Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo son momentos de alegría y descanso, pero también son un desafío para la seguridad laboral. Durante estas fechas, el consumo de alcohol y drogas tiende a incrementarse, un factor que puede generar riesgos en los entornos de trabajo. Según la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), hasta el 15% de los accidentes laborales graves están relacionados con el consumo de sustancias.
Este año, las festividades coinciden con la mitad de la semana, en ese sentido, la probabilidad de incidentes laborales asociados al consumo se incrementa, haciendo necesario que las empresas refuercen sus políticas y estrategias preventivas.
“Las fiestas de fin de año suelen venir acompañadas de un alza en el consumo de alcohol y drogas, lo que puede impactar directa y negativamente en la seguridad y el bienestar de los entornos laborales”, señaló Viviana Alcaide, subgerente de Promoción de la Salud de Mutual de Seguridad.
“El consumo de sustancias afecta la concentración, el juicio y la capacidad de respuesta de los trabajadores, aumentando el riesgo de accidentes y generando tensiones en los equipos de trabajo”.
Gonzalo Blanco, médico director técnico en medicina preventiva de Workmed
De acuerdo con Viviana Alcaide, “es fundamental que las empresas desarrollen políticas corporativas sólidas sobre el consumo de sustancias, acompañadas de planes concretos que incluyan actividades educativas, controles aleatorios y promoción de hábitos saludables”.
Identificación temprana y manejo de incidentes
Detectar indicadores de consumo es esencial para prevenir accidentes. El aumento en el ausentismo, la disminución en el rendimiento o comportamientos inusuales pueden ser señales de alerta. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el consumo de sustancias ha aumentado un 23% en la última década a nivel mundial.
“Una persona bajo los efectos del alcohol o las drogas puede ver afectada su capacidad de respuesta y juicio, incrementando riesgos para sí misma y sus compañeros”, advirtió Alcaide. Por ello, las empresas deben contar con protocolos claros que incluyan la retirada temporal de la persona de sus funciones, el manejo confidencial de la situación y la oferta de apoyo para su recuperación.
Blanco comenta que, durante las fiestas, las sustancias más comunes detectadas en las evaluaciones incluyen alcohol, marihuana, cocaína, anfetaminas, benzodiacepinas y opiáceos. Ellas, tienen efectos variados, desde alteraciones en la concentración hasta riesgos graves como incidentes por fallos en la toma de decisiones.
“Implementar un programa de testeo regular trae múltiples beneficios, entre ellos, la reducción de riesgos laborales, el aumento de la confianza del equipo de trabajo, el cumplimiento de las normas legales y de seguridad, y la prevención de accidentes que puedan generar daños a las personas y costos adicionales a la compañía. Las empresas que invierten en prevención también fortalecen su imagen como empleadores responsables”.
Gonzalo Blanco, médico director técnico en medicina preventiva de Workmed
Estrategias preventivas para las empresas
Desde Mutual de Seguridad proponen un enfoque integral y sistemático para prevenir los riesgos asociados al consumo de alcohol y drogas en el trabajo. A continuación, se detallan algunas recomendaciones clave:
Establecer una política corporativa clara sobre consumo de sustancias: Las empresas deben contar con una política formal que prohíba el consumo de alcohol y drogas en los lugares de trabajo. Esta política debe ser ampliamente difundida, incluir directrices claras para todos los colaboradores y reflejarse en un plan de acción operativo.
Implementar actividades de capacitación y educación: Organizar charlas, talleres y campañas informativas sobre los riesgos del consumo de sustancias es una estrategia eficaz para sensibilizar a los trabajadores. Durante las festividades, estas actividades pueden centrarse en las consecuencias del consumo desde una perspectiva integral: salud, relaciones interpersonales, y seguridad.
Promover hábitos saludables: Fomentar factores protectores como la actividad física, la alimentación balanceada y la gestión del estrés es clave para reducir los riesgos de consumo. Las empresas pueden organizar iniciativas como pausas activas, desafíos de bienestar o talleres sobre estilos de vida saludables.
Gestionar los riesgos psicosociales: Identificar y mitigar factores de riesgo psicosocial, como el estrés laboral, la carga excesiva de trabajo o las relaciones conflictivas, ayuda a prevenir el consumo de sustancias. Cumplir con la normativa vigente sobre riesgos psicosociales y fomentar un ambiente laboral saludable son medidas esenciales.
Realizar controles aleatorios de consumo: Los controles aleatorios son una herramienta útil para detectar problemas de consumo de sustancias antes de que generen incidentes. Estas acciones deben realizarse de forma ética, confidencial y enmarcadas en un protocolo claro que contemple apoyo para los colaboradores que lo requieran.
Aplicar herramientas de diagnóstico para cuantificar el problema: Es importante utilizar encuestas, entrevistas o evaluaciones específicas que permitan identificar la magnitud del consumo de sustancias en la organización.
Refuerzo educativo y de sensibilización durante las festividades: Aprovechar el contexto de fin de año para intensificar las campañas de concienciación. Estas actividades deben enfatizar que el impacto del consumo va más allá del trabajo, afectando la salud, la seguridad, las relaciones familiares y la vida social.
Marco legal y recursos disponibles
En Chile, la normativa vigente establece regulaciones claras sobre el consumo de sustancias, como la Ley 20.000 de drogas y el próximo Decreto 44, que entrará en vigor en 2025, reforzando la prohibición del consumo de alcohol y drogas en el trabajo. “Es necesario que las empresas utilicen estas normativas como base para desarrollar programas de prevención integrales”, indicó Alcaide.
Blanco finalizó asegurando que “las empresas que invierten en programas preventivos no solo reducen riesgos laborales, sino que también fortalecen su reputación como empleadores responsables, promoviendo un entorno de trabajo más seguro y saludable”.