Una de las peores semanas de la historia ha sido para Tesla, marcada por la retirada de sus Cybertrucks del mercado EE.UU., una nueva caída en sus acciones, el descontento de más de 3.000 trabajadores en su fábrica de Alemania y el avance de su gran rival chino, BYD.
Si el comienzo de año ya fue complejo para Tesla, el principal fabricante estadounidense de vehículos eléctricos (VE), debido a la abierta politización de Musk y el desplome de sus ventas y su cotización en bolsa, esta semana fue para el olvido.
Retirada de las Cybertrucks del mercado
Tesla se vio obligada a retirar por sexta vez la Cybertruck en EE.UU. desde su lanzamiento en noviembre de 2023.
En esta ocasión, la empresa ha retirado del mercado todas las Cybertrucks vendidas en sus primeros 15 meses debido a un defecto en los paneles de acero adheridos con un pegamento vulnerable a la fragilidad ambiental. La compañía estima que el problema afecta al 1% de las 46.096 unidades involucradas y ha prometido reemplazar las piezas sin costo.
Sin embargo, al momento de presentar el informe de retiro, Tesla aún no había resuelto el problema en la línea de producción, lo que ha generado dudas sobre la durabilidad del modelo, especialmente después de pruebas independientes que evidenciaron fallos estructurales.
A pesar de las críticas, Elon Musk ha defendido la seguridad del modelo, destacando su calificación de cinco estrellas en pruebas oficiales.
Presentación de BYD
La principal competencia de Tesla, el gigante chino, BYD, acaparó todas las portadas durante la semana al afirmar que ha desarrollado una plataforma para los vehículos eléctricos que, según asegura, permitirá a los conductores cargar un auto eléctrico en más o menos el mismo tiempo que se tarda en abastecer de combustible un automóvil "común".
Esta nueva batería y su sistema de carga han sido capaces de proporcionar 470 kilómetros de autonomía en tan solo 5 minutos durante las pruebas efectuadas con su nuevo sedán Han L, según anunció su presidente y fundador, Wang Chuanfu, este lunes.
De acuerdo a la información que entregó la firma china, sus autos podrán alcanzar una potencia de carga de un megavatio y una velocidad máxima de carga de 2 km por segundo. Así, la nueva capacidad que BYD afirma poseer supera a la de los Supercargadores de Tesla, que pueden cargar 275 kilómetros en 15 minutos.
Caída de las acciones
Tras el anuncio de la firma china, las acciones de Tesla cayeron un 5,3% el martes, acumulando en el año una caída del 45%.
La confianza ya se había agriado el mes pasado tras conocerse que las ventas de sus coches eléctricos se habían desplomado en mercados clave. Y la creciente prominencia política de Musk -que a finales del año pasado se esperaba ampliamente que diera un impulso al negocio de Tesla- se ha convertido en cambio en un problema para las acciones.
"Parece que Tesla está perdiendo su ventaja competitiva en su competencia principal, ya que muchos pares están invadiendo rápidamente su espacio", dijo David Wagner, gestor de cartera de Aptus Capital Advisors.
Las acciones de Tesla son actualmente las de peor rendimiento del índice S&P 500 en el año, con una caída de más del 43% desde finales de diciembre. Y los rápidos avances de BYD están amplificando las preocupaciones de los inversores.
El descontento en Alemania
Si todos los problemas antes mencionados no bastan, se suman el hecho de que, de acuerdo a Bloomberg, más de 3.000 trabajadores de la planta de Tesla cerca de Berlín han firmado una petición solicitando más descansos, mejor dotación de personal y el fin de las tácticas de intimidación de la dirección.
Los sindicalistas señalaron que los empleados llevan mucho tiempo sobrecargados de trabajo y tendrán que cargar con demasiadas tareas una vez que Tesla aumente de nuevo la producción del Modelo Y después de revisar las líneas de montaje.
"A menudo ni siquiera hay tiempo para beber o ir al baño", dijeron en un comunicado los miembros de IG Metall del comité de empresa de Tesla. "Nadie puede seguir así hasta que se jubile".
Y es que la reputación de Tesla en la mayor economía de Europa se ha deteriorado desde que Musk apoyó al partido derechista AfD durante la campaña electoral alemana e hizo gestos parecidos a un saludo nazi en un acto de investidura del presidente estadounidense Donald Trump. Las ventas de la empresa en el país se desplomaron un 76% el mes pasado.
Mientras tanto, Elon Musk trató de tranquilizar a los empleados de Tesla diciéndoles que, a pesar de los "momentos difíciles", debían "aferrarse" a sus acciones, en una reunión que el multimillonario retransmitió en directo en su red social X.
"Si leen las noticias, parece el Armagedón", dijo. "No puedo pasar por delante de un televisor sin ver un Tesla en llamas. Entiendo que no quieran comprar nuestro producto, pero no tienen por qué quemarlo".
"Hay momentos rocosos, un poco de tiempo tormentoso, pero estoy aquí para decirles que el futuro es brillante y emocionante", sentenció Musk.