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Nació de un ACV mal tratado y fue ganadora de un prestigioso premio en 2024: La historia detrás de uMov

Su fundadora fue una de las cinco jóvenes innovadoras de Chile, que fueron distinguidas en la prestigiosa lista de Innovators Under 35 LATAM 2024 de MIT Technology Review,

04 de Agosto de 2025 | 08:01 | Por Martín Garretón, Emol
Pamela Salazar Cifuentes CEO & Founder Para Pamela Salazar crear uMov nació por la historia de Sandra, una mujer que quedó con secuelas permanentes tras sufrir un ACV por no acceder a rehabilitación oportuna, marcando así, el comienzo de una startup.

Su proyecto fue reconocido, ya que fue una de las cinco jóvenes innovadoras de Chile, que fueron distinguidas en la prestigiosa lista de Innovators Under 35 LATAM 2024 de MIT Technology Review, una de las revistas tecnológicas más antiguas del mundo.

Hoy, Salazar lidera un equipo que desarrolló ALBA, un dispositivo médico interactivo que mezcla neurociencia, gamificación y seguimiento clínico en tiempo real.

Su objetivo no es menor: acercar la rehabilitación y terapias de calidad "a quienes más lo necesitan", en especial en zonas donde la cobertura médica es limitada o simplemente inexistente.

Pero el camino no ha sido fácil. Aunque han contado con apoyo del Estado en la fase inicial a través de fondos públicos como Corfo o Startup Ciencia, Pamela es clara al señalar que las trabas regulatorias y las dificultades para escalar siguen siendo una piedra en el zapato.
En una nueva edición de Lo pensó/lo hizo de Emol, Pamela Salazar, fundadora de uMov, comparte cómo una historia personal dio origen a una solución de impacto global, y cuáles son los desafíos de emprender en salud desde Chile.

    ¿Qué es uMov qué necesidad cubre?

    uMov es una startup chilena de base científico-tecnológica que desarrolla soluciones para la rehabilitación motriz y cognitiva. Nuestro principal producto es ALBA, un dispositivo médico interactivo y gamificado que permite a pacientes realizar terapias personalizadas con seguimiento clínico en tiempo real. Nuestra solución responde al enorme déficit en acceso a terapias, la falta de especialistas y las largas listas de espera en los sistemas de salud. Buscamos mejorar la calidad de vida de las personas con daño neurológico o motor y optimizar los recursos clínicos.

    ¿Cuándo, cómo y dónde surgió la idea?

    La idea de ALBA nació en 2018 durante mi último año de Ingeniería Civil Industrial, cuando participé en el programa DLab de la Universidad del Desarrollo. Fue ahí donde conocí a Sandra, una mujer de 45 años que había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV). Su historia me marcó profundamente: por no tener acceso oportuno a rehabilitación, Sandra quedó con una discapacidad permanente que podría haberse evitado. Esa experiencia me enfrentó de forma muy cruda a una realidad: miles de personas pierden su independencia simplemente porque no acceden a terapia a tiempo. Así nació ALBA, como una forma de transformar esa injusticia en acción, usando tecnología para acercar la rehabilitación de calidad a quienes más lo necesitan.

    ¿Quién puso el capital inicial y quién te financia hoy?

    LEl capital inicial para desarrollar ALBA provino principalmente de fondos públicos de innovación, como CORFO y Startup Ciencia, los cuales han sido fundamentales para impulsar la investigación, el desarrollo tecnológico y las primeras validaciones clínicas del dispositivo. Gracias a estos programas pudimos avanzar desde la etapa de prototipo hasta contar hoy con una solución lista para escalar. Actualmente, continuamos financiando parte de nuestro crecimiento a través de estos instrumentos públicos, complementado con recursos propios y alianzas estratégicas con actores del ecosistema. Además, nos encontramos preparando una ronda de inversión para potenciar nuestra expansión internacional.

    Tu modelo de negocios:

    Contamos con dos modelos:

    • Venta directa del dispositivo, con un pago inicial que incluye capacitación, instalación y un año de software. Desde el segundo año, el uso del software es obligatorio y se paga mediante una suscripción anual.

    • Además, ofrecemos un modelo DaaS (Device as a Service) para instituciones que requieren flexibilidad, con pago mensual que incluye mantenimiento, actualizaciones y soporte.

    Tu público objetivo:

    Nuestro público objetivo principal son centros de salud públicos y privados que ofrecen servicios de rehabilitación neurológica o física, incluyendo hospitales, clínicas, centros de rehabilitación ambulatoria, universidades con programas de kinesiología o terapia ocupacional, e instituciones de atención a personas mayores. También nos enfocamos en redes de salud pública que buscan soluciones costo-eficientes para mejorar el acceso y calidad de la rehabilitación, especialmente en zonas con menor cobertura terapéutica.

    Dentro de estas instituciones, los tomadores de decisión suelen ser directores médicos, jefes de servicios de rehabilitación, gerentes de operaciones y líderes clínicos interesados en incorporar tecnología basada en evidencia, con resultados medibles y escalables. En cuanto a los usuarios finales, el dispositivo está orientado a personas que han sufrido un ACV, traumatismo encéfalo-craneano, lesiones medulares u otras condiciones neurológicas que afectan la motricidad del tren superior, tanto en fases agudas como crónicas.

    Nos dirigimos también a un segmento global: países con una población envejecida creciente, donde la demanda por soluciones de rehabilitación supera con creces la oferta, y donde tecnologías como ALBA pueden tener un alto impacto clínico, económico y social.

    ¿Quién/quiénes son tu competencia?

