone que estas pausas son “una inversión estratégica que mejora el clima laboral y favorece la retención del talento”. Sharon también indica que estas prácticas ayudan a combatir el sedentarismo y el estrés, factores determinantes para mantener a los equipos motivados y enfocados en sus tareas.
Realidad sectorial y desafíos de implementación
El estudio de ZeroQ también identificó cómo varía la aplicación de pausas laborales según la industria. Por ejemplo, el sector salud lidera con un promedio de 68 minutos diarios dedicados a pausas, mientras que industrias como banca y seguros apenas alcanzan los 47 minutos diarios. En tecnología, el promedio es de 64 minutos, evidenciando una disparidad significativa entre sectores.
Asimismo, estas pausas son más comunes en áreas como atención al cliente, ventas y administración, donde la carga de estrés puede ser mayor. No obstante, muchas de estas pausas son informales, lo que limita su impacto y sostenibilidad a largo plazo.
Estrategias para una implementación exitosa
Para garantizar una integración efectiva de las pausas activas, Germán Solís sugiere que las empresas desarrollen políticas claras y estructuradas. En organizaciones grandes, los departamentos de recursos humanos y prevención de riesgos pueden liderar estas iniciativas. Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas pueden recurrir a los órganos administradores del Seguro de Accidentes del Trabajo para obtener orientación.
Isaías Sharon propone acciones concretas como:
Establecer horarios regulares: Pausas de 5 a 10 minutos cada dos horas.
Capacitar a los líderes: Involucrar a los jefes en la promoción de estas prácticas.
Crear espacios dedicados: Diseñar áreas para actividades físicas o de relajación.
Aprovechar la tecnología: Herramientas digitales y wearables pueden recordar a los empleados tomar sus pausas.
El experto también recomienda ejercicios de gamificación, ya que convierten las pausas en retos grupales, fomentando la cohesión del equipo y la participación activa. Aplicaciones como Fitbit o plataformas de bienestar corporativo también son aliados clave para potenciar estas iniciativas.
Ambos coinciden en que estas estrategias son una oportunidad para transformar la manera en que las empresas conciben el bienestar laboral. Como concluye Germán Solís, “esto no es una pérdida de tiempo, sino una inversión mutua donde ganan tanto el trabajador como el empleador. Lograr un equilibrio entre trabajo y pausas genera un mejor ambiente laboral y un win-win (ganar-ganar) para todos: el empleador, el trabajador y sus familias".