En el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) de la Dirección e Presupuestos (Dipres) hubo una corrección para el déficit estructural de 2024, de un 2,3% del PIB proyectado en el tercer trimestre del año pasado a un 3,2% del PIB. También se aplicó un ajuste a la baja para el dinamismo económico, con una expansión estimada de 2,5% para 2025 desde el 2,7% alculado previamente. Estas nuevas cifras difieren de la base planteada para elaborar la Ley de Presupuestos para este año. Al respecto, Carolina Grünwald, economista jefa de Prudential AGF, estima que las perspectivas para el crecimiento económico en 2025 también deberían ajustarse a la baja. "Eso trae consigo menos recaudación tributaria", dice. Señala, asimismo, que
es de "especial preocupación el rápido crecimiento de la deuda pública", dado que "en nuestra clasificación de riesgo, el bajo nivel de deuda chilena es un ítem importante por el cual nos posicionan con un nivel de riesgo mejor que el de Latinoamérica". Dice, con ello en cuenta, creer que "la nota (crediticia) peligra, o al menos la perspectiva". Por su parte, Jorge Hermann, director de Hermann Consultores sostiene que
"existe un daño a la credibilidad de las cuentas fiscales en que no se cumple la meta de déficit estructural y es bastante probable que no se cumpla lo comprometido en el presupuesto 2025 por segundo año consecutivo, lo cual atenta en contra de la nota crediticia de Chile".
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