SANTIAGO.- Este 2018 nos trajo una nueva versión de la clásica película "Nace una estrella". Como todo remake, llegaba con pocas expectativas, considerando sobre todo la gran valoración que logró su última interpretación estrenada en 1976, la que contaba con las actuaciones protagónicas de Barbra Streisand y Kris Kristofferson.
En esta oportunidad, la primera línea del filme está compuesta por Lady Gaga y Bradley Cooper, quien también se desempeña como director y coescritor del guion. En la trama, Cooper da vida a Jackson Maine, una estrella del rock abatida por su adicción al alcohol, sus problemas auditivos y sus malas experiencias familiares. Su vida está cuesta abajo, cuando al fin encuentra a alguien que le permitirá tomar un respiro.
En medio de un bar, descubre a una joven talentosa llamada Ally (Gaga), quien se mezcla entre transformistas que gustan del canto. A solo minutos de conocerla, decide ayudarla a iniciar una gloriosa carrera, mientras él, en paralelo, continúa al borde de la perdición absoluta.
Foto: EFE
Concierto tras concierto, y tras descubrir sus talentos para la composición de canciones, inician un apasionado romance que siempre está al
límite entre lo magnífico y lo tóxico. Ante el creciente éxito de Ally, Jackson debe aceptar el destino de ser un avergonzado perdedor, no sin antes hacer pasar por complejas situaciones a quien califica como el amor de su vida.
La historia esconde un fondo de
enorme vulnerabilidad, y logra así que ambos personajes transmitan profundas emociones al espectador que pueden concluir incluso en las lágrimas. Cooper se luce en grande con su interpretación de una de estrella de la música que vive de lujos y que aun así, no logra salir del caos.
Por otra parte, tenemos a Lady Gaga, quien ha sorprendido al mundo del espectáculo con
su potente actuación. Su participación va mucho más allá de una hermosa voz que interpreta pegajosas canciones. La estrella del pop sobresale con su rol de mujer que ama de manera incondicional, y que lucha por conseguir todos sus sueños pese a que varios le han cerrado puertas.
Bradley Cooper y Lady Gaga, cuentan parte de su experiencia en "Nace una estrella"
- ¿Cuándo supiste por primera vez que querías dirigir 'Nace una estrella' y qué es lo que te entusiasmaba?
- Cooper: Sabes, siempre sentí que quería dirigir películas. Las películas fueron una gran parte de mi vida. Cuando niño me sanaron y me energizaron, me inspiraron. Cuando vi esta película supe que quería contar una historia de amor, y pensé que la música podría estar involucrada porque no hay una forma más pura de comunicarse que cantar. Porque no puedes esconderte. Y fue como una serie de eventos, imágenes, sonidos y composiciones que, eventualmente, comenzaron a sumarse y pensé: "Bueno, esto es". Pero sabía que necesitaba el motor y el combustible, y esa era ella (Gaga). No hay película sin ella.
- ¿Qué pasó por tu mente cuando te llamaron para ofrecerte este papel y qué te hizo decir que sí?
- Gaga: Tuvimos una conexión, al instante, y cuando nos sentamos a cantar juntos en mi casa, durante 20 minutos, nos conocimos. Empecé a tocar el piano, y él comenzó a cantar y dije "Oh, Dios mío, Bradley. Tu voz, tu voz, no puedo creerlo". Y, ya sabes, para mí al cantar puedes sonar hermoso, pero es otra cosa el poder contar una historia y cantar desde tu estómago, cantar desde el centro de tu ser y tu alma. Y realmente lo escuché en su voz, y en mi corazón sabía que podía tocar como una estrella de rock.
- Cuando la escuchaste cantar en vivo, ¿cómo fue la sensación?
-Cooper: Bueno, la primera vez que la escuché cantar en vivo fue la noche antes de que nos conociéramos, en un beneficio por el cáncer en la casa de Sean Parker, y ella fue el acto final. Ella salió y yo simplemente secuestré ese momento y lo puse en la película. Luego fue como una cacofonía de maravillosos momentos de los que el equipo y yo pudimos ser parte. Es agradable cuando sabes que estás en el lugar correcto y en el momento adecuado en tu vida. Y cada vez que cantaba en el set, todos nos sentíamos agradecidos.