En abril de 2024, entró en vigencia en Chile la Ley de 40 horas, una medida que reduce la jornada laboral semanal de 45 a 40 horas. Este cambio, implementado de manera gradual según el tamaño de las empresas, se extenderá durante cinco años. Hasta la fecha, 31 mil empresas han declarado al Servicio de Impuestos Internos (SII) que han adoptado la reducción, aunque también se han registrado cientos de denuncias por incumplimientos y anomalías en el proceso.
La normativa, que busca mejorar las condiciones laborales de los trabajadores chilenos, enfrenta desafíos tanto en la implementación como en el cumplimiento. Dentro de las medidas complementarias para garantizar una mayor transparencia, destaca la Resolución 38 Exenta de la Dirección del Trabajo, que entrará en vigor en abril de 2025. Esta disposición introduce nuevas reglas para los sistemas de control horario, con el objetivo de asegurar la precisión y protección de los datos laborales.
Un cambio hacia la gestión transparente
La Resolución 38 Exenta establece estándares más estrictos para los sistemas de registro digital de asistencia, enfocándose en tres pilares principales: integridad, confidencialidad y disponibilidad. Esto implica que los datos de asistencia deben ser precisos y no manipulables, protegerse contra accesos no autorizados y estar disponibles de forma clara y oportuna tanto para empleadores como para trabajadores.
Diego López, gerente de Customer Success de GeoVictoria -herramienta en la nube que ayuda a las empresas a gestionar la asistencia y el tiempo de sus trabajadores-, señaló que “es muy relevante que las empresas realicen esta actualización no solo para evitar multas o cumplir con los estándares, sino también para beneficiar a los propios trabajadores. Nosotros hemos sido certificados por la Dirección del Trabajo en cinco ocasiones, y en este 2024 obtuvimos la última autorización, iniciando el proceso desde el primer día en que salió la nueva ordenanza”, señala.
López advierte sobre las consecuencias de no cumplir con la resolución. “Hasta abril del próximo año, las empresas pueden operar con su certificación actual, pero después de ese plazo todos los sistemas deben regirse por la Resolución 38 Exenta. De lo contrario, las multas pueden alcanzar hasta 60 UTM, es decir, más de cuatro millones de pesos”, explica.
Productividad y eficiencia como beneficios colaterales
Según datos de GeoVictoria, empresa con presencia en 40 países, la implementación de sistemas de control horario avanzados no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también impacta positivamente en la productividad y eficiencia de las empresas. López menciona que estos sistemas facilitan la gestión de horas extras, disminuyen el ausentismo y permiten un seguimiento en tiempo real de la asistencia.
“Estas soluciones tecnológicas no solo simplifican el proceso de marcaje para los colaboradores, sino que también pueden recuperar entre 2 a 5 veces el costo de la inversión en ellas. Su correcta implementación representa un beneficio tanto para empleadores como para empleados”, asegura el experto.