En un anuncio que no sorprendió, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó esta semana que revocaría las concesiones de la petrolera estadounidense Chevron para operar en Venezuela. La autorización para que la firma funcionara en el país caribeño había sido otorgada en 2022 por la administración de Joe Biden, que permitió una producción de forma "limitada".
El anuncio, según Trump, debió haberse materializado a partir del sábado. De ser así, Chevron se enfrentará de manera drástica a una nueva realidad. Es que los números de la empresa en Venezuela daban cuenta de una operación grande, que sin duda dejará un impacto en ambas naciones.
La trama tras la decisión
La decisión de Trump se fundamenta en el hecho de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no haya cumplido con las garantías electorales que la comunidad internacional exigió el año pasado y en la insuficiente rapidez de ese gobierno para recibir a deportados desde EE.UU.
"Estamos revirtiendo las concesiones que el corrupto Joe Biden concedió a Nicolás Maduro, de Venezuela, en el acuerdo sobre transacciones petroleras del 26 de noviembre de 2022, así como las relacionadas con las condiciones electorales dentro de Venezuela, que el régimen de Maduro no ha cumplido", escribió el mandatario en la red social Truth Social.
Desde Venezuela contextó la vicepresidenta, Delcy Rodríguez. "Rechazamos categóricamente este tipo de acciones solicitadas públicamente por la oposición extremista y fracasada del país", dijo.
Luego añadió que "al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, pretendiendo hacerle un daño al pueblo venezolano, en realidad se está infligiendo un daño a los Estados Unidos, a su población, y a sus empresas".
En su primer mandato (2017-2021), el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplicó una serie de sanciones contra Venezuela y su estatal petrolera, Petróleos de Venezuela (PDVSA). El objetivo era complicar económicamente al gobierno de Nicolás Maduro, que era fuertemente denunciado por violaciones los derechos humanos.
Las restricciones se intensificaron luego de las elecciones presidenciales de 2018, en las que Maduro se declaró vencedor en un proceso que Washington calificó como una "farsa".
Con esto, Trump vuelve a ejercer presión sobre el gobierno Venezolano, toda vez que una serie de economistas han apuntado a las dificultades que significaría para Venezuela no contar con las operaciones de Chevron.
De hecho, hay cierto consenso en el hecho de que el regreso de las operaciones de Chevron en 2022 a Venezuela contribuyeron a que la economía del país caribeño volviera a crecer.
Cómo opera Chevron en Venezuela
Chevron es una de las firmas energéticas más grande que operan en Venezuela, con su principal foco puesto en la exploración y producción de petróleo, en conjunto con compañías estatales. Este crudo, además, es exportado por la norteamericana.
En términos de producción, Chevron contribuye con aproximadamente 200.000 barriles diarios al total nacional de Venezuela, que se estima en alrededor de un millón de barriles por día.
Representa asimismo -según constata Bloomberg- alrededor del 20% de la producción de la nación rica en petróleo y ha ayudado a impulsar la producción general por encima de 1 millón de barriles por día.
"Estamos al tanto del anuncio de hoy y estamos considerando sus implicaciones", dijo el portavoz de Chevron, Bill Turenne, por correo electrónico. "Chevron lleva a cabo sus negocios en Venezuela en cumplimiento de todas las leyes y regulaciones, incluido el marco de sanciones proporcionado por el gobierno de Estados Unidos", aseguró también.
Cabe destacar que -de acuerdo a información del medio citado- Estados Unidos importa unos 250.000 barriles diarios de petróleo venezolano, principalmente para refinerías de la costa del Golfo. Valero Energy Corp. (VLO), el tercer mayor productor de combustible de Estados Unidos, fue el principal consumidor de petróleo venezolano a fines de 2024, seguido de Chevron, que utiliza el crudo en sus propias refinerías y lo vende a terceros.
Se estima que las empresas conjuntas de Chevron han contribuido con unos US$4.000 millones en pagos de impuestos en los últimos dos años. Esta es una cifra abultada, toda vez que representa aproximadamente una cuarta parte de los ingresos totales del régimen de Nicolás Maduro.