    A nivel internacional, nuestras principales referencias son Hocoma (Suiza) y Neofect (Corea del Sur), compañías líderes en tecnología de rehabilitación. Nos diferenciamos en que ALBA es una solución más accesible, centrada en el tren superior, con integración gamificada y datos clínicos en tiempo real. Diseñamos para Latinoamérica, pero con estándares globales, lo que nos permite llegar donde las grandes marcas no están presentes.

    Tres pasos claves que diste:

    • Desarrollar un estudio científico con pacientes reales, validando clínicamente la eficacia de ALBA.

    • Iniciar procesos de certificación internacional, como ISO 13485 e IEC 60601-1, y avanzar hacia FDA.

    • Cerrar acuerdos de manufactura con China, lo que nos permite escalar y optimizar costos, garantizando calidad.

    Tu misión (lo que tienes que aprender)

    Aprender a escalar con impacto y sin perder el foco clínico. Necesitamos dominar las regulaciones internacionales, alianzas globales y la adaptación cultural de nuestra solución en cada nuevo mercado. También esperamos poder profundizar en IA aplicada a salud para personalizar aún más las terapias.

    Tu propósito (lo que quieres lograr):

    Democratizar la rehabilitación. Queremos que personas de cualquier lugar del mundo, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a terapias dignas, motivadoras y efectivas. Buscamos ser el nuevo estándar global de rehabilitación tecnológica.

    ¿Cuáles son los mayores riesgos que enfrenta uMov?

    Las regulaciones médicas internacionales son lentas y costosas. También enfrentamos la resistencia del sistema tradicional de salud a innovar y la falta de financiamiento en etapas iniciales. Pero apostamos por la evidencia, la colaboración clínica y la estrategia internacional para superarlos.

    ¿Qué mercado apuntas conquistar?

    Apuntamos a conquistar el mercado global de la rehabilitación neurológica y motriz, con especial foco en América Latina y Estados Unidos, donde existe una creciente necesidad de soluciones innovadoras frente al envejecimiento poblacional y el aumento sostenido de enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares y lesiones. Nuestro objetivo es posicionar a ALBA como un estándar de referencia en tecnologías de rehabilitación para el tren superior, ofreciendo una alternativa eficiente, accesible y basada en evidencia científica.

    ¿A quién admiras?

    Admiro profundamente a emprendedores chilenos que han demostrado que es posible innovar en salud desde Chile. Por ejemplo, al fundador de Lebita Magnetic, por atreverse a desarrollar una tecnología disruptiva, enfrentando desafíos técnicos y regulatorios, ayudando a abrir camino a otros emprendedores de la industria de la salud.

    Cómo te ves en cinco años:

    Con ALBA presente en al menos 20 países, ampliando nuestro portafolio de soluciones terapéuticas y liderando una empresa que pone a las personas en el centro. Me veo empoderando a más mujeres en tecnología y salud.

    Empresa chilena preferida

    Made Inn Conce. Es mucho más que un festival: representa creatividad, cultura y emprendimiento desde el sur de Chile. Me inspira su capacidad de reunir talentos, industrias y comunidades en torno a la innovación, la música y el desarrollo regional. Es un ejemplo de cómo se pueden construir grandes iniciativas desde regiones, conectando identidad local con impacto nacional.

    Chile, ¿es un buen país para invertir?

    Sí, pero con matices. Hay mucho talento y capacidad técnica, pero faltan redes de inversión para startups en salud, y que conozcan los tiempos que maneja la industria. Las alianzas público-privadas deben fortalecerse y acortarse los tiempos de respuesta.

    ¿El Estado es un buen facilitador o un obstáculo para tu negocio?

    Ambos. Por un lado, el Estado ha sido fundamental en las etapas tempranas de nuestro emprendimiento: gracias a fondos públicos como los de Corfo, Startup Ciencia y otros instrumentos de apoyo a la innovación, pudimos financiar el desarrollo inicial de ALBA, validar nuestra tecnología a través de estudios clínicos y proteger nuestra propiedad intelectual.

    Sin embargo, al mismo tiempo, nos enfrentamos a grandes desafíos cuando pasamos de la etapa de desarrollo a la de escalamiento e implementación. Las trabas en los procesos regulatorios, como los tiempos extensos y la poca claridad en los requerimientos para certificar tecnología médica en Chile, han ralentizado nuestra entrada al sistema de salud. Además, las compras públicas muchas veces priorizan criterios de bajo costo por sobre el valor clínico o la innovación, lo que deja fuera a soluciones disruptivas como la nuestra.

    Creemos que el Estado debe avanzar hacia un rol más activo como primer comprador de innovación en salud, y fomentar entornos de prueba y adopción temprana en hospitales y centros públicos. Para que Chile se transforme en un verdadero polo de innovación en salud, no basta con apoyar el desarrollo; se requiere también voluntad política, regulación moderna y visión estratégica para escalar tecnologías nacionales.

    Tus máximas son:

  • La ciencia y la tecnología deben estar al servicio de la dignidad humana.
  • Reseña de fundadores

    Pamela Salazar, Fundadora & CEO de uMov, Ingeniera Civil Industrial de la Universidad del Desarrollo. Reconocida por MIT Technology Review como una de las Innovadoras menores de 35 (IU35 LATAM 2024), seleccionada por la ONU para participar en un programa para mujeres líderes en tecnología y el año 2021 ganaron el reconocimiento Avonni.

    Thomas Contreras es, técnico en informática biomédica y CIO de uMov y cuenta con amplia experiencia en startups de tecnología en salud. Ha participado en procesos de incubación y aceleración, lo que le ha permitido construir una sólida red en el ecosistema de innovación y salud en Latinoamérica.

    Edwin Rodríguez es ingeniero civil informático con un magíster en innovación y emprendimiento tecnológico. IT Lead de uMov, tiene más de 15 años de experiencia en gestión de proyectos de software.
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